NUEVA YORK.- Los
precios al consumidor en Estados Unidos cayeron en mayo por tercer mes
consecutivo, con una demanda que siguió deprimida en medio de una
recesión causada por la pandemia COVID-19.
Pero
con la reapertura de negocios no esenciales -que habían cerrado a
mediados de marzo para frenar los contagios del virus-, es improbable
que se produzca una deflación. Sin embargo, las cifras del miércoles
apuntan a que la tendencia desinflacionaria podría persistir por un
rato.
Eso
junto con un mercado laboral atribulado podría llevar a la Reserva
Federal a mantener su política monetaria expansiva por algún tiempo más
mientras apoya el retorno de la economía a la recuperación. Los miembros
de la Fed concluyen más tarde el miércoles una reunión de dos días.
"Calculamos
que la crisis resultará en una desaceleración sostenida en la inflación
por causa de un incremento neto en la inactividad", afirmó Jim
O'Sullivan, estratega de TD Securities. "La tendencia en la inflación ya
era demasiado baja desde la perspectiva de los miembros de la Fed. Los
últimos datos apoyan el envío de una señal moderada hoy".
El
Departamento del Trabajo dijo el miércoles que su Índice de Precios al
Consumidor (IPC) declinó un 0,1% el mes pasado tras el descenso de 0,8%
en abril, que fue la mayor disminución desde diciembre de 2008.
Los
precios fueron contenidos por una caída de 3,5% en el costo de la
gasolina, que siguió el desplome de 20,6% en abril. Eso compensó un alza
de 0,7% en el costo de los alimentos el mes pasado, luego de su salto
de 1,5% en abril.
En los 12 meses a mayo, el IPC subió un 0,1% luego de aumentar un 0,3% a abril.
Economistas
consultados por Reuters esperaban que no hubiera variación en el IPC
mensual en mayo, con un incremento interanual de 0,2%.
La economía estadounidense entró en recesión en febrero como resultado
de la pandemia de coronavirus, indicó el lunes la Oficina Nacional de
Investigación Económica (NBER, por su sigla en inglés.
Sin
contar los volátiles componentes de alimentos y energía, el IPC bajó un
0,1% en mayo tras el descenso de 0,4% de abril, la mayor caída desde el
inicio de la serie, en 1957. El denominado IPC subyacente bajó en marzo
por primera vez desde enero de 2010.
Mayo
marcó la primera vez que el IPC subyacente baja por tres meses seguido.
La inflación subyacente se deprimió por declives sucesivos en los
costos de seguros de vehículos y vestuario. El costo de alojarse en
hoteles se redujo un 1,8% el mes pasado tras el hundimiento de 8,1% del
mes previo.
Esos
declives contrarrestaron la subida de 0,3% en la renta equivalente de
residencia primaria, que es lo que un propietario de vivienda pagaría
para arrendar o recibiría por alquilar una vivienda.
En
los 12 meses a mayo, el IPC subyacente subió un 1,2%, el menor avance
desde marzo de 2011. El IPC subyacente creció un 1,4% interanual en
abril.
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