BUDAPEST.- El primer ministro de Hungría, el
nacionalista Viktor Orbán, defendió en una entrevista publicada hoy su
polémica reforma laboral que aumenta las horas extra, pese a que ha
generado una oleada de protestas en el país centroeuropeo.
"El que habla contra la reforma de la normativa laboral, habla contra
los trabajadores, porque esta medida sirve a sus intereses", ya que "el
que quiere ganar más ahora tendrá esa posibilidad", aseguró Orbán al
diario cercano al Gobierno Magyar Idök.
La nueva normativa eleva de 250 a 400 las horas extra
anuales, lo que implica que algunos empleados deban trabajar seis días a
la semana, y permite al empresario pagarlas hasta 36 meses después de
realizadas.
La oposición y los sindicatos han
criticado la normativa, a la que han bautizado como "ley de esclavitud",
y aseguran que los trabajadores pueden ser despedidos si no aceptan
trabajar las horas extra requeridas, mientras que el Ejecutivo afirma
que es un tarea "voluntaria".
"Los partidos de la oposición mienten a la gente", afirmó hoy Orbán sobre las críticas.
Desde que se aprobó la ley se han producido varias manifestaciones en
el país, en las que destacaba la participación de todos los partidos de
la oposición y algunas de esas protestas acabaron con la intervención de
los antidisturbios.
El primer ministro, que siempre
se presenta como defensor de los intereses del ciudadano común, ahora se
enfrenta a una protesta por sus políticas sociales que puede dañar su
popularidad.
"El Gobierno representa el trabajo, el
hogar, la familia y la seguridad, mientras que frente a nosotros está la
oposición con su política que ya una vez arruinó Hungría", sostuvo hoy.
"Por un lado está la fuerza tranquila que quiere defender el país, en
el otro la agresión, la violencia, el apoyo a la inmigración y el
aumento de los impuestos", opinó el primer ministro sobre las críticas
de la oposición y los enfrentamientos con la policía que se registraron
en algunas protestas.
Orbán subrayó que las manifestaciones "son parte de la democracia", pero que "el vandalismo no lo es".
Hungría cuenta con una tasa de desempleo del 4,2 %, la más baja en una
década, y la falta de mano de obra ha sido citada por algunos analistas
como un problema para la económica de uno de los países europeos con las
leyes de inmigración más restrictivas.
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