viernes, 13 de diciembre de 2019

La Unión Europea avisa que no dará ninguna ventaja a Reino Unido cuando deje de ser socio


BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) acogió hoy con alivio el resultado de las elecciones celebradas en el Reino Unido, en las que el Partido Conservador de Boris Johnson obtuvo una clara mayoría absoluta, lo que con toda seguridad propiciará que se verifique el "brexit", todo lo cual ha sido recibido con satisfacción por el presidente de EEUU, Donald Trump.

Los líderes europeos que participan en la segunda jornada de esta cumbre amanecieron con los resultados de las elecciones en el Reino Unido, muy favorables a los intereses del actual primer ministro, Boris Johnson, que se quita de encima la herencia recibida de Theresa May y su fuerte dependencia de los unionistas norirlandeses en el Parlamento.
Con el resultado del jueves, Johnson no se verá siquiera condicionado por las presiones del ala más eurófoba de su partido y previsiblemente podrá lograr el apoyo de la Cámara de los Comunes a su acuerdo con la UE tras más de un año de bloqueo en ese parlamento.
Tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como su homólogo en el Consejo Europeo, Charles Michel, coincidieron este viernes en felicitar a Johnson por su victoria y confiaron en que el Parlamento británico vote “lo antes posible” el acuerdo de retirada que ambas partes sellaron en octubre. 
“Esperamos que la ratificación del acuerdo de salida haya acabado para enero”, dijo Von der Leyen, que afirmó que la Comisión está preparada para “exprimir” el corto periodo de tiempo disponible para la negociación de la relación futura.
Ambos líderes, que comparecieron juntos ante la prensa tras participar en su primer cumbre europea, afirmaron que en esa fase de las negociaciones que se abrirá a partir de febrero, la de la futura relación entre el Reino Unido y la UE, será clave mantener la llamada “igualdad de condiciones” si se quiere un vínculo lo más próximo posible.
Von der Leyen subrayó que la Unión Europea aspira a una relación comercial “sin aranceles, cuotas o competencia desleal” y que hay aspectos, como la cooperación en materia de seguridad, en la que “ya existen vínculos muy fiables” y solo habrá que trabajar en reforzar ese lazo, no construirlo de cero.
Esta nueva negociación estaba inicialmente prevista que durase casi dos años, desde la fecha original del Brexit en marzo de 2019 hasta el final del periodo de transición en diciembre de 2020, pero los consecutivos retrasos de la salida efectiva del Reino Unido no han pospuesto a su vez el final del periodo de transición, que se mantiene para el 31 de diciembre del próximo año. 
Así las cosas, si el Reino Unido sale el 31 de enero de la UE, los negociadores solo tendrán once meses para diseñar los términos de la nueva relación entre ambas partes, en unas conversaciones que se prevén complejas.
En principio, Johnson se niega a pedir una extensión del periodo de transición, aunque Von der Leyen advirtió este viernes de que el corto periodo de tiempo previsto es “un reto”. “Enfrentamos el reto de que tenemos poco tiempo. Tenemos once meses para negociar no solo un acuerdo de libre comercio, sino también la educación, el transporte, la pesca… hay muchos otros temas en esa negociación”, explicó.
La Comisión ya trabaja en el borrador de sus guías para la negociación al que tienen que dar visto bueno los Estados miembros con vistas a que esté preparado para el mismo 1 de febrero, aunque reconoció que en las negociaciones “habrá que priorizar” los asuntos más urgentes. 
“Nos enfocaremos especialmente en los asuntos que pueden suponer una división económica a finales de 2020 si no se abordan. Hay temas en los que no tenemos un marco internacional ni la posibilidad de establecer medidas de contingencia”, señaló.
En cualquier caso, la presidenta del Ejecutivo comunitario confía en que, aunque el Reino Unido pase a ser un país tercero, lograrán sellar “una asociación sin precedentes”. 
“Esto no es el final de algo, sino el inicio de una relación excelente entre buenos vecinos”, añadió.
También otros líderes, como el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, coincidieron con Von der Leyen y Michel en la necesidad de asegurar la igualdad de condiciones “de modo que no se permitan ventajas indebidas al Reino Unido”.
La canciller alemana, Angela Merkel, recordó sus palabras tras la última cumbre europea de octubre, en la que advirtió de que Londres será ahora un “competidor” económico para la UE. 
“Dije que tendríamos un competidor a nuestra puerta que ya no está en el mercado interior”, afirmó, y pidió vigilar cómo cambia el Reino Unido sus estándares y evitar que “saque ventaja” de ello.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que espera que el Reino Unido sea en el futuro un país “aliado amigo y extremadamente cercano” desde una “convergencia reglamentaria” con la Unión Europea, que no aceptará “dumping” en sus fronteras.  
 “Ha llegado el tiempo de la claridad”, declaró Macron, que felicitó a Johnson por su victoria electoral y dijo que espera que se rectifique el acuerdo para que el Reino Unido pueda salir de la UE el 31 de enero de 2020.
El Gobierno irlandés, por su parte, expresó su confianza en que la amplia victoria de Johnson facilite la conclusión del Brexit y el comienzo de negociaciones sobre su futura relación comercial. 
Tras felicitar a Johnson, el viceprimer ministro irlandés, el democristiano Simon Coveney, también indicó que su Ejecutivo quiere aprovechar el “impulso” de la mayoría absoluta obtenida por los “tories” para resolver la parálisis política que afecta a la provincia británica de Irlanda del Norte.
En este sentido, desde Bruselas, el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, consideró prioritario para el inicio de 2020 volver a poner en funcionamiento la Asamblea de Irlanda del Norte, puesto que es “lo que los norirlandeses han demostrado que quieren en las urnas” y expuso que, aunque la relación con el Reino Unido va a cambiar, confió en que siga siendo “cercana”.
Al felicitar a Johnson, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, consideró que un diálogo constructivo con el Reino Unido respondería a los intereses de ambos países, cuyas relaciones son tensas actualmente.
El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, destacó la “claridad” del resultado de las elecciones británicas porque despejan el camino al Brexit con acuerdo y para una salida ordenada del Reino Unido.

Trump ofrece un acuerdo comercial

Por otro lado, el presidente de EEUU, Donald Trump, celebró este viernes la victoria electoral del primer ministro británico, Boris Johnson, como una vía libre para llegar a un acuerdo comercial entre Washington y Londres tras el Brexit.
“¡Felicidades a Boris Johnson por su gran VICTORIA! ¡El Reino Unido y Estados Unidos serán ahora libres para llegar a un acuerdo comercial masivo tras el Brexit!”, afirmó Trump en un tuit escrito de madrugada tras confirmarse los resultados.
“Este acuerdo -agregó- tiene el potencial de ser mucho mayor y más lucrativo que cualquier acuerdo que podamos hacer con la Unión Europea. ¡Celebra Boris!”.
El Partido Conservador de Johnson arrasó en los comicios de este jueves en el Reino Unido al obtener 365 (49 más que en 2017) de los 650 diputados de la Cámara de los Comunes, una mayoría que le permitirá hacer efectiva la salida de la Unión Europea.
Trump ha mostrado siempre buena sintonía con Johnson desde que este accedió al poder en substitución de Theresa May, con la que mantuvo algún encontronazo.
Además, el líder norteamericano no ha escondido nunca su apoyo a la salida del Reino Unido de la Unión Europea y hasta llegó a invitar a su campaña presidencial de 2016 a uno de los artífices del Brexit, el líder ultraderechista Nigel Farage.
Este pasado agosto, después de que Johnson accediese a su nuevo cargo, Trump le prometió un pacto bilateral de comercio “bastante rápido” y de amplio alcance una vez que el Reino Unido abandone la Unión Europea.

