WASHINGTON.- La ONG Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este martes las
"discriminatorias" restricciones de financiación de Gobiernos europeos a
organizaciones de Derechos Humanos palestinas, y ha denunciado el
"doble rasero" europeo al hacer un "uso indebido del antisemitismo como
herramienta de represión".
AI, en una carta conjunta con cerca
de otro centenar de organizaciones dirigida a la Unión Europea, ha
expresado preocupación por el impacto de restringir la financiación a
las organizaciones palestinas, manifestando que estas medidas "dañarían
aún más la credibilidad" de Bruselas como "autoproclamada defensora de
los Derechos Humanos".
La directora de la oficina de
Instituciones Europeas de AI, Eve Geddie, ha subrayado que los Derechos
Humanos en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados "ya se
encuentran en una profunda crisis", por lo que las asociaciones tanto
palestinas como israelíes en la región "realizan un trabajo crucial para
proteger los derechos de las personas".
"Algunos actúan como
guardianes de las violaciones sistemáticas de los derechos de los
palestinos por parte de las autoridades israelíes con impunidad, otros
brindan representación legal gratuita a víctimas que de otro modo se
quedarían sin apoyo en su búsqueda de justicia. Restringir únicamente la
financiación de las organizaciones palestinas es discriminatorio y las
silenciaría al obstaculizar su vital labor y privaría aún más a las
víctimas de cualquier perspectiva de protección", ha manifestado.
Tanto la Comisión Europea como algunos países europeos --Austria,
Dinamarca, Alemania, Suecia y Suiza-- han tomado medidas para suspender o
restringir la financiación a organizaciones de la sociedad civil
palestina sobre la base de acusaciones infundadas de que la financiación
se ha desviado a supuestas organizaciones terroristas o que se utilizan
para "incitar el odio y la violencia".
El Ejecutivo
comunitario anunció que "hasta la fecha no se ha encontrado ninguna
prueba de que se haya desviado dinero para fines no previstos, pero
anunció la introducción de cláusulas contractuales "contra la
incitación" en los nuevos contratos con ONG palestinas que obligan a los
beneficiarios a declarar que no incitarán al odio y a someterse a un
"monitoreo de terceros" para garantizar su cumplimiento.
Aplicar esta cláusula únicamente a las organizaciones palestinas, indica
Amnistía, estigmatiza a los palestinos y alienta a incitar al odio.
Estas acusaciones "movilizan estereotipos racistas e islamófobos de
larga data que retratan a árabes y musulmanes como propensos a la
violencia y terroristas potenciales".
Pese a que algunas de las medidas
en materia de financiación tuvieron lugar antes de los ataques del
Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) del 7 de octubre, desde
entonces se han intensificado.
Mientras que Geddie ha señalado
que es "esencial" que los Gobiernos europeos donantes garanticen la
rendición de cuentas y la transparencia de todos los socios, ha
cuestionado las razones para limitar la labor de las organizaciones
palestinas que están documentando violaciones de Derechos Humanos por
parte del Gobierno israelí y que tienen que "defenderse repetidamente de
acusaciones de antisemitismo".
"Agregar cláusulas 'contra la
incitación' a los contratos de organizaciones palestinas únicamente y
someterlas a un 'monitoreo de terceros' huele a postura política, es
discriminatorio y refuerza las suposiciones racistas hacia los
palestinos y aquellos que defienden los derechos humanos de los
palestinos", ha agregado AI, que reconoce que es "vital" que los Estados
miembros de la UE combatan "todas las formas de racismo" y
discriminación.
Tras ello, AI ha indicado que los llamamientos
del Gobierno israelí a "matar, desplazar por la fuerza o utilizar armas
nucleares contra palestinos", entre otras amenazas, no han provocado una
reacción parecida en los países europeos, que no han establecido
requisitos similares para las organizaciones de Israel.
"Este flagrante
doble rasero no sólo es discriminatorio, sino que también demuestra un
enfoque preocupantemente selectivo de los Derechos Humanos", ha
aseverado.
En este sentido, Geddie ha apuntado a autoridades
israelíes y funcionarios de varios países de Europa por haber utilizado
acusaciones "infundadas de antisemitismo para silenciar las críticas a
Israel" en materia de violaciones del Derecho Internacional, "incluido
el actual sistema de apartheid impuesto a los palestinos. Esta situación
llega a criminalizar a activistas judíos que están expresando
solidaridad con los palestinos y defendiendo sus derechos".
"Ante el creciente antisemitismo, los líderes europeos tienen la
obligación de tomar medidas para proteger a las poblaciones judías; sin
embargo, combinar la defensa de los derechos de los palestinos con el
antisemitismo y señalar a los palestinos y árabes por el aumento del
antisemitismo es contraproducente y sólo alimenta más odio", ha
afirmado.
Es por ello que ha hecho un llamamiento a la Unión
Europea y otros donantes para que garanticen la reanudación de la
financiación, sin implementar restricciones "innecesarias y
discriminatorias", que han estigmatizado a lo migrantes en países de
mayoría musulmana "culpándolos del creciente antisemitismo en Europa".
"Si la UE cree que las salvaguardias actuales no son suficientes para
abordar la incitación, entonces debería adoptar salvaguardias más
estrictas para todos los contratos, incluidos Israel y dentro de Europa,
en lugar de señalar a los palestinos por motivos racistas y sin
envalentonar o respaldar políticas y leyes que socavar los Derechos
Humanos", ha zanjado Geddie.