domingo, 5 de octubre de 2008

Gestionar la confianza en tiempos de crisis / Mike Seymour*

El mundo ha cambiado. Los mercados financieros y el sector bancario han dado un giro radical. Estamos asistiendo a una travesía hacia lo desconocido con grandes firmas a la deriva, ardiendo o absorbidas bajo circunstancias sin precedentes.

Frente al fantasma de la recesión, todas las miradas se han vuelto hacia los bancos nacionales, los reguladores, los gobiernos y los dirigentes políticos. Mientras tanto, inversores, accionistas, propietarios y consumidores buscan liderazgo y respuestas. Sin embargo, estas respuestas han tardado en llegar.

El primer acto reflejo de presidentes, primeros ministros y líderes de la banca ha sido proclamar que las estrategias y los planes presupuestarios de sus respectivos países habían reforzado sus economías suficientemente para resistir cualquier posible crisis.

El mensaje del Gobierno español fue: "Queremos reafirmar la fortaleza de nuestra economía para superar la situación actual". Mensaje del que se hicieron eco el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro británico, Gordon Brown.

Frente a estos cambios catastróficos, resulta muy fácil afirmar que los gobiernos han actuado con excesiva lentitud y que han permanecido en silencio demasiado tiempo. Pero resulta difícil ver cómo podrían o deberían haber actuado y comunicado a medida que luchaban por comprender la magnitud de los cambios. Incluso economistas de prestigio internacional han mostrado su desconcierto por la velocidad y el alcance de los acontecimientos.

La última sorpresa la ha protagonizado el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, al anunciar un plan de ayuda de 700.000 millones de dólares para comprar activos financieros tóxicos. Aunque desde que empezó la negociación del proyecto de ley en el Congreso de Estados Unidos el debate ha derivado en una batalla entre salvar Wall Street o salvar High Street.

La actual crisis mundial ha afectado en todo momento a la seguridad y a la confianza. Como se observó tras los ataques del 11-S, estos ingredientes, esenciales en las empresas, son frágiles y vulnerables frente a los daños y efectos corrosivos de los rumores negativos y previsiones diversas sobre el día del "juicio final", acrecentadas en la presente crisis, ya que la confianza es fundamental para los mercados financieros.

Si bien el nivel de la crisis crediticia puede carecer de precedentes, muchos de los factores presentes son habituales en situaciones de emergencia del día a día. Cuando estalla una crisis, las primeras víctimas son siempre la verdad y los hechos. Nadie puede estar seguro de lo que ha sucedido ni de sus causas principales.

En un mundo con noticias las 24 horas del día y una conversación online continua, la información se dispara rápidamente en todo el mundo. Y nunca faltan comentaristas, críticos y "expertos" que se apresuran a ofrecer sus opiniones o ideas. En esta crisis global, la confianza ha sido aún más afectada por la disonancia y la falta de consenso en la maraña de teorías.

Cuando los mercados financieros, hipotecarios y la banca se vieron presionados tras la explosión de la crisis crediticia, los efectos resultantes impactaron en cada accionista, propietario, ahorrador e incluso en los consumidores. La magnitud de estos problemas iba más allá del ámbito de la regulación habitual o la experiencia política, que en parte explica el silencio o las respuestas superficiales que se percibieron rápidamente como defensivas y huecas.

En tiempos de incertidumbre nacional o financiera, se exige a los líderes que aseguren a la población que se están gestionando los problemas y que éstos se encuentran bajo control.

Cuando los problemas ascienden al nivel de crisis, estos mismos líderes necesitan demostrar confianza a través de declaraciones audaces respaldadas por planes robustos y con visión de futuro que puedan soportar la escalada del caos y los acontecimientos críticos que amenazan la economía.

En los últimos meses, los dirigentes políticos parecían atascados y a la defensiva en sus respuestas. Como el alcalde de Nueva York, Rudi Giuliani, después del 11 de septiembre, la historia nos dará la perspectiva necesaria para saber si Henry Paulson ha reaccionado correctamente a las fluctuaciones del entorno mediante la oferta de ayuda multimillonaria a las instituciones financieras.

Sólo el tiempo dirá si el impacto de un paso bipartidista a este proyecto de rescate financiero sin precedentes sobrevivirá para facilitar la inyección de confianza que debe respaldar la actual crisis.

*Mike Seymour es director internacional de Gestión de Crisis de Edelman

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Salidas a la crisis / Giovanni Di Placido*

El famoso episodio de 1929 dejó una gran lección, las repercusiones económicas de un desplome de la bolsa dependen menos de la severidad de la caída en sí misma que de la respuesta de los gestores de la política económica, particularmente los banqueros centrales. En aquella crisis el principal error de la Reserva Federal fue centrar sus políticas en preservar el valor oro del dólar antes que estabilizar la economía doméstica.

La elevación de los tipos de interés para proteger el dólar empeoró la situación y terminó en un fuerte desempleo, deflación y en una fuerte restricción del crédito. Sin estas equivocaciones hay pocas razones para no pensar que la crisis habría sido seguida por un ajuste moderado de la economía y no en la profunda recesión en que se convirtió. Esta enseñanza es muy relevante ante la situación actual.

En ese sentido, el plan Paulson-Bernanke, más allá de las consideraciones que debemos hacer sobre el riesgo moral que introduce, lo que intenta es crear liquidez en un mercado de activos, que tiene un valor teórico pero que nadie quiere, para lo cual la Reserva Federal, mediante subastas, generará un precio de referencia y activará un mercado casi inactivo.

Vale decir, impulsará la liquidez y su acción repreciará estos activos por encima del valor que hoy otorga el mercado, implicando además una especie de inyección de capital, con respecto a la situación actual. Otra opción distinta podría haber sido actuar sobre el valor de las hipotecas, evitando las caídas de precios, lo que mejoraría el valor del subyacente de los activos en problemas y en su valor.

Éstas, que pueden ser soluciones, serán más efectivas en la medida que estén acompañadas de una actuación que permita abordar una visión global. La coordinación entre la FED, el Banco Central Europeo y otros actores de mercados emergentes es más necesaria que nunca. Un mensaje coordinado de política monetaria podría ser muy efectivo, y tendría casi el mismo efecto otros de mayor costo fiscal.

Las soluciones parciales y autárquicas que se comienzan a adoptar en algunos sitios son un elemento que además de incorporar distorsiones atentan contra la globalización de los mercados que tanto bienestar han demostrado incorporar a las sociedades.

Otra tentación es pensar que se requiere una mayor y más profunda regulación. Los hechos evidencian que lo que ha ocurrido es que la no aplicación de la regulación existente en algunos segmentos, claramente identificados, ha potenciado la situación.

Una de las lecciones más importantes que obtenemos en la actualidad es que se está produciendo una clara diferenciación de los actores del sistema. Algunos emblemáticos han desaparecido o han sido absorbidos, pero aquellas instituciones que han hecho los deberes con un manejo adecuado de los riesgos de contraparte y de liquidez están demostrando estar mejor preparadas para afrontar este ciclo de los mercados y serán los actores centrales en este rediseño del sistema financiero internacional que se está gestando.

*Giovanni Di Placido es economista jefe de la Unidad de Modelización y Análisis Cuantitativo del Servicio de Estudios BBVA.

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Una llamada a las tres de la madrugada / Paul Krugman*

Son las tres de la madrugada de un día de 2009, y en la Casa Blanca suena el teléfono. Varios grandes fondos de cobertura están a punto de caer, dice la voz al otro lado del teléfono, y es probable que cuando el mercado abra se produzca el caos. ¿En quién confiaría usted para recibir esa llamada?

No estoy siendo melodramático. El plan de rescate final es muchísimo mejor que la propuesta planteada en principio por Henry Paulson, lo bastante como para que valga la pena aprobarlo. Pero no es lo que llamaríamos un buen plan, y no pondrá fin a la crisis. Hay muchas probabilidades de que el próximo presidente tenga que enfrentarse a varias emergencias financieras importantes.

¿Y qué sabemos de la disposición de los dos hombres que más probabilidades tienen de acabar respondiendo a esa llamada? Bien, Barack Obama parece bien informado y sensato en asuntos económicos y financieros. John McCain, por su parte, me da miedo.

Respecto a Obama: es una lástima que no mostrase más dotes de liderazgo en el debate sobre el plan de ayuda económica, y prefiriese por el contrario dejar el asunto en manos de los demócratas del Congreso, especialmente Chris Dodd y Barney Frank. Pero tanto Obama como los demócratas del Congreso están rodeados por asesores muy entendidos y lúcidos, entre los que figuran expertos gestores de crisis como Paul Volcker y Robert Rubin.

Y entonces viene el terrorífico McCain; más terrorífico ahora que hace unos años. Naturalmente, hace mucho que sabemos que McCain no entiende mucho de economía; se dice que él mismo lo ha reconocido, aunque también niega que lo haya dicho. Eso no importaría demasiado si tuviera buen gusto para los asesores; pero no lo tiene.

Recuerden que su principal mentor en economía es Phil Gramm, el archidesregulador, que en sus días de senador se cuidaba especialmente de impedir la supervisión de los derivados financieros, precisamente los instrumentos que han hundido a Lehman Brothers y a AIG y que han llevado a los mercados al borde del colapso. Gramm no tiene una función oficial en la campaña de McCain desde que declaró a Estados Unidos una "nación de quejicas", pero se le sigue considerando un candidato probable a secretario del Tesoro.

Y el año pasado, cuando los directores de campaña de McCain anunciaban que el candidato había reunido "una impresionante colección de economistas, catedráticos y destacados líderes políticos conservadores" para que le asesorasen sobre política económica, ¿a quién destacaban? A Kevin Hasstt, coautor de Dow 38.000. Sobran los comentarios.

Claro que la mala calidad de los asesores de McCain refleja en buena parte el quebrado estado intelectual de su partido. ¿Ha habido alguna vez una propuesta económica más patética que la sugerencia por parte de los republicanos de la Cámara de Representantes de que intentemos resolver la crisis financiera eliminando los impuestos sobre plusvalías? (Las instituciones financieras en quiebra no tienen, por definición, plusvalías que declarar).

Pero hasta el presidente Bush ha recurrido, en el ocaso de su Gobierno, a personas relativamente sensatas para tomar decisiones económicas; no soy admirador de Paulson, pero supone una enorme mejora respecto a su predecesor. En este punto, uno sospecha que el gobierno de McCain nos haría añorar la competencia de la era de Bush.

Sin embargo, la verdadera revelación de las últimas semanas es lo erráticas que son las perspectivas económicas de McCain. En un momento dado parece tener opiniones muy firmes, pero días después avanza en una dirección completamente distinta.

Así, el 15 de septiembre declaraba -al menos la decimoctava vez este año- que "los cimientos de nuestra economía son firmes". Eso era al día siguiente de que Lehman quebrase, Merrill Lynch fuese absorbida y la crisis financiera entrase en una nueva fase, todavía más peligrosa.

Pero tres días después declaraba que los mercados financieros de Estados Unidos se han convertido en un "casino", y que despediría al jefe de la Comisión del Mercado de Valores, algo que, por cierto, no está entre las competencias del presidente.

Y después descubría un nuevo conjunto de villanos: Fannie Mae y Freddie Mac, los prestamistas respaldados por el Estado. (A pesar de algunos escándalos reales en Fannie y en Freddie, estas dos empresas no han contribuido mucho a las causas de la crisis: la mayoría de los préstamos realmente incobrables procedían de prestamistas privados). Y acusó en tono moralista a otros políticos, como Obama, de estar bajo la influencia económica de Fannie y Freddie; pero resulta que una empresa propiedad de su director de campaña ha estado financiada por Freddie hasta el mes pasado.

Después, Paulson publicaba su plan y McCain entraba en el debate de manera vehemente. Pero luego reconocía, varios días después de la publicación del plan, de sólo tres páginas, que en realidad ni siquiera lo había leído.

Vale, creo que lo captan.

Resulta que la economía moderna es un lugar peligroso, y no es el tipo de peligro que uno puede afrontar hablando fuerte y denunciando a los delincuentes. ¿Tiene McCain el juicio y el temperamento necesarios para afrontar esa parte del puesto de trabajo que pretende conseguir?

*Paul Krugman es profesor de Economía en la Universidad de Princeton.

Japón se asoma al abismo

TOKIO.- Japón tiene pie y medio en la recesión. La tormenta financiera desatada por las hipotecas subprime, el frenazo del consumo en todo el mundo y los altos precios del petróleo y de los alimentos han puesto a la segunda economía del mundo, en un abrir y cerrar de ojos, al borde del abismo, según informa "El País".

Las malas noticias se acumulan. El PIB se contrajo un 3% en el segundo trimestre, y los expertos vaticinan nuevas caídas en el tercero y el cuarto. Según las predicciones de Credit Suisse, la economía japonesa crecerá un pobre 0,7% tanto este año como el que viene, comparado con el sólido 2,7% de 2007.

La producción industrial descendió un 3,5% en agosto, la mayor caída desde enero de 2001. Aunque casi imperceptibles para el estándar europeo, el paro subió hasta el 4,2% en septiembre, su máximo nivel en dos años.

En opinión de Pablo Bustelo, experto en Asia del Real Instituto Elcano, el profundo bache que atraviesa la economía japonesa es resultado de una combinación letal: el aumento de los costes de las empresas -derivados de la subida de los precios de las materias primas- sumado a la caída de la demanda tanto interna como externa.

El pesimismo sobre la marcha de la economía cunde entre los ciudadanos. El consumo de las familias retrocedió un 4% en agosto frente al mismo mes del año anterior. "El consumo interno no tira, y en un contexto internacional tan malo no hay demanda exterior", señala Bustelo.

Por primera vez en 26 años -exceptuando enero, cuando las exportaciones bajan tradicionalmente debido a las fiestas-, en agosto Japón vendió en el extranjero menos productos y servicios de los que compró.

La reaparición del déficit comercial en un país fundamentalmente exportador es señal inequívoca de que las cosas van mal e indica que cuanto más se prolongue la agonía en los países occidentales más tardará Japón en retomar la senda del crecimiento.

Las importaciones superaron a las exportaciones en 324.000 millones de yenes (unos 2.300 millones de euros) debido principalmente al alto coste de las materias primas. Las ventas a EE UU -principal mercado para las exportaciones japonesas después de China- cayeron por duodécimo mes consecutivo; en esta ocasión un 21%, récord histórico.

Los principales fabricantes de automóviles advierten de que sus ventas en el extranjero están cayendo, especialmente en EE UU. "Las exportaciones a China no son lo suficientemente dinámicas para compensar la caída de las exportaciones a EE UU", dice Bustelo.

También las empresas ven el futuro con incertidumbre. El índice de confianza de las grandes compañías industriales, que difunde el Banco de Japón, registró un resultado negativo en septiembre por primera vez desde 2003.

La Bolsa de Tokio está en su nivel mínimo en tres años, y la inflación subyacente -de la que se excluyen los volátiles precios de la energía y los alimentos perecederos- alcanzó un 2,4% en agosto.

En su primera comparecencia ante el Parlamento como primer ministro, Taro Aso, anunció esta semana un giro a la política económica de sus antecesores -centrada en la consecución de un ansiado equilibrio presupuestario- y dejó claro que está dispuesto a prorrogar el objetivo de terminar con el déficit público en 2012 si lo considera necesario para revitalizar la actividad.

Aso, que reemplazó a Yasuo Fukuda la semana pasada, pidió al principal partido de la oposición, el Partido Demócrata, que apoye sus propuestas, al tiempo que lo acusó de bloquear los esfuerzos del Gobierno. "La agenda más importante de todas es restaurar la salud económica de Japón", afirmó Aso.

"De principio a fin, el Partido Demócrata ha puesto su interés político por delante y las vidas de las personas". El equilibrio presupuestario, añadió el primer ministro, no es un fin en sí mismo, sino una manera de crear prosperidad. "Sin crecimiento económico no habrá reconstrucción fiscal".

Con los tipos de interés al 0,5%, queda poco margen para utilizar la política monetaria como estímulo a la recuperación.

Como Aso, el nuevo ministro de Economía, Shoichi Nakagawa, es un firme partidario de poner en práctica políticas expansivas para estimular la economía. Una de las primeras medidas del nuevo Gabinete ha sido presentar ante el Parlamento un plan de recuperación valorado en 12 billones de yenes (unos 80.000 millones de euros) para ayudar a los ciudadanos y a las pequeñas empresas a hacer frente a la crisis. Para financiar el plan, el Gobierno emitirá unos llamados, "bonos de construcción".

El Partido Liberal Demócrata de Aso, que gobierna Japón desde el final de la Segunda Guerra Mundial, tiene mayoría absoluta en la Cámara baja del Parlamento, pero la oposición domina la Cámara alta y está dispuesta a bloquear el plan de recuperación. Los analistas pronostican que Aso, de 68 años, convocará elecciones anticipadas, probablemente en noviembre, para conseguir la mayoría en ambas cámaras.

El líder liberal insiste en que habrá recortes fiscales antes de marzo de 2009, lo que no convence a muchos economistas. La bajada de los impuestos y el aumento del gasto público, opinan los críticos de la medida, aumentará la deuda pública japonesa -equivalente al 150% del PIB-, la peor de los países industrializados.

¿De dónde puede venir la recuperación? "Japón siempre se recupera por las exportaciones", señala Bustelo. Cuando el resto del mundo vuelva a consumir, podrá empezar a levantar cabeza.

De gangas en Wall St.

Con una recesión a la vista en terreno propio, los bancos y las sociedades financieras japonesas no desaprovechan la ocasión de pescar en el río revuelto de Wall Street. Limpias de activos tóxicos vinculados a las hipotecas subprime y recuperadas de la catástrofe financiera de los años noventa en su país, las entidades japonesas tienen dinero para invertir, y mucho.

Nomura, principal sociedad de Bolsa de Japón, se ha comprometido a adquirir, por una cantidad no difundida, los negocios de la fenecida Lehman Brothers en Asia, Europa y Oriente Próximo, en los que trabajan más de 5.000 empleados.

Por su parte, el primer banco de Japón, Mitsubishi, comprará entre el 10% y el 20% de Morgan Stanley, en una operación valorada en 6.000 millones de euros. En agosto pasado se hizo con el control del banco californiano UnionBanCal por 7.000 millones de euros.

Su recuperación ha sido lenta, pero el sistema financiero japonés se ha saneado por completo y parece listo para reclamar su parte del pastel.

El clima, nuevo actor en el drama del campo argentino

BUENOS AIRES.- A la situación que vive el campo argentino, a los graves problemas estructurales del sector, se ha sumado una atroz sequía, no conocida en el último siglo, que puede provocar que en poco más de un año el país que ha servido durante décadas carne de primera calidad a todo el mundo tenga que importarla. A pesar de estar inmersos en una enconada lucha teñida de matices políticos, Gobierno y ganaderos son conscientes de que, si no se actúa de inmediato, el daño será irreversible, recoge "El País".

Hace pocas décadas, quien mataba una vaca ajena en Argentina sólo estaba obligado a entregar el cuero al propietario del animal. En épocas de la hambruna de posguerra, la carne argentina cruzó el océano en contenedores para alimentar a millones de europeos.

Los grandes territorios húmedos donde millones de cabezas de ganado pastan en libertad, engordan y generan la que tal vez sea la carne de mayor calidad del mundo se han instalado en el imaginario colectivo mundial. Pero la realidad se está encargando de desmentir ese estado de cosas.

Argentina es hoy el sexto exportador de carne mundial. Hace apenas tres años era el tercero, justo antes de que Néstor Kirchner, entonces presidente y marido de la actual presidenta, Cristina Fernández, prohibiera exportar carne en una maniobra relacionada con la política oficial de precios en el interior del país.

El liderazgo mundial en este ramo hoy lo ostenta Brasil en lo que representa el enésimo golpe al orgullo argentino infligido por el gran vecino del norte.

Y mientras en los campos los ganaderos siguen recibiendo un beneficio similar al de 2005, en los supermercados el precio de la carne prácticamente se ha doblado desde entonces. La respuesta de los productores está siendo fulminante pero letal.

Millones de cabezas de ganado han sido sacrificadas en los últimos años. Son vacas que producen tanto carne como leche, porque tampoco tener vacas lecheras es rentable.

Los animales se matan y su carne es vendida para la producción de hamburguesas y cada vez son menos los tambos, los centros productores de leche. Para este año está previsto que haya 135 millones de kilos menos de carne disponible en el mercado interno argentino. De seguir esta progresión, el país comenzará a importar carne en 2010.

A este panorama se han sumado los devastadores efectos del fenómeno climático conocido como La Niña. Ganadores y agricultores argentinos ponen más que nunca sus ojos en el cielo esperando que caigan las deseadas gotas de agua.

En un país bendecido por la naturaleza con abundancia de prácticamente todos los recursos necesarios para el campo, el ganado se está muriendo de sed y los agricultores se están viendo obligados a reducir drásticamente la superficie plantada con diversos granos.

Cinco provincias argentinas mundialmente famosas por la fertilidad de sus tierras están sin agua y en algunas, como Santa Fe, el 70% de territorio está bajo emergencia. En Córdoba, los productores regalan terneros a quienes pasan por la carretera porque, aseguran, no pueden mantenerlos.

En este contexto, se produce un nuevo choque entre el Gobierno y los productores agrarios: todos, con un ojo en el cielo y otro en las elecciones legislativas de 2009.

BNP Paribas compra el 75% de Fortis en Bélgica

BRUSELAS.- La entidad francesa BNP Paribas acordó ayer tras una jornada de negociaciones comprar el 75% del banco Fortis en Bélgica y el 67% de la entidad en Luxemburgo. El Estado belga y el luxemburgués conservarán una minoría de bloqueo del 25% y del 33%, respectivamente, según informa la prensa belga.

BNP Paribas pagará la transacción en acciones. El Estado belga se quedará así con el 10% del banco francés, convirtiéndose así en su principal accionista por delante de Axa (que tiene el 5,63%), y Luxemburgo con el 1,4%. El valor de este 10% basado en la cotización del pasado viernes es de 6.500 millones de euros.

La nueva operación de salvamento era imprescindible después de que el Gobierno holandés decidiera el pasado viernes nacionalizar los activos de Fortis en Países Bajos, incluyendo su parte de ABN Amro, y sembrara dudas sobre la parte belga del banco.

Con la entrada de BNP Paribas, Bélgica evita tener que nacionalizar también totalmente su parte de Fortis, la otra opción que se barajaba para salvar al banco. BNP comprará también las divisiones de seguros e inversión.

El Gobierno belga rechazó la semana pasada la oferta de BNP Paribas por Fortis porque sólo quería pagar 1,6 euros por acción. El fracaso de la venta obligó a Bélgica a inyectar 4.700 millones de euros en Fortis a cambio del 49% de la propiedad.

La compra de Fortis permitirá a BNP Paribas reforzar su presencia en el mercado de Bélgica, en el que ahora tiene una escasa presencia.

Por su parte, el banco franco-belga Dexia aseguró este domingo tras celebrar un consejo de administración que puede hacer frente a la degradación de las condiciones de mercado.

Dexia señaló que su exposición al banco hipotecario alemán Hypo Real Estate, que corre riesgo de quebrar, sólo tendrá un impacto "muy limitado" en la solvencia del grupo. Según el periódico económico flamenco 'De Tijd', esta exposición asciende a alrededor de 200 millones de euros.

El banco italiano Unicredit aprueba una recapitalización de 6,6 millones de euros

ROMA.- El consejo de administración del banco italiano Unicredit aprobó anoche un plan de recapitalización de 6,6 millones de euros que incluye además una revisión de los beneficios de la entidad para el ejercicio de 2008, según informaron los medios italianos.

Los beneficios de Unicredit en 2008 serán un 6,7 por ciento inferiores a los 5,2 millones de euros previstos inicialmente y se pronostica que los dividendos serán de 0,39 euros, frente a los 0,52 fijados como objetivo.

El acuerdo alcanzado este domingo prevé destinar 3,6 millones a dividendos, pagados en nuevas acciones. Además, se colocarán valores convertibles por valor de 3 millones de euros a disposición de inversores institucionales.

En su reunión extraordinaria de ayer, el consejo de administración de la entidad italiana decidió tras cinco horas de debates, los dirigentes mostraron su optimismo: "Nosotros no estamos muy preocupados. Tenemos confianza en nuestra institución", afirmó uno de los consejeros, Piero Gnudi, al ser preguntado por el futuro del banco.

"El firme apoyo dado por Nuestros principales accionistas plan para fortalecer el capital es un claro mensaje de confianza en el Grupo, en su modelo de negocio diversificado y su solidez financiera", afirmó el presidente de Unicredit, Dieter Rampl.

"Esto hace de Unicredit uno de los grupos italianos con nivel más alto de capitalización. Por lo tanto, estoy convencido de que los resultados del comercio y un ancla más fuerte base de capital seguirá siendo la clave para crear valor para Unicredit, para beneficiar a sus accionistas, sus clientes y sus empleados", concluyó.

No estamos a salvo / Miguel A. Belloso*

La crisis bancaria americana ha llegado a Europa y es probable que se traslade a España. La sucesión de hechos responde a una lógica implacable. En un mundo globalizado, ¿cómo es posible que una gripe en América no tenga trascendencia universal, incluso que no contagie a los países emergentes, que ya están acusando las perturbaciones? No es posible. Muchos bancos europeos habían comprado paquetes de hipotecas subprime y ahora están penando.Así ocurre desde hace tiempo en Reino Unido, y más recientemente en el Benelux y en Alemania, por el momento.

En España no se ha producido ninguna noticia similar -hasta la fecha- porque nuestras entidades financieras no tuvieron la necesidad de cometer más excentricidades de las debidas para rentabilizar la enorme masa de liquidez que hemos vivido estos años. En España hemos dispuesto de nuestro propio casino, que ha sido un sector inmobiliario con una expansión salvaje.

El problema es que, si bien los bancos españoles no tienen hipotecas basura, tienen demasiadas, y soportan una rampante morosidad. También han concedido demasiados créditos y, dada la crisis mundial de liquidez, tienen notables dificultades para refinanciar los vencimientos. Este es un escenario terrorífico, pues tiene consecuencias evidentes en la economía más plausible y real.

Los bancos han decidido cerrar el grifo, no conceden préstamos, con independencia de la solvencia de los que los soliciten o de la imbatible seducción de los proyectos que se presenten.Sencillamente, no hay dinero para nadie, por muy guapo que sea, y cuando no hay financiación, el sistema económico se colapsa: se produce una gran depresión y una parte importante del tejido productivo desaparece de un plumazo.

Por eso, aunque la banca española es relativamente sólida, y está implicada en menos tonterías que el resto, sería un milagro que la crisis no le afectara.

* Miguel A. Belloso es director de "Actualidad Económica"

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¡Qué se fastidien los ricos! / Jordi Sevilla

El mundo se ha vuelto loco con la crisis. Mientras que una parte del sistema financiero internacional se desmorona, unos piden ayudas públicas por cuantías que arreglarían el problema del hambre en el mundo, al grito de «socialismo para ricos», y otros demandan todo lo contrario, que se respete el principio bíblico de ojo por ojo, el que la hace la paga, a las duras y a las maduras, a la voz de «que se fastidien los ricos» o «no con mi dinero», porque aquello de «proletarios del mundo, uníos», queda demasiado lejos.

A la vez, el mismo fenómeno psicológico que hace que todos compren acciones cuando suben los valores y todos vendan cuando bajan, amplificando con ello el efecto de la burbuja, se está trasladando a los analistas de la situación actual. Muchos de quienes defendían las bondades de la ingeniería financiera en mercados desregulados se apuntan ahora a proclamar el final del capitalismo, ayudando a crear una burbuja explicativa tan artificial como la especulativa.Como siento la necesidad de aclararme un poco en medio de tanto ruido, ofrezco mis reflexiones parciales, por si fueran de interés.

Primero: la crisis actual es seria, profunda, y duradera, marcará cambios importantes en las reglas de juego de una parte del sistema financiero mundial y, por tanto, en nuestro desempeño económico, pero no es el fin del capitalismo, ni el equivalente para este de la caída del Muro de Berlín para el comunismo. Afectará más al discurso ideológico que a los cambios institucionales. Bajo el nombre de New Deal se agrupan las profundas transformaciones legislativas aprobadas por el presidente Roosevelt a lo largo de años para responder a la década de crisis económica que siguió al crash de 1929.

Se puso en marcha, entre otros, el seguro de desempleo, el germen de la seguridad social, la regulación e intervención en todo el sistema bancario, bursátil y asegurador con instituciones se supervisión creadas por primera vez, las políticas presupuestarias de inversión pública, etcétera. Significó tanto un cambio radical de discurso ideológica, como una profunda reorientación de la actividad pública mediante la creación de nuevas instituciones.

Nada de esto se plantea hoy. Al menos, de momento. Excepto Sarkozy, nadie habla ni siquiera del nuevo orden financiero mundial. La crisis actual se ha llevado por delante el modelo de banca de inversiones y una parte del de seguros. Pero toda la respuesta institucional consiste en extender los mecanismos de regulación, control y supervisión que ya existen, a los nuevos segmentos del mercado financiero que se habían desarrollado al margen.

Estamos utilizando lo que hay, aplicándolo a más sitios, pero todavía no se ven instituciones o reglas nuevas. No hay una lógica sistémica distinta, sino una ampliación de la actual y de los mecanismos existentes a nuevas regiones de la actividad económica.Y, en todo caso, los cambios son limitados a la parte dañada del sistema. El resto, que es más del 90%, quedará igual desde el punto de vista institucional.

Segundo. El discurso ideológico neoliberal sí ha quedado profundamente desprestigiado. Los mercados no se autorregulan y el capitalismo necesita de la intervención estatal para funcionar. Pero esto no es un nuevo paradigma, porque ya lo sabíamos todos desde Keynes, menos un grupo de irredentos con gran proyección pública gracias a Reagan y Thatcher.