EEUU y China llegan a un primer acuerdo para poner fin a la guerra comercial


WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este viernes finalmente el cierre de la primera fase de "un acuerdo comercial muy grande" con China y, como consecuencia, la suspensión de la nueva ronda de aranceles a importaciones chinas que EEUU tenía previsto imponer este fin de semana.

“Hemos acordado la primera fase de un acuerdo comercial muy grande con China. Han aceptado muchos cambios estructurales y enormes compras de bienes manufacturados, productos agrícolas y energéticos”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
Asimismo, agregó que “los aranceles previstos para el 15 de diciembre no serán aplicados por el hecho de haber alcanzado el acuerdo”.
“Comenzaremos las negociaciones sobre la fase dos del acuerdo de manera inmediata, mejor que esperar hasta las elecciones de 2020. Este es un acuerdo asombroso para todos”, remarcó.
El pacto implica, no obstante, que se mantienen aranceles del 25 % a importaciones chinas valoradas en 250.000 millones de dólares, junto con unos gravámenes reducidos del 7,5 % a importaciones adicionales valoradas en aproximadamente 120.000 millones de dólares, informó Robert Lighthizer, representante de Comercio Exterior de EEUU, en un comunicado.
Lighthizer, quien estuvo al frente de las negociaciones junto con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, subrayó que el acuerdo logra cambios estructurales significativos y completamente verificables, y logra reequilibrar las relaciones comerciales entre EEUU y China”.
Las negociaciones entre ambas partes habían sufrido varios sobresaltos, con informaciones contradictorias y críticas veladas, desde que en octubre se anunció un acuerdo tentativo, por lo que supone una victoria de Trump, que ha hecho del proteccionismo y la guerra comercial con China una de sus principales prioridades.
La disputa comercial entre Washington y Pekín se prolonga ya por más de 18 meses.

China no confirma las afirmaciones de Trump sobre la inminencia de un acuerdo comercial bilateral

PEKÍN.- China no comparte el entusiasmo del presidente Donald Trump, quien aseguró el jueves que se estaba a punto de firmar un acuerdo parcial para reducir la intensidad de la guerra comercial entre los dos países, enzarzados desde hace 19 meses en amenazas comerciales y batallas arancelarias.

"Estamos MUY cerca de un GRAN ACUERDO con China. Ellos lo quieren, ¡y nosotros también!", tuiteó Trump el jueves.
La noticia llenó de euforia los mercados y Wall Street cerró en alza después de que la agencia de noticias Bloomberg informara de que el acuerdo estaba cerrado y solo restaba la aprobación de Trump.
Según la prensa, Washington renunciaría a poner en práctica una nueva salva de aranceles prevista a partir del domingo sobre productos chinos como teléfonos, consolas de videojuegos o ropa deportiva por un valor de 160.000 millones de dólares.
China había dicho que respondería con un arancel del 25% a los automóviles estadounidenses y del 5% a las piezas de vehículos; impuestos que se suspendieron a principios de este año como un gesto de buena voluntad.
El viernes, portavoces chinos no confirmaron las palabras de Trump y se mostraron cautos.
"Llegar a un acuerdo interesa mucho a los dos países", dijo la portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Hua Chunying. Pero el acuerdo al que se llegue debe de ser "beneficioso para ambos", advirtió.
Un acuerdo con China sería una noticia perfecta para Trump en este momento. El presidente ya ha arrancado prácticamente la campaña para su reelección en 2020 y es objeto de un procedimiento que busca su destitución.
Desde hace casi dos años los países se encuentran inmersos en un pulso comercial que se traduce en la imposición mutua de derechos de aduana suplementarios que representan miles de millones de dólares al año.
Estados Unidos quiere que China se comprometa a no subvencionar más a sus empresas públicas, abra su enorme mercado a más bienes y reforme rápidamente prácticas económicas y comerciales que para Washington constituyen un abuso sistemático contra los inversores extranjeros.
Recientemente, sin embargo, funcionarios de la Casa Blanca indicaron que podrían llegar a un acuerdo menos ambicioso al que denominaron "fase uno", más enfocado en que China compre más productos agrícolas estadounidense.
Según el Wall Street Journal, Washington propuso a Pekín una reducción de hasta el 50% de los aranceles estadounidenses sobre 360.000 millones de dólares de importaciones chinas.
El acuerdo prevería también la posibilidad de que Estados Unidos imponga de nuevo los aranceles si China no cumple sus promesas.
Esta guerra comercial, que penaliza a las firmas chinas orientadas a la exportación, también puede perjudicar al crecimiento del gigante asiático. En el tercer trimestre se situó en 6% en ritmo anual, la cifra más baja desde hace 27 años.
Trump ha dicho reiteradamente que China precisa más el acuerdo comercial que Estados Unidos.
En noviembre, el presidente estadounidense sorprendió a todos cuando afirmó que no tenía "una fecha límite" para este acuerdo y dio a entender que podría llegar después de las elecciones estadounidenses de noviembre de 2020.
Además, las tensiones entre China y Estados Unidos también han ido en aumento tras el apoyo otorgado por Washington a los manifestantes prodemocracia de Hong Kong.
En noviembre, Trump firmó una ley que amenaza con suspender el régimen económico especial acordado por Washington a la excolonia británica si el derecho a manifestarse no era respetado. 
Pekín calificó de "abominable" y "siniestro" este gesto de Estados Unidos.
Este viernes, el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, acusó a Estados Unidos de "minar gravemente" la confianza mutua con su apoyo a las manifestaciones de Hong Kong y a la comunidad musulmana uigur.
Un proyecto de ley en la Cámara de Representantes prevé sanciones contra Pekín por el trato que da a esta minoría.
"Este tipo de comportamientos atenta contra la confianza mutua que se construyó con dificultad entre Estados Unidos y China", dijo el ministro.

La COP25 sigue encallada en su respuesta a la urgencia climática


MADRID.- La comunidad internacional seguía encallada en la madrugada del sábado en cómo responder a la urgencia climática, en las últimas horas de una COP25 que podría cerrarse sin el impulso que reclaman la ciencia y la sociedad civil en esta conferencia anual de la ONU.

Cuatro años después de la firma del Acuerdo de París, la ciencia elevó al máximo la alerta que supone el calentamiento, los primeros efectos devastadores empezaron a manifestarse con fenómenos climáticos extremos y millones de personas en el mundo hicieron suya la problemática saliendo a la calle para reclamar acciones rápidas.
Pero el entusiasmo político con el que se suscribió el Acuerdo de París con el fin de limitar el cambio climático a menos de + 2 ºC e idealmente a + 1,5 ºC parece desvanecerse, a la par con un retroceso del multilateralismo y el repliegue nacionalista en el mundo.
"Estamos muy preocupados, la mayoría de los textos (sobre la mesa) no son compatibles ni aceptables respecto al espíritu del Acuerdo de París", indicó el ministro costarricense de Ambiente, Carlos Manuel Rodríguez.
Unos 200 países están llamados a mostrar su determinación de elevar en 2020 sus metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la seguridad climática del + 1,5 ºC.
Pero grandes emisores como China e India descartaron hacerlo próximamente. Estados Unidos mucho menos al haber anunciado su retirada del Acuerdo de París.
Solo la Unión Europea aprobó el jueves en una cumbre en Bruselas lograr la neutralidad carbono en 2050, pero el pacto no incluye a Polonia, uno de los países miembros más contaminantes.
"Debemos mostrar al mundo que somos capaces de alcanzar los acuerdos necesarios para hacer frente a este desafío sin precedentes", dijo en la recta final el coordinador chileno Andrés Landerretche, cuyo país preside la COP25.
Pero las divisiones de la comunidad internacional, que tenía previsto cerrar la conferencia el viernes, se hacían cada vez más evidentes.
Surgieron dos grupos: "Quien quiere ir más deprisa y quien quiere escudarse en lo que hasta ahora ha sido insuficiente para [así] no seguir avanzando", dijo la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Uno de los puntos más peliagudos es un capítulo esencial del Acuerdo, que prevé la regulación de los mercados de carbono, un sistema de intercambio de emisiones entre países y empresas diseñado para rebajarlas.
Algunas países, en especial, Brasil, pero también Australia, son acusados de buscar un "doble conteo", es decir, poder anotarse una reducción de emisiones incluso cuando las venden, lo que dejaría sin efecto el propósito del mecanismo.
"Déjenme ser claro, queremos un compromiso (...) pero de ninguna manera aceptaremos un acuerdo que comprometa la integridad medioambiental", dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
Para Brasil cualquier negociación sobre ese punto debe ir a la par con que los países ricos materialicen su compromiso de apoyar financieramente a las naciones en desarrollo para hacer frente y adaptarse al cambio climático.
Los países ricos "deben cumplir su promesa sobre los fondos", dijo el ministro de Medio Ambiente brasileño, Ricardo Salles.
También reclamó apoyo financiero internacional para proteger el Amazonía, porque sus "ecoservicios tienen un valor".
"Es difícil tomarse en serio la posición de Brasil cuando en casa están incrementando la deforestación", criticó la directora de Greenpeace International, Jennifer Morgan.
Mientras la ONU estima que habría que reducir las emisiones en un 7,6% anual entre 2020 y 2030, estas siguieron aumentando en 2019 en el mundo.
Al ritmo actual, la temperatura mundial podría aumentar hasta 4 o 5 ºC a finales de siglo respecto a la era preindustrial y comprometer el futuro de las jóvenes generaciones.
"Es como si lo que pasara en el mundo real y en las calles con los manifestantes, no existiera", dijo Alden Meyer, un veterano observador de las negociaciones. "Aquí estamos en un mundo imaginario".

La victoria de Johnson, balón de oxígeno cargado de incertidumbre para la economía británica

LONDRES.- La contundente victoria de Boris Johnson en las elecciones legislativas británicas permitirá el Brexit a finales de enero y será un balón de oxígeno para la economía británica, la quinta del mundo, aunque el futuro cercano está también inundado de incertidumbre.

A corto plazo, los inversores parecían contentos. La bolsa recibía los resultados electorales con euforia, con el índice FTSE 250, representativo de la economía británica, disparándose un 4%, hasta llegar a récords históricos.
La libra, barómetro de los mercados sobre el Brexit, superó los 1,35 dólares y alcanzó las mejores cotas en 18 meses. Frente al euro, la divisa británica se situó brevemente al nivel de julio de 2016, poco después del referéndum sobre la salida de la Unión Europea (UE).
- Inyectar millones de libras -
Aunque un gran número de empresarios votaron contra la salida de la UE, la mayoría pedía desde hacía meses que se disiparan las dudas político-económicas que lastraban el crecimiento, hoy en punto muerto.
Carolyn Fairbairn, directora general del CBI, la principal organización patronal británica, pidió a Boris Johnson "utilizar su sólido mandato para reconstruir la confianza y poner fin a un ciclo de incertidumbre" sobre el Brexit.
Más allá del Brexit, el nuevo gobierno debería marcar "el fin de una década de austeridad, y la economía debería pronto beneficiarse de un gran estímulo presupuestario", destaca Ruth Gregory, de Capital Economics.
Los conservadores prometieron inyectar cientos de millones de libras en hospitales y transportes, en lo que llaman una "revolución de infraestructuras", aunque esto pueda suponer aumentar la deuda y los déficits.
Entre las reacciones del viernes, la Federación de las Cámaras de Comercio (BCC) pedía "reformar el impuesto sobre los locales comerciales", una de las promesas de campaña del primer ministro.
Respecto al compromiso del Reino Unido para alcanzar la neutralidad carbono en 2050, los conservadores se muestran mucho menos ambiciosos que los laboristas, que habían prometido un "Green deal" y colosales inversiones en la transición energética.
Jonathan Portes, economista del centro de reflexión sobre el Brexit The UK in a Changing Europe, no espera grandes mejoras: no habrá una "marea de inversiones", como auguró Boris Johnson, y si "hay quizás una mejora en el consumo --o en el sector inmobiliario-- será modesta", agregó.
Según él, "la economía británica seguirá en una trayectoria de crecimiento lento", especialmente porque el aumento de los gastos gubernamentales no será suficiente para "contrarrestar los daños en los servicios públicos" causados por una década de austeridad.
Con el acuerdo negociado por Boris Johnson, el Reino Unido, incluyendo Irlanda del Norte, saldrá de la UE tras un periodo de transición de uno a tres años.
El verdadero desafío será el futuro tratado comercial de Reino Unido con el bloque europeo, ya que determinará las relaciones del país con su principal socio económico para las próximas décadas.
El centro de reflexión The UK in a Changing Europe prevé que el acuerdo defendido por Johnson podría hacer "reducir el Producto Interior Bruto por habitante del Reino Unido de 2,3% a 7%, en comparación de si se hubiera quedado en la UE", en un plazo de 10 años.
Este dato se acerca a las previsiones que el gobierno británico había adelantado en un informe hace un año.
Según Portes, incluso si el futuro acuerdo comercial se apoya en la UE en términos de reglamentación, con aranceles mínimos o nulos, y sin cupos entre las transacciones UE-Reino Unido, el impacto económico no podrá ser totalmente neutralizado.

El acuerdo comercial, próxima batalla del Brexit

LONDRES.- A partir del 31 de enero, fecha del Brexit, un nuevo frente se abrirá para los europeos: las discusiones de cara a un amplio acuerdo comercial con el Reino Unido que ya se anuncian complejas.

Tras la contundente victoria del primer ministro británico, Boris Johnson, en las elecciones legislativas anticipadas, Bruselas espera que cumpla su promesa y consume el Brexit en la fecha prevista.
La cuestión es ahora saber si la UE y Reino Unido podrán alcanzar rápidamente un acuerdo global para mantener sus intercambios comerciales o si, al contrario, deberán extender el período de transición pos-Brexit previsto actualmente hasta fines de 2020.

A continuación, un repaso sobre la situación antes de las negociaciones:

- Qué calendario -
Johnson asegura que cerrará un nuevo pacto comercial con la UE antes del final del período de transición –que comenzará con la salida del país y se prolongará hasta el 31 de diciembre de 2020– y descarta pedir prórrogas a Bruselas.
Pero los expertos coinciden en que tomará mucho más tiempo lograr un acuerdo comercial global digno de un país destinado a convertirse en el socio más cercano de la UE.
Por ejemplo, entre el inicio de las discusiones y la entrada en vigor de un acuerdo con la UE, se necesitaron ocho años y medio en el caso de Canadá, seis años y medio para Japón y nueve para Singapur.
"La conclusión de un acuerdo comercial a finales de 2020 es muy ambicioso. Pero no lo conseguiremos, si no lo intentamos", señaló el primer ministro irlandés, Leo Varadkar.
El gobierno británico tiene hasta el 1 de julio para pedir una prórroga del período de transición más allá de 2020, una única solicitud y por un período de uno o dos años adicionales.
Si el acuerdo debe negociarse rápidamente, sin prolongación, su ambición será mucho más limitada, explicó Fabian Zuleeg, economista del centro de reflexión European Policy Centre.

- ¿Qué negociar? -
Para firmar un acuerdo antes de finales de 2020, los negociadores deberán mostrar progresos suficientes en unos seis meses para dar tiempo para su traducción, su examen por los juristas y su ratificación.
Según Zuleeg, un acuerdo "muy básico" sería posible en ese período de tiempo, pero la capacidad de negociación del Reino Unido "sobre asuntos delicados como los servicios, la pesca o Gibraltar" sería entonces "muy limitada".
Un acuerdo sobre una reducción de los aranceles es en cambio posible en este período.

- ¿Riesgo de un Brexit sin acuerdo? -
Si Johnson rechaza prorrogar el período de negociación, la amenaza de un Brexit sin acuerdo resurgiría de nuevo, lo que podría implicar la ruptura brutal de los vínculos comerciales entre la UE y el Reino Unido y un impacto en sus economías.
El punto de partida de las discusiones "es la ausencia de acuerdo y el estatus de terceros países", señala Zuleeg.
Como tercer país, el Reino Unido volvería inmediatamente a las limitadas condiciones comerciales establecidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Los aranceles sobre productos clave serían elevados, lo que arruinaría por ejemplo los sistemas comerciales establecidos para la producción británica de vehículos y otros bienes industriales, que dependen de piezas procedentes del extranjero.
Los puntos de entrada al Reino Unido estarían abarrotados de controles aduaneros.

- ¿Qué mandato? -
Según el proyecto de declaración de la cumbre europea del viernes los dirigentes europeos pedirán a la Comisión preparar lo antes posible un mandato de negociación.
Este mandato, que fijará la visión europea sobre el futuro acuerdo comercial y sus líneas rojas, deberá obtener el visto bueno de los 27 países del bloque.
El ejecutivo comunitario, responsable de la política comercial europea, podrá entonces negociar en su nombre.
Pero las opiniones difieren por el momento entre países, con Francia y Irlanda, por ejemplo, especialmente atentas a la cuestión agrícola.

El triunfo de Johnson rompe los sueños y los corazones de los europeístas británicos

LONDRES.- Después de todos los argumentos y marchas masivas, los opositores al Brexit enfrentaban el viernes una dura verdad tras la contundente victoria electoral del primer ministro Boris Johnson: no habrá un segundo referendo y el divorcio con Europa es inevitable. 

Los conservadores obtendrían su mayoría parlamentaria más holgada desde 1987 y Johnson podrá aprobar su acuerdo de divorcio en el Parlamento, lo que permitirá que Reino Unido deje la UE el mes que viene.
Será la decisión geopolítica de Reino Unido más importante desde la Segunda Guerra Mundial.
Algunos de los partidarios de realizar una nueva votación sobre el Brexit se culpaban a sí mismos por la aplastante derrota. La principal organización que hizo campaña por un segundo referendo colapsó, mientras que el líder del Partido Laborista se mostró ambivalente y prometió que se mantendría neutral en cualquier nueva votación.
“Estoy angustiado y, como todos los demás miembros de la comunidad que buscaba permanecer en la UE, desearía que hubiésemos tenido una representación más competente”, dijo Mike Galsworthy, un activista contra el Brexit.
El referéndum de 2016 sobre la pertenencia a la Unión Europea ha sido el tema más divisivo en la historia británica reciente, exponiendo las brechas entre pueblos y ciudades, entre jóvenes y ancianos, entre los beneficiados por la globalización y los perjudicados.
Para muchos europeístas en Reino Unido, otro referendo representaba la mejor oportunidad de poner fin a la turbulencia y parálisis política. Si se hubiesen unido como fuerza política, habrían tenido oportunidad de cambiar el resultado.
Además de sus propias faltas, los llamados “remainers” fueron superados estratégicamente. Los principales partidos de oposición no trabajaron juntos para forjar una alianza funcional, desconcertando a millones de británicos. 
Después de su aplastante victoria electoral, Johnson dijo que “todas esas amenazas miserables” de un segundo referendo han terminado y le pidió a un manifestante que usaba un sombrero con la bandera azul y dorada de la UE que se retirara.
“Le digo respetuosamente a nuestro ruidoso amigo con el sombrero azul de 12 estrellas que es hora de poner un calcetín en el megáfono y dejar a la gente en paz”, sostuvo.

Boris Johnson dice a Sturgeon que no habrá otro referéndum sobre la independencia de Escocia

LONDRES.- El primer ministro británico, Boris Johnson, le dijo el viernes a la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, que no apoyará su plan para realizar un segundo referéndum de independencia, en un claro enfrentamiento pocas horas después de que ambos líderes salieran triunfantes de una elección general. 

Sturgeon había exigido el viernes otro referéndum de independencia después de que el Partido Nacional Escocés (SNP), al cual pertenece, obtuviera 48 de los 59 escaños de Escocia en el Parlamento británico.
Johnson, que con el Partido Conservador logró una rotunda victoria en los comicios del jueves, habló con Sturgeon más tarde y le dijo que no aceptará otro elección independentista, ya que los votantes respaldaron hace solo cinco años la permanencia de Escocia en Reino Unido.
“El primer ministro dejó en claro cómo sigue oponiéndose a un segundo referéndum de independencia (...) la mayoría de las personas en Escocia no quieren regresar a la división y la incertidumbre”, dijo la oficina de Johnson en un comunicado. 
“El resultado del referéndum de 2014 fue decisivo y debe respetarse”, añadió.
Sturgeon respondió poco después vía Twitter, al decir que le comunicó al primer ministro que su mandato político de dar a las personas una opción debe ser respetado, “tal como él espera que se respete su mandato”.

De Guindos, del BCE, dice que los resultados de las elecciones británicas eliminan incertidumbres

MADRID.- Los resultados de las elecciones británicas son “positivos” a corto plazo, ya que eliminan la incertidumbre sobre el proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea, dijo el viernes el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos. 

De Guindos también dijo que la desaceleración en la zona euro había tocado fondo ante las señales de estabilización de la economía del bloque, ya que no se había materializado el escenario de un Brexit desordenado o la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
El exministro hizo estos comentarios un día después de que Christine Lagarde se mostrara más optimista con respecto a la economía en su primera conferencia de prensa al frente del BCE y de que el primer ministro Boris Johnson obtuviera el jueves una rotunda victoria electoral que le permitirá sacar a Reino Unido de la Unión Europea dentro de unas semanas.

Las Bolsas celebran con máximos a Boris Johnson y el pacto comercial China-EEUU

MADRID.- Las bolsas mundiales han registrado una fuerte corriente compradora, más moderada en los últimos compases de la sesión en Europa, en respuesta al resultado de las elecciones en Reino Unido, al acuerdo comercial entre EEUU y China que parece más cercano y a las mejores perspectivas para el crecimiento.

El principal indicador de la Bolsa española, el IBEX 35, ha subido 95,2 puntos, el 1,01 %, hasta los 9.563,7 puntos. Finalmente no ha conseguido superar su máximo anual (9.581,9 puntos, del 18 de abril pasado) aunque a lo largo de la sesión ha llegado a rebasarlo con creces, hasta los 9.650,90 puntos.
La Bolsa de Londres ha celebrado la victoria contundente de Johnson con una subida del 1,10 % aunque pero está todavía lejos de su máximo anual, del pasado 29 de julio (7.686,61 puntos).
La libra se ha revalorizado un 1,25 % en relación con el dólar, con el que se cruza a 1,334, el valor más alto desde el 13 de marzo de 2019, y con el euro cotiza a 1,199, su mejor cota desde el 21 de abril de 2017.
Los principales mercados europeos han subido pero tampoco han conseguido colocarse en los máximos anuales que sí habían tocado intradía: París se ha elevado un 0,59 % y Fráncfort ha ganado el 0,46 %. Mientras, Milán ha recortado un 0,31 % desde el máximo que conquistó en la sesión del jueves.
Igualmente, las plazas asiáticas han reaccionado con euforia, en este caso por el previsiblemente más cercano acuerdo comercial, con avances del 2,5 % en Hong Kong y Tokio -que ha alcanzado su máximo desde el 26 de septiembre de 2018- y del 2 % en el CSI 300 chino.
La explicación fundamental de esta ola compradora es el resultado de las elecciones en Reino Unido, que han dado una mayoría absoluta al primer ministro, Boris Johnson, lo que evita el "mal mayor" que hubiera sido la victoria de los laboristas de Jeremy Corbyn, según los analistas.
Además, un resultado tan contundente cierra un largo periodo de incertidumbre que ha castigado con fuerza a la renta variable y a la libra y permitirá negociar el acuerdo de salida del Reino Unido de la UE el próximo 31 de enero, como pretende Johnson, si bien algunos expertos alertan sobre el escaso margen temporal para negociar.
Otra razón para el optimismo es la posibilidad de que se firme el acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, que evitaría nuevos aranceles programados inicialmente para el próximo domingo y que es uno de los factores que más han contribuido a la incertidumbre y a la desaceleración de la economía mundial en los últimos meses.
Donald Trump habló a través de su medio favorito, Twitter, de la cercanía de la firma con China de la primera fase del acuerdo comercial, que el jueves impulsó los índices estadounidenses Nasdaq y S&P hasta máximos históricos y dejó al Dow Jones al borde de un nuevo récord.
Pero hoy primó la cautela. Al término de la sesión en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones de Industriales subió un leve 0,01 % o 3,33 puntos, situándose en 28.135,38, a la par que el selectivo S&P 500, también un 0,01 % o 0,23 enteros, hasta 3.168,80.
El índice del mercado compuesto Nasdaq, que aglutina a las tecnológicas más importantes, avanzó con un poco más de brío durante la jornada y finalmente logró un 0,20 % o 17,56 enteros más, hasta los 8.734,88.
Los bancos centrales también han puesto su granito de arena en este movimiento alcista de las bolsas, ya que tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo dibujan un panorama algo más claro para la economía mundial, aún con todas las cautelas.
La Reserva, incluso, ha parado el movimiento de bajada de tipos y no hará ninguna nueva en 2020, contra la creencia de los analistas que hasta hace apenas unas semanas auguraban un nuevo recorte para tratar de apuntalar el crecimiento.
También el petróleo celebra las mejores perspectivas para la economía mundial, con una subida del 1,12 % (hasta los 64,91 dólares por barril de Brent), que se suma al 0,75 % de la víspera.
Mientras, el mercado de deuda se muestra más estable, con el interés del bono español a 10 años en el 0,407 % y con un ligero descenso de la prima de riesgo, hasta los 70 puntos básicos.

Wall Street recibe sin entusiasmo el principio del acuerdo comercial con China

NUEVA YORK.- Wall Street recibió este viernes sin demasiado entusiasmo el principio de acuerdo comercial anunciado a primera hora por Estados Unidos y China, y dos de sus principales indicadores cerraron la sesión cerca de la línea plana, si bien el mercado se anotó ganancias semanales.

Al término de la sesión en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones de Industriales subió un leve 0,01 % o 3,33 puntos, situándose en 28.135,38, a la par que el selectivo S&P 500, también un 0,01 % o 0,23 enteros, hasta 3.168,80.
El índice del mercado compuesto Nasdaq, que aglutina a las tecnológicas más importantes, avanzó con un poco más de brío durante la jornada y finalmente logró un 0,20 % o 17,56 enteros más, hasta los 8.734,88.
Por sectores, el mayor avance fue para las empresas de servicios públicos (0,84 %) y tecnológicas (0,64 %), mientras el retroceso más notable fue para las energéticas (-0,91 %) y las de materiales básicos (-0,81 %).
Ayer jueves el parqué neoyorquino se anotó récords ante las expectativas por la primera fase de un "gran acuerdo" con Pekín, según anticipó en su cuenta de Twitter el presidente Donald Trump, que no obstante rebajó hpy los ánimos antes de la apertura de la sesión.
Trump dijo que las informaciones de prensa referentes a los aranceles del potencial pacto eran "completamente erróneas", lo que propició que Wall Street comenzara la jornada con incertidumbre.
Poco después el mandatario anunció el cierre de la primera fase de "un acuerdo comercial muy grande" con China y, como consecuencia, la suspensión de la nueva ronda de aranceles a importaciones chinas que EE.UU, tenía previsto imponer este fin de semana.
"Han aceptado muchos cambios estructurales y enormes compras de bienes manufacturados, productos agrícolas y energéticos", desgranó Trump en su cuenta de Twitter.
El representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, explicó que China comprará bienes agrícolas por valor de unos 40.000 millones de dólares y que ambas partes pretenden firmar el acuerdo en junio.
El pacto implica, no obstante, que se mantienen aranceles del 25 % a importaciones chinas valoradas en 250.000 millones de dólares, junto con unos gravámenes reducidos del 7,5 % a importaciones adicionales valoradas en aproximadamente 120.000 millones de dólares, informó hoy Lighthizer.
Tras el anuncio, Wall Street atravesó una jornada irregular, con el Dow Jones y el S&P 500 oscilando cerca de la línea plana, entre el rojo y el verde, aunque al final primaron las compras.
Los analistas apuntan a que los inversores también mostraron su preocupación por la situación en Reino Unido, donde el Partido Conservador de Boris Johnson obtuvo una clara mayoría absoluta, lo que con toda seguridad propiciará que se verifique el "brexit".
No obstante, el mercado cierra la semana con ganancias: en torno al 0,40 % para el Dow Jones, el 0,70 % para el S&P 500 y el 0,90 % para el Nasdaq.
La mitad de las 30 cotizadas del Dow Jones cerraron hoy en verde, encabezadas por American Express (1,69 %), Visa (1,37 %), Apple (1,36 %) y Home Depot (0,88 %).
Entre las que más descendieron, Dow Inc (-2,19 %), Exxon Mobil (-1,56 %), Boeing (-1,33 %) y Walgreens (-1,19 %).
En otros mercados, el petróleo intermedio de Texas se disparó hasta los 60,07 dólares el barril y al cierre de Wall Street, el oro subía a 1.479,80 dólares la onza, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cedía al 1,821 % y el dólar ganaba terreno frente al euro, con un cambio de 1,1115.

El petróleo de Texas sube un 1,5 % tras el acuerdo comercial EE.UU.-China

NUEVA YORK.- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este viernes con un ascenso del 1,5 %, hasta los 60,07 dólares, en un momento de mayor optimismo entre los inversores por el acuerdo comercial de fase uno entre Estados Unidos y China.

Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros de WTI para entrega en enero sumaron 89 centavos de dólar respecto a la sesión previa del jueves.
El petróleo subió así a su nivel más alto en casi tres meses, superando la barrera de los 60 dólares, ya que los inversores aplaudieron la resolución de la disputa comercial entre Estados Unidos y China, además del claro resultado de las elecciones generales en Gran Bretaña.
Tras casi 18 meses de guerra comercial, y la consiguiente escalada de aranceles, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este viernes el cierre de la primera fase de un pacto con China que incluye la retirada parcial de aranceles y el aumento de las compras chinas de productos de EE.UU.
"Hemos acordado la primera fase de un acuerdo comercial muy grande con China. Han aceptado muchos cambios estructurales y enormes compras de bienes manufacturados, productos agrícolas y energéticos", afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
La guerra comercial de 18 meses ha presionado los precios del petróleo, mientras que la incertidumbre en torno al Brexit también ha pesado.
En Gran Bretaña ganó una gran mayoría el partido conservador en las elecciones generales del jueves, allanando el camino para que el primer ministro, Boris Johnson, saque al país de la Unión Europea.
El valor del crudo también está respaldado por los esfuerzos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados, incluida Rusia, para reducir la producción.
La alianza, conocida como OPEP +, acordó la semana pasada reducir el suministro en otros 500.000 barriles por día a partir del 1 de enero.
En este contexto, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en enero subieron cuatro centavos de dólar hasta 1,66 dólares el galón, y los de gas natural con vencimiento el mismo mes bajaron tres centavos hasta 2,29 dólares por cada mil pies cúbicos.

Fitch mantiene la nota a España a la espera del nuevo Gobierno

MADRID.- La agencia de calificación de riesgo Fitch ha mantenido este viernes la calificación de España en notable bajo (A-) con perspectiva estable, a la espera de que se forme un Gobierno de coalición de PSOE y Podemos que ve difícil que pueda estar funcionando antes de que acabe el año.

En un comunicado, la agencia destaca la complejidad de las negociaciones con ERC, ya que esta formación ha llevado las conversaciones al terreno del independentismo, lo que añade incertidumbre sobre el momento en que se podrán aprobar los presupuestos de 2020 y sobre su contenido.
Según Fitch, la economía española se mantiene relativamente resistente en medio de las dudas políticas en el ámbito interno y de la desaceleración del crecimiento entre sus principales socios comerciales mundiales.
A su juicio, los mayores riesgos que afronta la economía española, además del riesgo político asociado a la crisis en Cataluña, son el alto nivel de endeudamiento público y la elevada tasa de paro.
La demanda interna (consumo e inversión) seguirá siendo el principal motor del crecimiento, aunque Fitch pronostica que se desacelerará hasta el 1,7 % en 2020, como consecuencia de la menor generación de empleo y de la ralentización del consumo de las familias.
La agencia calcula que el déficit público cerrará este año en el 2,2 % del PIB, dos décimas por encima de lo previsto por el Gobierno, y que se reducirá a menor ritmo en los dos años siguientes: hasta el 2 % del PIB en 2020 y el 1,8 % en 2021.
El endeudamiento del sector público seguirá elevado y solo bajará al 95 % para 2021, aunque con la previsión de que se mantengan las condiciones favorables para su financiación.

El CERN adelanta a mayo de 2021 la reapertura de su acelerador de partículas

GINEBRA.- El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Centro Europeo de Física de Partículas (CERN), cerrado desde hace un año por trabajos de renovación y mejora, se reabrirá en mayo de 2021, dos meses antes de lo previsto, anunció hoy la institución científica ubicada en Ginebra (Suiza) en un comunicado.

La nueva fecha se decidió en la reunión del consejo gestor del CERN, este jueves, en la que también se fijó que la siguiente pausa para renovaciones será entre 2025 y 2027, y que en ella se instalará equipamiento definitivo para aumentar la luminosidad del acelerador e incrementar con ello las colisiones de partículas.
Durante el actual cierre del LHC, segundo desde que comenzara a funcionar de forma experimental en 2008, ya se han mejorado instalaciones del acelerador especialmente en sus cuatro zonas de colisión, los centros de experimentación Alice, Atlas, CMS y LHCb, de cara a la futura fase de alta luminosidad.
Un mayor número de colisiones en el acelerador de 27 kilómetros, por el que las partículas circulan a velocidades próximas a la de la luz, dará a los investigadores 10 veces más datos de los recogidos hasta ahora y con ello más posibilidades de encontrar partículas subatómicas como el bosón de Higgs, descubierto por el CERN en 2012.
Los físicos del CERN han centrado parte de su trabajo en analizar si esa partícula, muy diferente a todas las que se conocían hasta ese momento, se desintegra o se transforma en otras para verificar así las predicciones del Modelo Estándar de la física de partículas.

México ve el litio como ‘nuevo petróleo’ para automóviles eléctricos

MÉXICO.- México avanza en proyectos de desarrollo de litio para la industria de autos eléctricos y llama al mineral el nuevo petróleo del país, nueve años después de descubrir uno de los depósitos más grandes del mundo.

Varios proyectos e investigaciones van en marcha para usar el mineral para baterías y áreas como la salud, dijo el viernes vía Twitter la secretaria de Energía, Rocío Nahle.
Un día antes, Víctor Toledo, el secretario de Medio Ambiente de México, dijo que México debería poder producir automóviles eléctricos en fábricas públicas. 
“El litio se va a convertir en el nuevo petróleo”, dijo.
México encontró en 2010 una bolsa gigante de litio en Bacadéhuachi, en el estado norteño de Sonora, pero aún no ha desarrollado una industria para extraer y procesar el mineral y hacerlo apto para alimentar cualquier cosa, desde un automóvil hasta un teléfono celular.
Francisco Quiroga, subsecretario de Minería, dijo a principios de este mes que se espera una producción inicial anual de carbonato de litio en Bacadéhuachi de 17.500 toneladas por año y podría aumentar a 35.000 toneladas en un periodo no revelado.
México se une a las filas de los países ricos en litio que intentan sacar provecho del auge de autos eléctricos que se espera dispare la demanda por el metal. Se vendieron más de 2 millones de vehículos eléctricos en 2018, y BloombergNEF ha proyectado que más de la mitad de todas las ventas de autos de pasajeros serán de unidades eléctricas para 2040. El litio es clave para producir las baterías típicas utilizadas para vehículos eléctricos.

Las remesas a El Salvador superan 5.000 millones de dólares, un 4,8% más que 2018

SAN SALVADOR.- Las remesas de dinero que recibió El Salvador entre enero y noviembre de este año superaron los 5.000 millones de dólares, un 4,8 % más que lo registrado en el mismo período de 2018, informó este viernes el Banco Central de Reserva (BCR).

