LA PAZ.- El dimisionario presidente de Bolivia, Evo Morales,
ha instado este lunes a los líderes de la oposición a que "asuman su
responsabilidad de pacificar" el país ante los actos de violencia que se
han venido registrando en los últimos días y que han continuado después
de que anunciara el domingo su renuncia.
Como
ya hiciera al anunciar su dimisión, se ha referido a su principal rival
en las elecciones del 20 de octubre, el expresidente Carlos Mesa, y al líder del comité cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho,
a los que ha tachado de "discriminadores y conspiradores" y que ha
dicho que "pasarán a la historia como racistas y golpistas".
"Que
asuman su responsabilidad de pacificar al país y garanticen la
estabilidad política y convivencia pacífica de nuestro pueblo", les ha
conminado en un mensaje publicado en su cuenta en Twitter, insistiendo
nuevamente en que ha sido víctima de un golpe de Estado que, según él,
"el mundo y bolivianos patriotas repudian".
Los principales aliados de Morales,
con el presidente venezolano Nicolás Maduro a la cabeza, han respaldado
su versión de que el mandatario ha sido objeto de un golpe de Estado
fraguado por la oposición.
En este sentido, el todavía presidente -la
Asamblea Legislativa tiene aún que validar su renuncia- ha expresado su
agradecimiento por la "solidaridad" de los bolivianos y sus
"recomendaciones, sugerencias y expresiones de reconocimiento que nos
dan aliento, fortaleza y energía".
"Me emocionaron hasta hacerme llorar.
Nunca me abandonaron, nunca los abandonaré", ha prometido.
Morales se encuentra en Cochabamba,
donde comenzó su carrera política, y ha dejado claro que no tiene
ninguna intención de abandonar el país porque no ha "robado nada". En
este sentido, ha denunciado que se habría emitido una orden de arresto
en su contra, si bien la Policía ha desmentido este extremo.
El que ha sido el primer presidente indígena de Bolivia presentó su dimisión el domingo horas después de que la Organización de Estados Americanos (OEA)
hiciera público el informe preliminar sobre las irregularidades
constatadas en las elecciones del 20 de octubre y pidiera repetir la
cita electoral.
En un primer momento, Morales acató el dictamen y anunció la disolución del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la convocatoria de nuevas elecciones,
pero rápidamente fueron muchas las voces que reclamaron su salida del
cargo, no solo desde la oposición, sino también el Ejército y la Policía
le sugirieron que dimitiera. Además, algunos miembros de su partido y
ministros presentaron su renuncia.
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