Si el nuevo socialismo ha aceptado la existencia del mercado y de la propiedad privada -porque sus alternativas son peores- ahora falta que el nuevo liberalismo acepte la no menos inevitable presencia del Estado, porque en su ausencia, las cosas van peor. Esto puede frenar la pretensión de extender la desregulación al resto de sectores de la economía, especialmente al mercado laboral, cuando lo que se ha impuesto ha sido lo contrario, la extensión de la regulación a todo el sistema financiero.

Tercero. Diecisiete entidades financieras intervenidas o quebradas en Estados Unidos y 13 en Europa. . . ¿sólo por las subprimes? Da la impresión de que la misma metodología de trabajo que creó las hipotecas basura y su empaquetamiento posterior, se ha hecho a gran escala con otros productos de alto riesgo y nulo control.Esto es lo que no puede volver a pasar.

Cuarto. A pesar de ello, el crecimiento económico y la creación de riqueza experimentados en los últimos años se los debemos, en parte, a esos mercados financieros desregulados. Tendremos que determinar, todavía, cuánto hubo de intento loable aunque fallido de democratizar el acceso al crédito de las personas con rentas bajas y cuánto de timo, de engaño, de juego de la pirámide disfrazado de banqueros del pueblo.

Pero su final significará entrar en una etapa prolongada de languidez económica y de menor creación de riqueza. Con sus productos de ingeniería financiera, los mercados han movilizado mucha liquidez por todo el mundo, haciéndola accesible a pequeños ahorradores y a pequeños inversionistas.

Cuando hoy tenemos muchas empresas que fabrican cosas reales en situación de dificultad seria, no por falta de demanda, o de rentabilidad, sino porque nadie le presta liquidez para hacer frente a sus gastos de tesorería, tenemos que modificar las viejas ideas sobre la relación entre economía real y economía financiera. El hundimiento parcial de esta última está provocando un frenazo en la economía real de proporciones todavía desconocidas.

Quinto. Esta es la razón última de la rápida intervención gubernamental, de las nacionalizaciones, del plan americano de salvamento. Ayudar, no a los ricos. No a quienes se han hecho ricos con la especulación, No a los dueños de los bancos causantes de la burbuja. Sino a los trabajadores, clientes y empresarios cuyas actividades dependen de estas entidades, evitando que su eventual quiebra provoque una caída en cadena que, como Sansón en el templo, se nos lleve a todos por delante.

A los pecadores, puede. Pero también a los justos e inocentes. Discutamos las medidas concretas, pongamos condiciones, contrapartidas y atendamos también a las familias afectadas. Pero no caigamos todos por el abismo, sonriendo, al grito de ¡que se fastidien los ricos!

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El complejo 'Wall Street-Tesoro'

NUEVA YORK.- Para comprender la tormenta financiera que hoy asola el mundo, tenemos que remontarnos a los años 90. Robert Rubin, secretario del Tesoro norteamericano y el político más influyente de la Administración Clinton, creyó, después del fuerte intervencionismo de los años 70 y 80, que había llegado la hora de eliminar todas las barreras que controlaban la movilidad de los flujos de capital, recuerda "El Mundo".

Hubo muchos críticos, como el economista Jagdish Bhagwati, que acuñó el concepto complejo Wall Street-Tesoro para designar a la élite financiera que deambula por los despachos de Washington y Nueva York (incluyendo a los altos funcionarios del FMI y del Departamento de Estado), muy vinculada a las grandes corporaciones financieras (muchas, hoy, víctimas de los propios excesos de este complejo) y a su expansión ilimitada.

No se trata de una organización conspirativa, sino de un grupo de personas inteligentes pero fanáticas de un capitalismo sin controles que atraen a futuros miembros de esta élite (como la femme fatale seduce a los que se consideran irresistiblemente guapos) y a numerosos inversores hacia un camino de perdición. El estatuto profesional de esta gente es un sucesivo ir y venir del ámbito privado de la gran empresa a los centros públicos en los que se toman las medidas gubernamentales más trascendentes.

Esta confusión de lo público y lo privado la ejemplificó magníficamente el mismo Rubin, cuya vida laboral se había desarrollado con anterioridad en Wall Street como máximo ejecutivo de Goldman Sachs.

El 10 de julio de 2006, Henry Paulson fue designado secretario del Tesoro. A Paulson le ha tocado apechugar con la crisis financiera más destructiva del último medio siglo y comandar el plan de emergencia más costoso para el contribuyente norteamericano y los ahorradores de todo el mundo. El 9 de julio de 2006, Henry Paulson era presidente ejecutivo del Goldman Sachs, empresa a la que pertenecía desde 1974. Sus retribuciones salariales en el último año (2005) importaron 37 millones de dólares.

Los presupuestos de la crisis / Luis de Guindos

Se acaba de presentar en las Cortes el proyecto de presupuestos para el año 2009. Se trata, dada la situación de la economía española, de los presupuestos más complejos desde el ejercicio 1996. Nos encontramos en medio de una crisis financiera internacional sin precedentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con una situación de aterrizaje muy brusco de la economía española y con una restricción crediticia que afecta a las familias y empresas con enorme virulencia.

Los indicadores adelantados apuntan que en los próximos 12 meses, con una alta probabilidad, la economía española verá cómo su PIB se va a contraer entrando en una situación de recesión, según la definición formal.

El vicepresidente económico ha intentado presentar unos presupuestos austeros, basados en un cuadro macro que incluye un crecimiento económico del 1,6% en este año para pasar al 1% el ejercicio próximo. El gasto público va a crecer el 3,3%, por debajo del aumento del PIB nominal, y se ha intentado concentrar los incrementos más altos en aquellas partidas con más impacto en el crecimiento potencial, como son las infraestructuras y el I+D+I.

El juego de los estabilizadores automáticos se refleja en un incremento de la partida de desempleo de cerca del 25% y en un crecimiento casi cero de los ingresos tributarios en 2009 sobre la proyección de cierre para este año, que a su vez ha sido drásticamente reducida frente al presupuesto inicialmente previsto. Como consecuencia de todo ello, el déficit del Estado se situará en 2009 en el 1,5%, lo que, unido a una previsión de superávit de la seguridad social del 0,8% y de déficit del conjunto de las administraciones territoriales del 1%, llevará el saldo negativo de la totalidad de las administraciones públicas a cerca del 2% el año próximo.

La primera reacción ante este proyecto de presupuestos es mirar hacia atrás y añorar la oportunidad perdida para haber alcanzado un superávit presupuestario mucho más elevado en los años de bonanza, cuando la economía española crecía cerca del 4% y los ingresos tributarios por encima de los dos dígitos. Seguramente, nos vamos a acordar de no haber sido más estrictos en el control del gasto público de lo que efectivamente fuimos, lo cual hubiera facilitado un mayor control de las presiones de la demanda doméstica sobre la inflación y el déficit externo.

Ello, a su vez, hubiera permitido entrar en la fase bajista del ciclo con un superávit muy superior y dejar actuar los estabilizadores automáticos con mayor tranquilidad. Dicho de otro modo, el manejo de la política presupuestaria debería haber sido bastante más riguroso tanto en función de las condiciones cíclicas de la economía española como de la obtención de un margen de maniobra superior para hacer frente a la fase de desaceleración de la actividad.

Y es que sorprende la rapidez e intensidad del deterioro de las cuentas públicas a lo largo de este año. Hemos pasado de un superávit de más del 2% en 2007 a un déficit del conjunto del sector público que, según el Gobierno, se acercará al 2%. Cuatro puntos de deterioro en 2008 van mucho más allá del propio juego de los estabilizadores automáticos e incluso de las medidas discrecionales adoptadas por el propio Gobierno, y nos pone de manifiesto la extrema sensibilidad de los ingresos tributarios españoles al dinamismo de la demanda doméstica y, especialmente, del sector inmobiliario. Y también apuntan a que, seguramente, la caída de la actividad está siendo más intensa de lo que nos indican todavía las estadísticas oficiales.

También sorprende que el Gobierno siga manteniendo el cuadro macro que presentó a finales de julio con los datos que hemos ido conociendo en los dos últimos dos meses. En primer lugar, el crecimiento del 1,6% proyectado para este año parece excesivo a todas luces. Y lo mismo ocurre con la estimación del 1% del año próximo, ya que no sería descabellado pensar en un crecimiento negativo para el conjunto de 2009.

Sin embargo, extraña aún más que, incluso aceptando las cifras del cuadro macro de los propios presupuestos, el Gobierno esté estimando que el saldo presupuestario del conjunto del sector público será muy similar el año próximo al de éste, a pesar de la desaceleración de la actividad. Da la impresión de que se quieren forzar los números para evitar mostrar que las finanzas públicas españolas se van a acercar peligrosamente al límite del 3% del pacto de estabilidad y crecimiento en 2009.

Y aquí reside, en mi opinión, la principal crítica que se puede hacer a los presupuestos presentados; su falta de credibilidad en un momento en el que la economía española necesita de la misma en cantidades elevadas. No creo que nadie de buena voluntad critique al vicepresidente económico por las dificultades externas a las que nos estamos enfrentando, ni por las que se nos van a venir encima en los próximos meses. Ni tampoco de lo complejo de elaborar un presupuesto en estas circunstancias.

Donde sí puede existir más responsabilidad es cuando parece que se ignora la gravedad de la situación -tanto internacional como doméstica-, y ello se hace además en el principal instrumento de política económica disponible, esto es, en los Presupuestos Generales del Estado.

Parece, de nuevo, que el Gobierno se puede volver a quedar por detrás de los acontecimientos. La economía mundial se enfrenta a una crisis financiera sin precedentes en muchas décadas que, además, está impactando, y lo va a seguir haciendo, con especial incidencia en la economía española dada nuestra dependencia de la financiación externa y del sector de la construcción.

Los presupuestos del año próximo se agarran a que en la segunda parte del año próximo vamos a rebotar, pero sin explicar muy bien de dónde va a venir dicho despegue. El problema de estos presupuestos no es tanto las medidas incluidas, que como todo pueden ser discutibles.

El problema es que siguen sin hacer un análisis correcto de la situación de la economía internacional y española. Y sin dicho diagnóstico resulta complicado plantear correctamente las acciones de política económica necesarias.Pero además impide algo más fundamental en los momentos actuales: un gran pacto de estado para hacer frente a lo que se nos viene encima.

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El Vaticano también está en números rojos

ROMA.- Ni siquiera Dios se libra de la crisis que sufren los mercados financieros internacionales. La prueba palmaria y evidente está en el Vaticano donde, después de tres años consecutivos de balances positivos, las cuentas correspondientes a 2007 se han cerrado con números rojos y pérdidas por valor de 9,06 millones de euros, publica "El Mundo".

Y a falta de que se produzca un milagro todo indica que las cuentas del pequeño Estado al frente del cual se encuentra Benedicto XVI acabarán 2008 con un agujero aún mayor. «Los resultados preliminares son preocupantes y no incitan al optimismo», escribe en un documento reservado el obispo Vicenzo Di Mauro, secretario de la Prefactura de Asuntos Económicos del Vaticano, en el que recomienda que los distintos dicasterios sean prudentes en sus gastos y congelen la contratación de nuevos empleados.

Pero, con todo y dados los tiempos que corren, en los 0,44 kilómetros cuadrados de extensión que ocupa el reino de Dios en la tierra las cosas no marchan tan mal. Porque mientras muchos Estados aún discuten qué hacer para tratar de meter en cintura la crisis, en los palacios pontificios hace ya meses que se pusieron en práctica medidas concretas para salvar a las arcas vaticanas del cataclismo. Y parece que están funcionando, hasta el punto de que los hombres con sotana se están desvelando mucho más sagaces que los tiburones de Wall Street.

«La Santa Sede parece bien posicionada para obtener beneficios, incluso durante la actual tormenta financiera», certifica un analista a quien la revista británica The Tablet ha mostrado documentos con información financiera sólo reservada de las cuentas e inversiones vaticanas.

«No se puede administrar la Iglesia sólo con avemarías», dejó dicho el polémico monseñor Paul Marcinkus, más conocido con el sobrenombre de el banquero de Dios y quien durante años fuera el responsable de las finanzas vaticanas. Y ése es el lema que al parecer rige en la Santa Sede, que cerró 2007 con unos activos por valor de 1.400 millones de euros. No está mal para un Estado de sus dimensiones

El Vaticano es propietario de un inmenso patrimonio inmobiliario que sólo el año pasado le reportó unos beneficios de 424 millones de euros. Sin embargo, las inversiones financieras de la Santa Sede llevaban algún tiempo provocando quebraderos de cabeza entre sus responsables. Con total justificación, por otra parte, dado que en 2007, y según los datos dados a conocer la primavera pasada por la propia Santa Sede, en las arcas vaticanas sólo entraron por ese concepto 1,4 millones de euros, frente a los 14 millones de euros que ingresaron en 2006. De hecho, fue ese el principal motivo de que en 2007 las cuentas vaticanas acabaran en números rojos por primera vez en tres años.

Asesores sagaces

El fuerte retroceso registrado en los beneficios de las inversiones vaticanas se explica en que la mayor parte de ellas se concentraba en títulos bursátiles y estaban muy condicionadas por el dólar.Pero ante los primeros síntomas de que se avecinaba una tormenta financiera, los sagaces asesores económicos del Vaticano recomendaron a los responsables de la Santa Sede que se quitaran de encima buena parte de las acciones que poseían y que buscaran refugio en valores más seguros y conservadores, como las obligaciones o el oro. Y el Vaticano siguió a pies juntillas el consejo.

Anticipándose a la crisis, la Santa Sede dio hace unos meses un golpe de timón a sus inversiones. Un cambio que ha hecho que en estos momentos el Vaticano disponga de 340 millones de euros en moneda, 520 millones en obligaciones y algunas acciones (pocas), y 19 millones en lingotes de oro, el equivalente a casi una tonelada del metal dorado.

«La roca sobre la que Pedro fundó la Iglesia se ha transformado en una roca de oro», sentencia con no poca ironía la revista británica The Tablet, que bajo el revelador título de "El toque de Midas" la semana pasada publicó un extenso análisis sobre las finanzas vaticanas firmado por Robert Mickens, su corresponsal en Roma.

El artículo se cimienta en un documento que lleva la firma del secretario de la prefactura de Asuntos Económicos y en el que se describe dónde tiene colocado su dinero la Santa Sede. El informe estaba llamado a permanecer en el más absoluto secreto, pero alguien lo sacó de los Palacios Pontificios y lo ha puesto en manos del semanario británico.

Pero, además, The Tablet ha hecho que un experto examinara las inversiones vaticanas. Y el especialista, cuyo nombre no ha trascendido, no ha dudado en dar un notable a los financieros de Dios. «En conjunto, la Santa Sede ha estado bien aconsejada y probablemente no ha perdido mucho en la crisis», señala el analista. «Se han ido desprendiendo paulatinamente de las acciones que tenía y ha concentrado sus inversiones en obligaciones y oro».

Sin embargo, y a pesar de encontrarse en una posición para muchos envidiable, en el Vaticano no echan las campanas al vuelo sino que se muestran cautelosos. «Resulta cada vez más necesario hacer un llamamiento a las distintas administraciones de la Santa Sede para que actúen con prudencia y con la máxima mesura en la gestión operativa de los gastos y en la asunción de nuevo personal», predica Vincenzo di Mauro, invocando a no incrementar la lista de 2.748 empleados que ahora mismo tiene la Curia.

Además, y en buena muestra de la preocupación que la situación financiera genera en los hombres del Vaticano, desde hace algún tiempo, los responsables económicos de las distintas congregaciones religiosas son aleccionados periódicamente sobre la situación económica mundial y los mejores lugares en los que invertir sus ahorros. Estos seminarios suelen estar organizados por el Instituto para la Obras Religiosas (o, más sencillamente, el banco vaticano), donde muchas órdenes religiosas tienen sus cuentas corrientes.

Y la consigna que desde hace algunos meses reciben los sacerdotes y curas que asisten a estos encuentros es que sean prudentes y que no inviertan en Bolsa o en fondos accionariales.

Del café del Waldorf a la banca 'dolorosa'

NUEVA YORK.- Cuando el presidente del Gobierno se reunió con altos ejecutivos de multinacionales de EEUU el día 24 en Nueva York, la pelota de lo peor de la crisis financiera estaba a ese lado del Atlántico, pero ahora ha cruzado el charco. El sector financiero español aún no ha dado ningún susto, pero la marea se acerca con mal aspecto, según un informe de Merrill Lynch, y en Moncloa lo saben, a juicio de "El Mundo".

¿Y cómo anda el sector financiero español? Aunque en su discurso público ya se jactó de que era «quizá el más sólido del mundo», después, en privado, dio este dato: «Los activos digamos dudosos de los bancos españoles son dos veces inferiores a los del resto de la Unión Europea». Escuchándole estaba Gregory Fleming, presidente de Merrill Lynch, uno de los bancos de EEUU salvados por la campana y que acaba de publicar un informe sobre European banks.

En sus 32 páginas muestra que la fiesta crediticia en España durante la primera legislatura de Zapatero ha superado a la de Francia, Alemania, Italia o Suiza. Los activos de los grandes bancos españoles representan ya el 270% -casi triplican- del Producto Interior Bruto español cuando en 2004 no llegaban al doble. También son los que más beneficios han logrado en Occidente en estos cuatro años.

Por eso, Merrill hace un pronóstico: «Mientras que en Italia, Francia y Alemania tienen ratios de activos sobre el PIB más altos que en EEUU, los prestatarios del sector privado están más bien poco endeudados. En contraste, tanto España como Reino Unido tienen un alto nivel de endeudamiento en su sector privado y, encima, altos ratios de activos bancarios en relación con el PIB de sus países. Eso supone que el proceso de desendeudarse, de despojarse de créditos, va a ser particularmente painful [doloroso] en esos países».

En otras palabras, los bancos y cajas españoles dependen demasiado de la economía nacional y tendrán que desendeudarse en proporción más que sus homólogos de EEUU. Afortunadamente, el informe pone bien, al tiempo, a algunos bancos españoles.Señala que el Popular es el tercero menos endeudado del mundo.Buena noticia para el banco que preside Angel Ron tras sus sobresaltos bursátiles e inmobiliarios. También sitúa altos en el ránking de poco apalancados al Sabadell y Banesto, mientras que el ya intervenido Fortis está en el puesto 41.

«No nos engañemos, el panorama en España es terrorífico, hay entidades con vencimientos que van a tener muy difícil atender, porque el mercado de préstamo está cerrado- En EEUU lo están arreglando, pero en Europa...», afirma el presidente de una entidad financiera española.

Por eso es importante la cita Zapatero-Rajoy en la que, como dice Solbes van a tratar «la crisis financiera internacional y su repercusión». Es decir, qué hacemos si alguna entidad nos falla y si las empresas continúan con su ahogo crediticio. Tendrán que hablar de una versión española del Troubled Asset Relief Programme (programa de alivio para los activos con problemas) estadounidense. En el Waldorf se lo pasó bien, pero ahora viene lo painful.


Protección total al pequeño ahorrador en España

MADRID.- La caída de pesos pesados de las finanzas mundiales de la talla de Lehman Brothers o Fortis ha metido el miedo en el cuerpo a los ahorradores y se han disparado las dudas sobre la seguridad del dinero en los bancos. Desde el Gobierno y el Banco de España se repite, una y otra vez, que los ahorros «están seguros en bancos y cajas. El sistema financiero español es sólido y solvente».

Sin embargo, la señal de alarma ha sonado con fuerza esta semana entre los consumidores al conocer que, en caso de quiebra de una entidad, el cliente sólo percibirá un máximo de 20.000 euros, independientemente de los miles o millones de euros más que pueda tener depositados en el banco, según recoge "El Mundo".

El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), es el organismo dependiente del Banco de España encargado de proteger a los ciudadanos de la quiebra de su banco o caja. Sin embargo, éste sólo devuelve a los ahorradores el mínimo exigido por la normativa europea -una cantidad establecida en una directiva comunitaria y que no ha sido actualizada desde 1999-.

Actualmente, las familias españolas tienen colocados más de un billón de euros en depósitos, cuentas corrientes y valores, mientras que el fondo de garantía de los bancos y las cajas de ahorros dispone de un patrimonio de 5.930 millones.

Teniendo en cuenta que en caso de quiebra la cobertura máxima por cliente es de 20.000 euros, el capital asegurado se reduce a 385.500 millones.En otras palabras, a fecha de hoy, el dinero con que cuenta el FGD cubre el pago de la indemnización máxima establecida para una tercera parte de los depósitos.

¿Cómo repartiría el FGD las compensaciones a los ahorradores en el caso de que España sufriera una fuerte crisis financiera? El actual sistema de protección español favorece al pequeño ahorrador frente al grande, ya que en el caso de que una entidad vaya a la quiebra cobra lo mismo el ciudadano que tenga 20.000 euros que el que tenga 100.000 euros.

Aunque el funcionamiento y la fórmula de reparto es la misma, bancos y cajas tienen sus propios fondos de garantía, ambos supervisados por el Banco de España.

Los bancos cuentan con un patrimonio en su fondo de 2.300 millones de euros con lo que se cubre el 25% del capital colocado en depósitos y cuentas de valores. Si hay quiebra sólo una cuarta parte de los clientes recuperaría la totalidad de su dinero, mientras que el resto, el 75%, obtendría indemnizaciones inferiores al capital invertido en la entidad.

En las cajas de ahorro, en cambio, el fondo de garantía disponible asciende a 3.630 millones de euros, lo que alcanza para devolver la totalidad de su inversión al 42% de los clientes.

El mayor grado de garantía en las cajas no obedece, en cambio, a que sean más seguras que los bancos, sino al hecho de que estas entidades tienen un mayor número de pequeños ahorradores que los bancos, es decir clientes con menos de 20.000 euros. Así, en caso de insolvencia, las cajas de ahorros podrían compensar satisfactoriamente a un mayor número de clientes que las entidades bancarias.

Con estas cifras, España se convierte en uno de los países de la UE con menor cobertura en caso de quiebra, hecho que ha desatado la indignación entre los consumidores españoles, que reclaman garantías mayores para sus ahorros.

En el FGD, sin embargo, se asegura que el patrimonio disponible tanto en bancos como en cajas es suficiente para cubrir una «crisis puntual y normal» en el sistema. Pero desde las asociaciones de consumidores se avisa de que estamos ante un auténtico terremoto financiero mundial, que exige al sector dotarse de un salvavidas más vigoroso para frenar la crisis.

«Si la Administración y los bancos se niegan a aumentar las coberturas estarían lanzado un mensaje muy peligroso al pequeño ahorrador, que podría pensar que el sistema financiero no tiene la fortaleza de la que presume», advierte Rubén Sánchez, portavoz de Facua.

La UCE y Adicae también instan al Gobierno y a los bancos españoles a seguir los pasos de Irlanda, que esta semana sorprendió a los mercados al anunciar que garantizaba el 100% del dinero colocado en depósitos de los bancos irlandeses con independencia de la cuantía de los mismos. Medida que ha provocado grandes recelos en la Unión Europea y airado a los bancos europeos, que exigen jugar en igualdad de condiciones.

Ante el temor de una fuga de dinero de los ahorradores hacia Irlanda, la Autoridad de Servicios Financieros británica (FSA) ha tenido que actuar con rapidez y el viernes decidió elevar la cuantía de los depósitos garantizados en el país hasta 50.000 libras esterlinas (63.800 euros) para cada cliente frente a las 35.000 libras (44.685 euros) anteriormente protegidas.

Con los aumentos de márgenes en el Reino Unido e Irlanda, las diferencias de garantía entre los ahorradores de los distintos países europeos se han agrandado con fuerza. Una disparidad, que en momentos de incertidumbre y desconfianza sobre el sistema financiero resta competitividad a las entidades españolas con otros países como por ejemplo Italia, donde la garantía de depósitos asciende a 103.000 euros.

Si en España los bancos pasaran de 20.000 garantizados a 100.000 el FGD debería de multiplicar varias veces su patrimonio lo que supondría un fuerte coste financiero para los bancos en un momento en el que el sector está reduciendo sus ingresos y tiene que hacer frente a importantes problemas de liquidez. En la actualidad, los bancos aportan cada año al fondo un 0,6% por 1.000 de los depósitos y las cajas un 0,4 por 1.000. A estas cantidades, habría que sumar el 5% de los depósitos invertidos en valores.

Las contribuciones máximas, según la legislación vigentes, se establecen en el 2 por 1.000 de los ahorros a los que se extiende su garantía. Sin embargo, el Ministerio de Economía puede rebajar esta cuota si considera que el patrimonio existente es suficiente para cubrir previsibles insolvencias. O viceversa: aprobar derramas que deberán afrontar cada una de las entidades para determinadas contingencias.

Además, la normativa autoriza a Economía a eximir de las aportaciones a la banca cuando el patrimonio total alcance el 1% de los depósitos.

Las demandas de los consumidores chocan de lleno con la oposición de bancos y cajas, que aseguran que es «innecesario» reforzar el actual sistema de garantía, ya que cubre suficientemente a los ciudadanos y que no existen, en el momento actual, problemas en el sistema financiero español que justifiquen incrementos mayores de la cobertura antiquiebras.

A cargo del Estado

«Es un momento de dificultad financiera. No se pueden pedir al sector aportaciones mayores para el Fondo de Garantía» aseguran en la Confederación Española de Cajas de Ahorros (Ceca), donde dejan claro que cualquier posible modificación del actual sistema de garantía deberá de correr a cargo del Estado, es decir de los impuestos de los contribuyentes. Eso sí desde las cajas se pide que la Unión Europea ponga las condiciones necesarias para que las entidades españolas operen «en igualdad de condiciones» con sus competidoras, lo que se traduciría en un sistema de garantía único.

Aunque, la directiva comunitaria marca un mínimo de 20.000 euros de cobertura en caso de quiebra bancaria, las diferencias entre unos países y otros son abismales. Holanda, Italia, Luxemburgo, Austria y Reino Unido no tienen ningún fondo de garantía específico con dinero disponible para atender los problemas de quiebra pese a tener una mayor cobertura que España en casos de quiebra bancaria.En caso de insolvencia de un banco, son los respectivos gobiernos los encargados de buscar los fondos para compensar a los clientes por sus pérdidas.

Entre los países en los que los bancos desvían parte de los activos de los depósitos al fondo de garantía están Francia, que asegura 70.000 euros por cliente El fondo holandés asegura, por ejemplo, el cobro de un mínimo de 20.000 euros.

Pero devolvería, además, el 90% de otros 20.000 adicionales.En Alemania, aunque la cantidad inicial asegurada es la mínima, al igual que España, las asociaciones bancarias tienen una protección adicional, muy superior a la exigida por la ley, con lo que los ahorradores pueden recuperar hasta el 30% del capital que tienen en el banco.

Como justificación para no aumentar la indemnización máxima en caso de quiebra, los bancos y fondos españoles esgrimen una y otra vez su fortaleza y salud. Afirman que pueden aguantar la actual crisis financiera mundial porque en los últimos años de bonanza se han forjado un gran salvavidas anticrisis único y envidiado en el resto del mundo: las provisiones genéricas o anticíclicas. Un seguro anticrisis que el Banco de España creó hace casi una década, bajo el mandato del gobernador Luis Angel Rojo, lo que ha permitido al sector español hacerse una hucha de 31.600 millones de euros -19.300 corresponden a las cajas- que servirán para capear la actual crisis.

De cada crédito o hipoteca que conceden los bancos y cajas, un pequeño tanto por ciento se destina un fondo de reserva, de acuerdo con una compleja fórmula de cálculo elaborada por el Banco de España.

Deterioro de créditos

Junto a este sistema de protección, único en el sistema financiero mundial, los bancos españoles cumplen las normas financieras internacionales de provisiones, que obligan a las entidades a realizar provisiones cuando se deterioran algunos de sus créditos, es decir, cuando afloran los impagos. Si un cliente deja de pagar su crédito durante más de tres meses la entidad está obligada a provisionar por este activo dudoso.

Las cinco mayores entidades financieras españolas, -Santander, BBVA, Caja Madrid, La Caixa y Banco Popular-, han aumentado un 67% sus provisiones en el primer semestre, hasta un total de 4.982 millones debido al incremento de la morosidad.

Aunque la banca española no se ha quedado pillada en la debacle subprime está fuertemente atrapada en el desplome del sector inmobiliario español, que ha provocado que la tasa de morosidad haya pasando del 0,36% al 2,15% en los últimos meses. Se teme que a final del año alcance el 4% y el 6% en 2009,

Los problemas de morosidad de la banca española se unen a la actual situación de iliquidez de los mercados financieros, derivada de la crisis que vive el sector en los mercado, que está complicando la financiación del día a día.

Con los mercados monetarios prácticamente paralizados, los bancos y cajas de ahorro españoles cada vez tienen más problemas para obtener la liquidez diaria que necesitan, lo que está obligando a muchas entidades a recurrir a los ahorros de los ciudadanos para poder financiarse.

Y en un momento en el que las recientes quiebras de todopoderosas entidades estadounidenses han despertado entre los consumidores incertidumbre sobre la seguridad de los bancos, la única forma de atraer a clientes con capital fresco es mediante el lanzamiento de suculentos depósitos con rentabilidades inimaginables hace sólo un par de meses o con suntuosos regalos como motos o coches.

Récord de depósitos

Los saldos vivos de los particulares en el sistema financiero han alcanzado un récord este año. A finales de agosto sumaban 660.000 millones.

Las empresas españolas tienen depositados en los bancos, tanto en cuentas corrientes como a plazo, 193.000 millones de euros, un 9% más que hace un año.

Los depósitos a plazo de los hogares están en su máximo nivel, 338.000 millones, un 35% más que en agosto de 2007.

La solvencia del sistema

6.500... millones de euros había en el Fondo de Garantía de Depósitos a finales de 2007.

1,8%... era la tasa de morosidad del sistema financiero español en junio, el doble que en 2007 (0,9%).

27.763... millones de euros en activos dudosos había en mayo de 2008, 11.512 millones más que un año antes.

La prensa mundial ironiza sobre el nuevo 'socialismo'

MADRID.- Históricamente, los humoristas gráficos han encontrado un auténtico filón para demostrar su talento durante las crisis económicas.Pasó en 1907 y en 1929 en Estados Unidos, y está pasando ahora por todo el planeta.

Entonces, el blanco de su ira eran los banqueros y los legisladores que permitieron que todo ocurriese. Hoy en día, casi un siglo después, las desgracias de los banqueros siguen despertando los instintos más irónicos de los artistas, siempre dispuestos a atacar a los actores menos simpáticos del sistema financiero.

Pero si, además, a la ecuación Bolsa-banqueros-crisis se une la variable Bush, el buen resultado está garantizado. George Bush es de por sí fácilmente caricaturizable, pero cuando su retórica recuerda a la de las figuras del comunismo el chiste se hace sólo. La conversión socialista de Estados Unidos ha sido objeto de numerosas viñetas, especialmente en Reino Unido y Francia, donde durante mucho tiempo han recibido críticas del otro lado del Atlántico por sus políticas socialdemócratas.

Humores nacionales

Cada nación tiene un humor diferente. Las ilustraciones británicas son irónicas y sarcásticas, pero, sobre todo, mordaces. En ellas, los dibujantes (y sus diarios) aprovechan para arremeter contra Washington, sí, pero también contra los gobiernos propios (sean del signo que sean) por la relación especial entre británicos y estadounidenses.

Así, en The Guardian, pero también en The Times o el Financial Times, los ataques contra el Gobierno norteamericano y los dirigentes económicos no han cesado en las últimas semanas. Baste pensar en la portada de la pasada semana del semanario The Economist, en la que un Hank Paulson caracterizado de Tio Sam decía, en lugar de «I want you» (como en los míticos carteles de reclutamiento) un inequívoco «I want your money».

Los italianos, más mediterráneos, prefieren el lamento y la autocrítica, pero con una dosis de resignanción muy característica. Así, las portadas y las imágenes buscan siempre el lado nacional, las consecuencias diarias y la influencia para los bolsillos de lo que se decide en Roma. Lo preocupante de todo esto no es la mofa, sino cuando el humor deja de transformarse en ironía y pasa a reflejar la honda preocupación de los lectores. The Economist, esta semana, presenta a un hombre al borde de un precipicio bajo la inscripción: «El mundo en el borde». Se acabó la risa.

Los fondos soberanos huyen de la banca...

ZURICH.- Dónde están los fondos soberanos? En medio de la peor crisis que se recuerda, los sovereign wealth funds, las grandes estrellas de los mercados financieros el año pasado, están desaparecidos, según "El Mundo".

Muchos se preguntan a qué se debe su silencio ahora, cuando, con el derrumbe de los gigantes de la banca americana, podrían afianzar su presencia en los centros económicos del mundo. Las explicaciones que han surgido son variopintas. Desde que el Gobierno estadounidense ha bloqueado toda opción de compra a que, con el estancamiento del petróleo, sus recursos se han agotado.

Sin embargo, la realidad es mucho más sencilla. Los fondos soberanos están esperando su momento y, pese a operaciones marginales en el pasado, su conocimiento del mundo de la banca de inversión es muy limitado. Es decir, liquidez para entrar en Lehman o AIG tenían, pero, como asegura Vijay Arumbakkam, socio de la consultora KPMG en los Emiratos Arabes Unidos, «ese no es su negocio y no les sale rentable».

En un seminario organizado por KPMG en Zúrich el pasado miércoles, el propio Araumbakkan, junto a Patrick Kerler, jefe de Corporate Finance de la firma en Suiza, y Norbert Walter, economista jefe del Deutsce Bank Group, dieron respuesta a la mayoría de los interrogantes abiertos sobre el papel de los fondos soberanos en esta crisis. El mensaje es claro: «los fondos han venido para quedarse y, a corto plazo, van a pasar de inversores pasivos a tener un rol muy activo», aseguró Patrick Kerler.


Sin embargo, donde invertirán será «en los campos que dominan. Los gestores de fondos no conocen el mundo de la banca. En el caso de Lehman o AIG se trata de sectores nacionales, demasiado complejos. Incluso Nomura, que conoce bien el mercado, sólo está interesada en las divisiones internacionales de Lehman Brothers, no en el mercado de EEUU» aseguró Araumbakkan.

El seminario sirvió para romper algunos de los mitos sobre los fondos y aclarar qué logica siguen. «Uno de los problemas de los europeos es que no entienden los fondos. Para los responsables de China, Singapur o los Emiratos, Europa es Londres y sólo Londres» indicó Norbert Walter. Pese a que Europa es el destino del 24% de las inversiones de los SVF, los mercados asiático (28%) y norteamericano (37%) son su primera prioridad.

Una larga historia

Los europeos se enteraron de su existencia hace poco, pero el primer fondo se creó en Kuwait en los 50. En 2007 se hicieron visibles para el público occidental, pero siempre han estado.«Los gestores de los fondos de los Emiratos Arabes Unidos no son gente sofisticada. Les gusta lo tangible, por eso prefieren el sector industrial.


Una hipoteca no se puede tocar como un coche o un avión. Por eso seguirán gastando en tecnología y no en bancos» apuntó el especialista de KPMG. Además, los resultados que han cosechado en sus inversiones en banca desde 2007 han sido francamente negativos, por lo que no parece probable que decidan aumentar su presencia en un sector tan inestable.

Durante el debate posterior a la intervención de Walter y Kerler se planteó un interrogante interesante. ¿Podría considerarse el plan de rescate de la Administración de Bush como un fondo soberano? Técnicamente no lo es, pero, en la práctica, se trata de capital público en empresas privadas, algo que tiene mala fama en EEUU y Europa (salvo en Noruega, donde está el segundo SWF más grande del mundo).

Dada la proliferación en la inversión, sorprende la casi nula presencia en España de fondos soberanos. Según Araumbakkan, con 18 años de experiencia en el sector y más de un lustro trabajando en Abu Dhabi, la respuesta es la inacción del Gobierno Español.

«Yo llevo más de cinco años viviendo allí y conozco al embajador francés, al italiano, al chino o al japonés. Todos se mueven mucho, tratan de concertar entrevistas y abrir canales de comunicación.Pero nunca he visto a un español por Abu Dabi o Dubai. ¿Hay embajador allí?», se pregunta con sarcasmo.

No hay lugar para pánico alguno / Tom Burns Marañón

En la cosa del dinero unos y otros, todos juntos y cada uno por su lado, se mueven entre la codicia y el miedo. Son los extremos del péndulo y el movimiento hacia un extremo u otro lo mueve la euforia y el pánico. Una y otra vez se comprueba el instinto de la manada. Se alza la voz de comprar, comprar, comprar y todos compran; la de vender, vender, vender y todos venden. Luego, con precios de saldo, el listo de la manada dirá otra vez comprar, comprar, comprar y vuelta a empezar (el listo haciendo, claro está, su agosto particular). El personal es así, aquí y en Wall Street, en la City y en toda plaza financiera. Y no va a cambiar.

Lo dicho se ha de tener muy en cuenta porque basta que se alce la voz de que el sistema financiero español puede no ser solvente y que el ahorro de cada hijo de vecino puede que no esté seguro para que comience la estampida para hacer cola a la puerta de la sucursal del banco o de la caja más cercana y de toda la vida.Digamos pronto, bien y alto que quien propague tal mensaje es un zote o algo mucho peor.

También quien incide al pánico puede ser un manipulador de precios y de mercados. Aquí entramos en el resbaladizo terreno de lo que es financieramente penal y criminal. Quienes espolean el pánico pertenecen al mundo de quienes tienen una agenda muy interesada y una capacidad sobrada para dirigir manadas y organizar estampidas. Ante tal eventualidad es más necesario que nunca que la agenda sea marcada por el propio sistema financiero y por sus muy experimentados equipos dirigentes, por el Banco de España que lo regula y por el Ministerio de Economía y Hacienda.El mensaje de todos ellos tiene que ser uno e indivisible: los ahorros no corren ningún peligro. Esto se ha repetir hasta la saciedad porque es exactamente así. Es lo que es y lo que hay.

El sistema financiero español puede tener problemas de liquidez, al igual que lo tienen todos los sistemas financieros de la OCDE, pero el sistema financiero español no tiene ningún problema, ningún problema, de solvencia. Para decirlo de una manera muy clara: el sistema financiero español, gracias a la supervisión del Banco de España, es extraordinariamente solvente frente al norteamericano y al europeo. Y se ha de entender algo muy sencillo: no habrá corralitos en Estados Unidos, ni en la Unión Europea, ni, por supuesto, aquí.

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Todas las miradas apuntan a Bush y Greenspan / Javier Lojo

La situación internacional es compleja.

Y tiene que quedar algo muy en claro: la Argentina no va a quedar fuera de este escenario. El golpe al modelo K vendrá derecho sobre uno de sus pilares: la recaudación vía retenciones a las exportaciones.

El sistema financiero local no sufrirá la caída de bancos como se observa en los Estados Unidos y Europa, pero la economía real sufrirá ajustes que terminarán llegando al bolsillo de todos nosotros. Sólo es una cuestión de tiempo.

Pero ¿cómo se inicia está crisis y cuándo se sentirá en nuestro país?

Vayamos por partes.

El premio Nobel de economía Joseph Stiglitz publicó hace poco una columna en el diario “Financial Times” responsabilizando al presidente George W. Bush y al titular de la Reserva Federal, Alan Greenspan, del colapso inmobiliario que reventó bancos y la bolsa de valores.

Ambos manipularon la economía para crear la imagen de una falsa prosperidad. El texto de Stiglitz se titula “La hora de la verdad para EE. UU.” y revela que la crisis estalló pero no se ha desarrollado del todo.

Es importante tomar los conceptos de este economista para comprender el problema.

Todo se remonta a la recesión del 2001.

Con el apoyo de Greenspan, el presidente Bush impulsó un recorte fiscal diseñado para beneficiar a los estadounidenses más ricos, pero no para sacar a la economía de la recesión que vino después de que se reventara la burbuja de internet. Ante ese error, la Reserva no tenía muchas opciones si deseaba cumplir su mandato de conservar el crecimiento y el empleo.