La institución financiera señaló que las remesas familiares, llegadas principalmente de Estados Unidos, alcanzaron los 5.099,3 millones de dólares, 234,3 millones más que los 4.865 millones recibidos durante en los mismo once meses de 2018.
En este período, el país centroamericano recibió 4.842,2 millones de dólares solo desde Estados Unidos, cifra que representa aproximadamente el 95 % de estas divisas.
La caída de la tasa de desempleo entre octubre y noviembre pasados, que pasó del 3,6 % a un 3,5 %, es uno de las factores relacionados por el BCR con esta cantidad de dinero enviado de Estados Unidos.
El segundo país con mayor monto de envío de remesas familiares a la nación centroamericana fue Canadá con 46,2 millones de dólares.
El Banco Central añadió que la zona central del país fue la que más dinero recibió con 1.864,5 millones de dólares (36,6 %) y le siguen los departamentos de la zona oriental con 1.636,9 millones (32,1 % ) de las remesas.
Cifras del BCR dan cuenta de que estas divisas benefician a cerca del 20 % de los hogares salvadoreños, unas 353.000 familias, por lo que constituye uno de los pilares de la economía del empobrecido país centroamericano.
Los 2,8 millones de salvadoreños que viven en Estados Unidos enviaron buena parte de los 5.468,7 millones de dólares en remesas que recibió el país en 2018.
De acuerdo con las autoridades de economía del país centroamericano, las alzas en la remesas familiares se dieron principalmente por el denominado "efecto Trump", en referencia a la asunción del magnate Donal Trump al poder en Estados Unidos.
Por el "efecto Trump (...) lo que la gente está haciendo es trasladar sus ahorros a sus lugares" de origen, aseguró a finales de junio de 2017 el entonces ministro de Economía salvadoreño Tharsis Salomón López.

La principal zona cafetalera de Costa Rica inicia la recolección del grano

SAN JOSÉ.- La principal área cafetalera de Costa Rica conocida como Zona de los Santos inició esta semana el proceso de recolección del grano y trabaja en una temporada basada en la calidad de su café gourmet.

Los peones, en su mayoría indígenas panameños y nicaragüenses, llegaron al país para trabajar en la cosecha que se estima durará hasta el mes de marzo. De momento, se encuentran en la recolección de graneas, que son aquellos primeros granos que empiezan a madurar.
"Lo que exportamos es calidad y no volumen, un café más gourmet, es un orgullo estar en una de las zonas más reconocidas a nivel mundial. Ahorita estamos en el proceso de graneo, que se recolecta con peones, que vienen por temporadas, y luego eso pasa a máquinas, es un proceso que se llama beneficiado", explicó el productor Brannier Alvarado, de 36 años.
Alvarado tiene su finca en el cantón de Tarrazú, ubicado en Zona de los Santos, un área mayoritariamente productora de café. 
Datos del Instituto del Café de Costa Rica la colocan como la región número uno, de las ocho que existen en el país en cuanto a la producción cafetalera nacional, aportando un 40 por ciento del total.
Parte importante del proceso de producción es la recolección del grano, que recae en mano de obra panameña y nicaragüense, ya que según explican los lugareños, los jóvenes se han enfocado en otras industrias o migran a las zonas urbanas para estudiar.
"Nosotros llegamos aquí para la temporada, vengo con mi familia que somos un grupo de 12 personas, cuando termina la recolección de café regresamos a Panamá. Es un trabajo normal, me siento contento y cada año nosotros regresamos para trabajar en la cosecha", dijo el indígena panameño, Arcario Briceño, quien se quedará en el país hasta marzo.
El café en esta región se cultiva entre 1.200 y 1.800 metros de altitud que combinado con una mezcla de elementos como clima, suelo y secretos propios de los caficultores permite complacer los paladares más exigentes.
El finquero Asisclo Vargas destacó que todos los años llegan los peones para apoyarlo en la recolección que dura entre dos y tres meses, mientras que algunos se quedan un poco abonar y preparar para la próxima cosecha.
"Estamos es un área privilegiada, desde aquí sale uno de los mejores cafés del mundo. La mayoría del café que aquí producimos es para exportación, vienen muchas empresas foráneas, y solamente un 10 % queda para consumo nacional", manifestó Vargas.
Cifras oficiales indican que el país actualmente exporta el 90 por ciento de su producción a países como Alemania, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Japón, Corea, China y Australia, entre otros.
El café es uno de los principales productos agrícolas de Costa Rica después del banano y la piña, con exportaciones de más de 300 millones de dólares anuales.
Costa Rica, reconocido mundialmente por la calidad de su café, cuenta con unas 84.000 hectáreas cultivadas y unos 50.000 productores, la mayoría pequeños, en todo el país.
La cosecha 2018-2019, que finalizó en marzo pasado, fue un 14,8 % menor a la de 2017-2018, la más baja de las últimas cuatro décadas. Las autoridades atribuyeron la baja a factores como el comportamiento del ciclo de producción y a los efectos del hongo de la roya.

La cumbre climática acerca un acuerdo que regule los mercados de carbono

MADRID.- La cumbre climática de Madrid prolongará las negociaciones para tratar de lograr un amplio consenso, pero acaricia un acuerdo que apuesta por aumentar la ambición para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con el Acuerdo de París.

Todavía persisten sin embargo muchas diferencias en asuntos clave de la negociación, entre ellos el artículo 6 del Acuerdo de París, de 2015 que regula los mercados de carbono, una de las principales herramientas de los gobiernos para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Algunas partes se inclinan ya por cerrar un acuerdo muy general sobre este artículo y aplazar las cuestiones más técnicas para otra cita.
Durante las últimas horas han vuelto a circular los borradores con los que están trabajando los negociadores, en los que se plasma ya la urgencia de aumentar la ambición climática y de responder a las necesidades de los países en desarrollo ante la amenaza del cambio climático.
El último borrador plantea la necesidad también de proporcionar información sobre las contribuciones nacionales (los compromisos firmes que cada país está dispuesto a asumir) que deberán ser revisadas al alza de acuerdo con el pacto de París, que entra en vigor en 2020.
Andrés Landerretche, portavoz de la Presidencia chilena de la COP25, ha comparecido ante los medios de comunicación para expresar su "optimismo" sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo en el tramo final de la Conferencia.
"Los ojos del mundo están puestos sobre nosotros y queremos llegar a un acuerdo pasen las horas que pasen", ha manifestado el portavoz chileno, quien ha reconocido que las negociaciones son "muy difíciles", pero, ha asegurado, "no saldremos de aquí sin un buen resultado".
El representante de la Presidencia ha informado de la situación de las negociaciones después de que los ministros que habían trabajado como "facilitadores" culminaran su labor y trasladaran a las partes sus propuestas.
Previamente, la ministra española en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, una de las mediadoras, señaló que habían llegado "hasta donde podíamos llegar" y ahora tocaba "alcanzar el consenso o el equilibrio", que debería sentenciar en qué punto se puede llegar a un acuerdo y en cuáles no.
Según Ribera, hay que dejar claro "cuáles son los elementos en los que es imposible llegar a un acuerdo e identificar los puntos en lo que se puede ceder o no".
La jornada de hoy estaba programada como la última de la COP25, pero es habitual en este tipo de citas que la negociación se prolongue durante la madrugada o incluso hasta el fin de semana.
No es una tarea fácil garantizar que las grandes herramientas de los gobiernos para la reducción de las emisiones de dióxido de carbono sean suficientemente transparentes y fiables desde el punto de vista de la contabilidad de los créditos y permisos para contaminar, pues su funcionamiento es muy complejo.
Además los pequeños Estados insulares, especialmente en zonas del Pacífico y el Caribe y otros países especialmente vulnerables sin apenas recursos, reivindican más ayudas a los ricos para afrontar una crisis climática de la que no se sienten responsables y de la cual serán los más perjudicados.
Las fricciones entre países vienen también del lado de la ciencia porque no todos quieren plasmar en los documentos compromisos más ambiciosos y basados en las evidencias científicas que alertan de los graves daños que afrontará el planeta si el aumento de la temperatura sobrepasa 1,5 grados este siglo.
Mientras se suceden las negociaciones en el recinto ferial de Madrid, en el exterior decenas de jóvenes han protagonizado una sentada para denunciar la ausencia de avances en las negociaciones y la "desconexión" entre las delegaciones oficiales y las demandas sociales en las calles.
El movimiento juvenil Fridays For Future, que ha estado por primera vez en una cumbre de este tipo, ha lamentado que la COP25 "no ha servido de nada, y no solo eso, sino que estamos viendo retrocesos".
Junto a la sede de la Conferencia, un grupo de activistas de la organización Greenpeace han descolgado esta mañana varias pancartas para pedir a los políticos más acción frente al cambio climático.
En paralelo a la "zona azul" -gestionada por la ONU y donde se suceden las negociaciones oficiales- la "zona verde", abierta a la participación social, ha movilizado durante estas dos semanas a más de 30.000 personas, con más de 600 actividades protagonizadas por jóvenes, ong, ministerios, instituciones y empresas, según el Ministerio español para la Transición Ecológica.

