PEKÍN.- La
decisión de China de suspender un vínculo entre las bolsas de valores
de Shanghái y Londres no es tanto un golpe a los mercados sino un
disparo de advertencia al primer ministro, Boris Johnson, mientras
prepara al Reino Unido para el brexit.
Según
personas familiarizadas con el asunto, el gobierno chino ha detenido
temporalmente el Stock Connect entre Shanghái y Londres por razones
políticas. Una persona dijo que la postura de Gran Bretaña sobre las
protestas a favor de la democracia en Hong Kong es uno de los temas que
impulsaron la medida, y que la forma en que avancen las relaciones con
el Reino Unido determinará si se restablece el vínculo.
Es
poco probable que el momento sea una coincidencia, ahora que Johnson
busca fortalecer los lazos comerciales con China después de que el Reino
Unido abandone la Unión Europea este mes, y con una decisión inminente
sobre si se debe permitir a la gigante tecnológica china Huawei
Technologies Co. desempeñar un papel en las futuras redes de banda ancha
británicas.
Aunque
el vínculo entre las dos bolsas –diseñado para permitir que las
compañías que cotizan en una emitan acciones en la otra– hasta ahora no
ha sido abrumador, su suspensión es la última indicación de cómo se han
deteriorado los lazos.
“Esta
ruptura es más que todo simbólica, porque la realidad es que nuestras
prácticas comerciales no se alinean”, asegura Tom Tugendhat, un
legislador conservador gobernante que presidido la Comisión de Asuntos
Exteriores de la Cámara de los Comunes en el último Parlamento.
“La
respuesta política de China realmente habla de una realidad creciente:
su modelo económico no está alineado con un mercado libre basado en el
estado de derecho”.
Enviar un mensaje
El
portavoz de la cancillería china Geng Shuang dijo que “no está al tanto
de los detalles” del caso de la bolsa de valores. “Me gustaría destacar
que esperamos que el Reino Unido proporcione un ambiente justo, abierto
y no discriminatorio para que las empresas chinas inviertan allí”, dijo
el jueves a periodistas en Pekín. “Esperamos que genere condiciones
justas para la cooperación práctica entre los dos países”.
La
Comisión Reguladora de Valores de China y la Bolsa de Valores de
Shanghái no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios,
mientras que los representantes de la Bolsa de Valores de Londres y el
Tesoro del Reino Unido declinaron hacer comentarios.
“China
tiene un historial bastante extenso en la creación de barreras
informales al comercio o el perjuicio a las relaciones comerciales como
una forma para que el gobierno chino ejerza más influencia sobre otros
gobiernos”, afirma William Nee, analista de negocios y derechos humanos
de Amnistía Internacional en Hong Kong. “Pekín ha sido particularmente
sensible a las críticas por su conducta en Hong Kong”.
La
relación entre el Reino Unido y China ahora está muy lejos de la “era
dorada” imaginada por el exprimer ministro David Cameron, quien quería
reiniciar los lazos con Pekín a través del comercio y la inversión. Las
tensiones sobre el disputado Mar del Sur de China han jugado un papel
importante, pero son los eventos en la antigua colonia británica de Hong
Kong los que han causado el mayor daño.
Las
dos partes han estado involucradas en una disputa prolongada sobre el
manejo de Pekín de las protestas en favor de la democracia en Hong Kong,
que el Reino Unido devolvió al gobierno chino en 1997 con el acuerdo de
que se mantendrían los tribunales independientes del territorio, el
sistema capitalista y las instituciones democráticas.
A
pesar de los llamamientos de los manifestantes a una mayor
intervención, el gobierno británico inicialmente se limitó a las
demandas de las autoridades de mostrar moderación e instar al diálogo
para calmar las tensiones, aunque incluso estas intervenciones
provocaron una respuesta enojada de Pekín.
Pero
el gobierno de Johnson aumentó las apuestas cuando acusó a China de
torturar a un exempleado del consulado británico en Hong Kong y el
Secretario de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, convocó al embajador
chino en Londres.
El
gobierno chino advirtió en ese momento que una mayor interferencia en
Hong Kong “eventualmente perjudicará los intereses del Reino Unido”.
Una
decisión largamente demorada sobre si el acceso de Huawei a las
llamadas redes de comunicaciones 5G del Reino Unido tiene el potencial
de alimentar nuevas tensiones, si Johnson sucumbe a la presión de
Estados Unidos para vetar a la compañía china por razones de seguridad.
The
Financial Times informó la semana pasada que la administración del
presidente Donald Trump aumentó la presión para bloquear a Huawei,
citando una entrevista con el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU.,
Robert O’Brien. Estados Unidos advirtió a sus aliados que el gobierno
chino podría ganar una puerta trasera a las redes de comunicaciones y
amenazó con retirar la cooperación en inteligencia.
La
decisión está llena de riesgos, y Johnson ha insinuado que el Reino
Unido podría seguir a algunos de sus aliados internacionales de
seguridad, incluidos Australia y Nueva Zelanda, en las restricciones o
las prohibiciones a la compañía, aunque podría buscar un arreglo
permitiendo que Huawei participe solo en los llamados elementos no
centrales de la red.
“Los
subsidios estatales ocultos a empresas como Huawei, que también son
acusadas de cooperar con las violaciones de derechos humanos que estamos
viendo en Xinjiang, significan que es difícil para nuestros mercados
comerciar sobre la misma base”, dijo Tugendhat. “La cooperación es
importante tanto para China como para el Reino Unido, pero debe basarse
en la realidad”.
Por
ahora, la decisión de China de suspender el vínculo bursátil tiene un
significado más simbólico que financiero. Solo la compañía china, Huatai
Securities, ha cotizado en Londres desde que se lanzó el programa el
año pasado, mientras que ninguna compañía del Reino Unido ha salido a la
bolsa de Shanghái.
Los recibos de depósito globales de Huatai cayeron 11% en Londres tras la noticia de que se suspendió el enlace.
Según
Pang Zhongying, miembro del grupo de expertos del Comité Académico de
la Institución Pangoal con sede en Pekín, el brexit brinda a Johnson
–quien ganó una gran mayoría en las elecciones del mes pasado– la
oportunidad de restablecer los lazos con China.
“Gran
Bretaña necesita renegociar un nuevo pacto comercial y de inversión con
sus principales socios comerciales, incluidos China y Estados Unidos,
en la era posterior al brexit, y eso crea nuevas oportunidades para
ambos países”, afirma.
“Como el mundo sabe, el enfoque principal del
gobierno británico está en el brexit y Hong Kong no es su prioridad”.