SANTIAGO.- El
peso chileno cayó a un mínimo histórico después de que el gobierno del
presidente Sebastián Piñera anunciara reformas a la constitución
redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet, en un intento por
apaciguar tres semanas de protestas masivas.
El
ministro del Interior, Gonzalo Blumel, hizo el anuncio el domingo tras
una reunión de la coalición gobernante. La constitución debería ser
redactada sobre la base de “un congreso constituyente” y luego
ratificada a través de un plebiscito, dijo el ministro, sin dar más
detalles.
“Nosotros,
como gobierno, vamos a enviar nuestra propuesta para el mecanismo de
cambio constitucional en los próximos días”, dijo Blumel a Canal 13. La
nueva constitución se redactaría dentro de “uno o dos años”.
De
esta manera, el gobierno de Chile responde a los peores disturbios
civiles desde el restablecimiento de la democracia en 1990. Las
protestas diarias por el aumento del costo de la vida y la desigualdad
en la nación más rica de América del Sur a menudo se tornan violentas,
con 20 personas fallecidas y miles de heridos hasta la fecha. Uno de los
principales objetivos de los manifestantes apunta a modificar la
constitución.
“La
apuesta desde el gobierno y la derecha es una concesión bastante
fuerte. La derecha nunca la había querido considerar”, dijo Robert Funk,
profesor de ciencias políticas de la Universidad de Chile.
“Puede
causar una división entre los grupos más violentos, que exigen nada
menos que la renuncia de Piñera, y la clase media que tiene sus propias
demandas”.
El
peso cerró 1,7% más bajo a 760,43 por dólar, una cifra récord, según
datos compilados por Bloomberg. El mínimo anterior de 759,75 se
estableció hace 17 años en octubre de 2002.
Baluarte del mercado
Redactada
bajo la dictadura de Pinochet, muchos consideran la constitución actual
como la base de un sistema económico que privatizó las pensiones y gran
parte de la atención médica y la educación, uno de los reclamos
principales de los manifestantes.
También consagró las salvaguardas
legales a la propiedad privada que están detrás de la privatización del
agua en Chile, un tema controvertido en un país que lucha contra graves
sequías.
El
hecho de que las leyes redactadas durante uno de los períodos más
autoritarios del país permanezcan vigentes siempre ha sido motivo de
controversia. Según una encuesta de Cadem realizada entre el 6 y el 8 de
noviembre, el 78% de las personas consultadas estaban a favor de
establecer una nueva constitución.
La coalición gobernante dijo que el anuncio de ayer debería ayudar a restaurar la calma en las calles.
“Necesitamos
que no hayan excusas para reponer el orden público en el país”, dijo
Jacqueline van Rysselberghe, presidenta del partido de derecha Unión
Demócrata Independiente. “Ahora sentémonos a conversar”, dijo en una
entrevista con Radio Pauta.
No tan rápido
Sin
embargo, no será fácil integrar a los manifestantes. La falta de apoyo a
la clase política, una de las caras de la división política, podría
socavar la credibilidad del proceso, según José Miguel Insulza, senador
del Partido Socialista de la oposición.
“Si
alguien piensa que el Congreso que actualmente existe puede escribir
una nueva constitución podría estar engañándose a sí mismo”, dijo
Insulza en una entrevista radial con Pauta. “Probablemente no tendría
una legitimidad suficiente”.
El
mercado pareció reaccionar negativamente al anuncio. El peso fue la
moneda de peor desempeño en los mercados emergentes hoy con una caída de
1,5% a las 12:57 p.m. en Santiago, mientras que el índice de referencia
S&P IPSA cayó 1,1%.
Inversiones
La Construcción SA, un holding financiero con participaciones en fondos
de pensiones y seguros de salud, lideró las pérdidas hoy con una caída
del 7,2%. Sus acciones han caído un 34% desde que comenzaron los
disturbios el 18 de octubre.
Alrededor de 23.000 millones de dólares en capitalización bursátil de acciones
en el S&P IPSA han sido eliminados desde que comenzaron los
disturbios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario