LONDRES.- Inversores europeos que gestionan activos por valor de más de 1 billón
de libras (1,2 billones de euros) están presionando a los cuatro
principales grupos de auditoría del mundo para que tomen medidas
urgentes sobre los riesgos relacionados con el clima, advirtiendo que si
no lo hacen podrían causar más daño que la crisis financiera.
Los argumentos a favor de una auditoría más rigurosa se han visto
reforzados por las declaraciones públicas de reguladores y organismos de
control contable que han puesto de relieve los riesgos potencialmente
sistémicos que podría plantear el cambio climático.
En una carta
enviada en enero a las llamadas “Big Four” -EY, Deloitte, KPMG y PwC-,
estos inversores manifestaron su preocupación por el hecho de que el
cambio climático fuera “ignorado” en la contabilidad y las auditorías.
La carta fue vista por Reuters y su contenido se hace público por
primera vez.
“Lo más importante es que no queremos otra crisis
financiera, y esto podría ser mucho peor”, dijo Natasha Landell-Mills,
directora de administración de la gestora de activos Sarasin &
Partners, que encabeza la campaña de 29 inversores.
Los auditores
no están dando suficiente peso a una transición potencialmente rápida
hacia un futuro con bajas emisiones de carbono a medida que los
gobiernos implementan el Acuerdo de París de 2015 para frenar el cambio
climático, dijeron.
Los inversores dijeron que habían decidido publicar la carta mientras
se preparaban para ampliar su campaña escribiendo directamente a los
comités de auditoría de las principales empresas de petróleo y gas para
exigir que también adoptaran un enfoque más sólido frente al riesgo
climático.
Quieren que los auditores cuestionen los supuestos
sobre los precios a largo plazo del petróleo y el gas, que son la base
de la rentabilidad para los accionistas.
“Esta vez, necesitamos
que nuestros auditores se pongan al frente y den la voz de alarma cuando
los ejecutivos no reflejen las pérdidas o responsabilidades
previsibles”, dijo Landell-Mills.
El Consejo de Normas
Internacionales de Contabilidad (IASB, por sus siglas en inglés) dijo el
jueves que sus normas de contabilidad internacional NIIF abordan
cuestiones relacionadas con el riesgo del cambio climático, incluso si
no se abordan de manera explícita.
“Esperamos que los directivos
informen sobre temas ambientales y sociales en la medida necesaria para
que los usuarios primarios de los estados financieros formen su propia
evaluación de las perspectivas a largo plazo de la compañía y la
administración de la empresa”, dijo Nick Anderson, miembro del consejo
del IASB.
EY dijo que estaba “comprometida a asegurar que la profesión de
auditoría pueda continuar sirviendo a las necesidades cambiantes de los
inversores, las empresas y el interés público”.
Un portavoz de
Deloitte dijo que reconocía que el cambio climático suponía un riesgo
significativo para sus clientes y que lo tenía en cuenta como un reto
para la auditoría.
KPMG ni PwC no respondieron a solicitudes de comentarios enviadas por correo electrónico.