España reduce ligeramente su deuda pública al 97,8% del PIB

MADRID.- La deuda pública de España bajó al 97,8% de su Producto Interior Bruto (PIB) en el tercer trimestre, contra 99% en el periodo anterior, según los datos publicados este viernes por el banco central del país.

El gobierno socialista en funciones de Pedro Sánchez se fijó una deuda del 96,1% del PIB a finales de 2019 pero se enfrenta a la desaceleración de la cuarta economía de la zona euro.
En valores absolutos, la diferencia es mínima: 1,208 billones de euros a finales de septiembre contra 1,211 billones a finales de junio.
La deuda de la Seguridad Social, generada principalmente por el pago de las pensiones de jubilación, se disparó en un 50,4% en un año entre temores por la sostenibilidad del sistema.
En 2007, antes de la crisis financiera mundial, que en España se sumó al estallido de su burbuja inmobiliaria, la deuda del país era inferior al 37% del PIB.
Tras años de fuerte crecimiento, la economía española está entrando en una etapa menos vigorosa, ligada en parte a la desaceleración de sus grandes socios europeos y la incertidumbre sobre el comercio mundial.
A principios de noviembre, la Comisión Europea revisó a la baja su previsión de crecimiento para España en 2019 del 2,3% al 1,9%.
El Banco de España prevé un 2% y el gobierno apunta a un 2,1%.

Francia afronta el espectro de una Navidad perturbada por la huelga

PARÍS.- Tras nueve días de huelga en contra de la reforma de las pensiones en Francia, ciudadanos y comerciantes comienzan a estar cansados de la parálisis parcial en la que vive el país y temen que el movimiento se prolongue y afecte a las fiestas navideñas.

El fantasma de 1995, cuando los sindicatos lograron paralizar el país durante tres semanas -lo que obligó al gobierno conservador dirigido entonces por Alain Juppé a recular en su proyecto de reforma de la seguridad social- vuelve a planear sobre el país.
Esta vez es un discípulo de Juppé, el primer ministro, Edouard Philippe, quien pilota la de las pensiones, con la táctica clara de no repetir los errores de su admirado antecesor.
Los sindicatos no están dispuestos a relajar la presión que ejercen esencialmente con la parálisis de los transportes públicos y el próximo martes han convocado una gran jornada de huelga y manifestaciones en todo el país.
En ese contexto, los ciudadanos temen de que las posiciones sindicales y las del Gobierno se polaricen y que eso se traduzca en un alargamiento del conflicto social y de los paros.
Desde Bruselas, donde participó en la cumbre europea, el presidente, Emmanuel Macron, mostró su solidaridad con los afectados por los paros y pidió al Gobierno que siga avanzando en la adopción de una reforma que consideró "histórica".
Aunque el porcentaje de huelguistas no ha dejado de bajar en la compañía de ferrocarriles SNCF -de más del 55 % el 5 de diciembre al 13,3 % registrado este viernes-, sigue siendo muy alto entre los maquinistas, superior a los dos tercios, lo que obliga a suspender numerosos trenes.
Una situación que se prolongará como mínimo hasta el martes próximo, aunque la dirección de la SNCF reconoció que ya está preparándose para afrontar unas navidades complicadas.
En previsión de que eso ocurra, ha limitado las ventas de billetes para esos días y dará prioridad al transporte de los usuarios que ya los hayan adquirido, pese a que tenga que concentrar los horarios, explicó una portavoz de la empresa.
El próximo martes, anunciará los trenes que se mantienen hasta el domingo 22 y el jueves dirán los que circularán en Nochebuena y Navidad.
"Es una situación insostenible. Es necesario que se sienten a negociar cuanto antes y que se vuelva la normalidad", afirmó el vicepresidente de la Asociación de Usuarios de Transportes Públicos de la región de París, Michel Babut.
"El recuerdo de 1995 está presente, pero los sindicatos y el Gobierno deben saber que los franceses no soportarían unas navidades sin poder pasarlas con la familia", agregó.
Las imágenes de aglomeraciones en las paradas de tren, metro y autobús, las quejas constantes de los usuarios, que ven multiplicado el tiempo para llegar a sus puestos laborales, están comenzando a provocar agotamiento, aunque las encuestas indican que una mayoría de los franceses apoya aún a los huelguistas.
Otra señal de alarma llega desde los comerciantes, que alertan de las consecuencias que para sus ingresos puede tener la sucesión de días de huelga.
Entre el 30 y el 50 % de caída de la facturación en determinados sectores, según la Cámara de Comercio de la región de París, que recuerda que las tiendas de juguetes venden el 20 % de su año en diciembre.
A los cierres forzosos por empleados que no pueden llegar a las tiendas y la caída de clientes se suma el "efecto dominó" que provoca la sucesión de conflictos sociales, que a su juicio está degradando el atractivo de la capital tanto para los turistas como para la organización de ferias y congresos.
La actividad comercial estaba volviendo a la normalidad tras las dificultades de principios de año causadas por las manifestaciones de los "chalecos amarillos".
Otro punto sensible son las refinerías de combustible, un sector controlado por el sindicato CGT, el más radical de todos y que está demostrando un gran poder de movilización en los transportes públicos.
Según la central, cuatro de las ocho refinerías que hay en Francia están en huelga. La patronal del sector, por su parte, asegura que, por el momento, no hay problemas de escasez de combustible.
Las reservas que tiene el país para casos de emergencia no han comenzado a ser utilizadas y solo un 1,6 % de las gasolineras se ha visto afectada por falta de aprovisionamiento, que la patronal achaca al exceso de celo de los consumidores frente al temor por la escasez.