La economía creció, pero principalmente debido a que las familias estadounidenses se decidieron a endeudarse más para refinanciar sus hipotecas y gastar parte del excedente. Y mientras los precios de las viviendas aumentaron como resultado de las tasas de interés más bajas, los norteamericanos pudieron ignorar su endeudamiento creciente.

"Ni siquiera eso estimuló lo suficiente a la economía. Para lograr que más personas pidieran préstamos, se redujeron las condiciones de los créditos, lo que promovió el crecimiento de las llamadas hipotecas basura.

Además, se inventaron nuevos productos que rebajaron los montos de los enganches, lo que facilitó a las personas solicitar hipotecas mayores.

"Algunas hipotecas incluso tenían amortización negativa: los pagos no alcanzaban a cubrir los intereses, de forma que cada mes la deuda crecía más. Las hipotecas fijas, a tasas de interés del 6%, fueron sustituidas por hipotecas de tasa variable, cuyos intereses estaban ligados a las letras del Tesoro de corto plazo.

"Las llamadas 'tasas señuelo' permitían pagos aún más bajos durante los primeros años. Eran señuelos porque partían del hecho de que muchos deudores

no eran sofisticados financieramente y no entendían en realidad en lo que se estaban metiendo.

"Y Alan Greenspan los alentó a que se arriesgaran promoviendo estas hipotecas de interés variable. El 23 de febrero de 2004 señaló que en la última década muchos propietarios de viviendas podrían haberse ahorrado miles de dólares si hubieran contratado hipotecas de tasa variable en lugar de hipotecas de tasa fija".

La burbuja de los precios de la vivienda finalmente se reventó y, con la caída de los precios, algunas personas se han encontrado con que sus hipotecas son superiores al valor de sus casas.

Otros descubrieron que, con el

aumento de los intereses, sencillamente ya no podían hacer sus pagos. Demasiados estadounidenses no crearon un colchón en sus presupuestos y las compañías hipotecarias, concentradas en los derechos que generaban las nuevas hipotecas, no los instaron a que lo hicieran.

Así como fue predecible el colapso de la burbuja inmobiliaria, también lo son sus consecuencias: la construcción de viviendas y los precios de las existentes están disminuyendo y los inventarios están aumentando.

Según algunos cálculos, más de las dos terceras partes del aumento de la producción y el empleo en los últimos seis años han estado relacionadas con los bienes raíces, lo que refleja tanto las nuevas viviendas como los créditos obtenidos con viviendas como garantía para utilizarlos en excesos de consumo.

La burbuja inmobiliaria indujo a los norteamericanos a vivir con más de lo que tenían. Al apagarse este motor del crecimiento, es difícil imaginar que la economía estadounidense no sufra una desaceleración. Un regreso a la salud fiscal será bueno a largo plazo.

Hay un viejo adagio que dice que los errores de las personas perduran mucho después de que ellas ya no están. Eso es muy cierto en el caso de Greenspan y lo será en el de Bush.

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Jacques Attali, asesor de El Elíseo: ´Estamos viviendo la caída del imperio romano´

BARCELONA.- Jacques Attali, economista, ensayista, asesor de los presidentes franceses Nicolas Sarkozy y François Mitterrand es también un visionario. En un libro de reciente publicación, Breve historia del futuro (Ed. Paidos) ha dibujado cómo será el mundo en el año 2050: un planeta multipolar, sin la supremacía en solitario de ningún centro de poder y con la implantación de un gobierno mundial.

Gran parte de sus pronósticos sobre la actual crisis se han cumplido. Attali sabe bien qué es lo que nos espera en los próximos años. "Yo ya contaba con esta crisis, primer síntoma del declive del imperio americano. Pero a decir la verdad cometí un error".

¿Cuál? "Creí que todo esto iba a ocurrir dentro de diez años. Ya había mencionado en mi obra lo que pasaría con los excesos de las finanzas de alto riesgo y las subprime.Pero creí que la olla tardaría más en estallar. Estos días la historia ha sufrido un formidable proceso de aceleración. Estamos viviendo la caída del imperio romano".

A su juicio, "China no está en condiciones de asumir el liderazgo mundial: se precisa voluntad y fuerza militar".

Aumenta en España la actividad de las casas de empeño por la crisis

MADRID.- Falta liquidez y es muy difícil ahorrar. Muchos recurren a los trucos de toda la vida: empeñar joyas o vender objetos en casas de segunda mano. Llevar el collar de la abuela a la ventanilla de los Montes de Piedad no es una imagen de los años del blanco y negro.

En tiempos de crisis, el papel puede al corazón. En lo que va de año el número de préstamos que han realizado los Montes de Piedad en España ha crecido hasta en un 30%.

"En este momento, además, de la gente con menos recursos económicos, vemos que ahora se está incrementando hacia la clase media", asegura Enrique Tejedor de Monte de Piedad Bancaja.

El importe medio que se obtiene ronda los 400 euros. Normalmente en el plazo de un año se paga el préstamo, con sus intereses, para recuperar la joya. Algo que ocurre en el 95% de los casos.

"Las joyas que no se recuperan salen en una subasta pública. La diferencia entre lo que se obtiene en la subasta y la deuda, se la lleva siempre el propietario", explica Fina López, responsable de las Tasaciones.

Por otro lado, las casas de compra-venta de artículos de segunda mano también han aumentado el negocio. Aquí se puede ofrecer cualquier objeto.

"Si antes a la gente no le importaba tener una televisión apagada en un dormitorio, ahora sí", asegura Moisés Castro, de Cash Converters.

En este año cuatro de cada diez personas han utilizado estos negocios para intentar ganar algo de dinero.

Blogs, redes sociales y diarios digitales redefinen el Periodismo

MADRID.-Los blogs como nuevos nichos de información, las comunidades sociales que se construyen en Internet y la proyección de los diarios digitales marcan en la actualidad la pauta en el mundo de la comunicación, por lo que los periodistas y los medios tradicionales están obligados a reinventarse si no quieren morir.

Este fue el eje argumental de los seminarios y paneles celebrados en el segundo día de la 64 Asamblea General que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) celebra en Madrid.

Que la audiencia ha cambiado de intereses y que las nuevas tecnologías han propiciado ese cambio tienen su muestra más palpable en ese espacio que se ha dado en llamar blogosfera, en el que cualquier persona con un mínimo conocimiento informático puede crear su propio portal de Internet desde el que dirigirse al mundo.

Los blogs o bitácoras han conseguido, por ejemplo, que en Cuba la información deje de ser un monopolio en manos del Estado y que ciudadanos como Yoanis Sánchez, creadora del espacio "generación Y", pueda ofrecer su particular visión de la vida diaria en la isla a las entre 8 y 10 millones de personas que lo visitan cada mes.

Sánchez no pudo estar en esta cita de la SIP porque el Gobierno cubano no le dio el visado, pero envió un vídeo en el que destacó que "Internet es muy corrosivo para el monopolio informativo que tiene el Gobierno cubano" desde hace casi 50 años.

En torno a su blog se dan cita miles de personas, al igual que en torno a millones de otros espacios comunitarios o redes sociales que han proliferado con la red, y que han transformado radicalmente la manera habitual de producir y consumir información.

Stefanie Himoff, vicepresidenta de Pluck Social Media, una empresa que facilita los instrumentos de software necesarios para crear comunidades y redes sociales, subrayó que "la blogosfera es una tercera dimensión" que los medios de comunicación tradicionales deben aprovechar, porque en ella está su futura supervivencia.

Un ejemplo: el diario estadounidense "USA Today" deja a sus lectores interactuar con todos sus contenidos, algo que se ha traducido en un crecimiento del 23 por ciento de los visitantes de su edición digital y en la recepción de 10.000 aportaciones diarias.

"El beneficio social y económico es enorme", dijo Himoff, porque "con una inversión tecnológicamente sencilla y barata se amplían los contenidos y aumentan los lectores, se amplia la lealtad de los usuarios y crecen de manera exponencial los ingresos".

Francis Pisani, uno de los blogueros más reputados en el ámbito internacional, argumentó que "lo extraordinario del blog es la comunicación con la gente" e hizo hincapié en que "las nuevas generaciones no contemplan acudir a medios de comunicación con los que no puedan interactuar de una manera u otra".

Aunque a muchos les suene aún a nuevo, Pisani aseguró que "los blogs son algo ya del pasado", que están siendo desplazados por el microblogging, que permite enviar mensajes gratis de hasta 140 caracteres a través del teléfono con el programa Twitter.

La fuerza de Twitter también tiene un ejemplo: Robert Scoble, uno de los blogueros sobre tecnología más conocidos, anunció en su página web el último gran terremoto de China incluso antes de que lo notificara el Servicio Geológico de los EEUU, recordó Pisani.

Todos estos nuevos elementos tienen que ver en la manera en que canales tradicionales de información, como los periódicos impresos y las agencias de prensa, afrontan su presente y futuro.

De eso se habló en un panel en el que "integracionistas y separatistas" debatieron si el diario digital debe ser el nuevo centro del universo en la redacción de periódicos y agencias, y si es necesaria incluso una adaptación física de las redacciones.

Entre los integracionistas, el presidente de la Agencia Austríaca de Prensa APA, Wolfgang Vyslozil, defendió la necesidad de agrupar o acercar físicamente a las personas que trabajan en las distintas secciones (texto, fotografía, vídeo y multimedia) para producir el producto diversificado que piden los clientes de manera creciente.

El camino de la integración ha sido emprendido ya por diarios con larga historia como el británico "The Daily Telegraph", cuyo directivo Rhidian Wynn-Davies, defendió "un modelo híbrido" entre el periódico tradicional y las nuevas tendencias.

"El éxito pasa por tener un gran periódico con una cabecera de prestigio que haga mucho más que buenas noticias, que ofrezca servicios a los lectores, como una sección de viajes o de finanzas.

Hemos de pensar en cómo ayudar a la gente a vivir sus vidas", dijo.

El consejero delegado del noruego "Verdens Gang", Torry Pedersen, se situó en el bando de los "separatistas" y defendió una separación de las redacciones donde se hace el periódico y la edición online.

"Son necesarias ediciones diferentes, porque las necesidades y las velocidades son diferentes. Ningún hombre corre a la vez los 100 metros y el maratón en unos Juegos Olímpicos", señaló.