WASHINGTON.- Los ‘dreamers’ (los soñadores) llegaron a Washington desde distintos puntos de Estados Unidos para defender, a ritmo de tambores y con una contagiosa algarabía, el programa que ampara a estos jóvenes indocumentados de la deportación.
Los manifestantes hicieron gala de su capacidad de resistencia al
convertir las afueras de la Corte Suprema en el punto de un encuentro
amenizado por el retumbar de los tambores y las alegres voces de los
participantes que pedían mantener el programa de Acción Diferida para
los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés).
La movilización llegó antes de que el Supremo escuche el martes los argumentos de los defensores de este alivio migratorio y de los representantes del Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, que busca ponerle punto final.
“Home is here” (“Nuestro hogar está aquí”), “No a la deportación”, coreaban los participantes,
entre quienes se encontraban también integrantes de organizaciones
proinmigrantes, padres de familia y entusiastas acompañantes.
Diecisiete días después de haber salido de Nueva York, Mariana, una
‘soñadora’ nacida en México, llegó con un mensaje para los magistrados: “dejen DACA como está”.
“Las cortes menores ya han dicho que DACA es legal”, recordó en
referencia a la lucha legal que han emprendido beneficiarios y
organizaciones proinmigrantes después de que el Gobierno de Trump anunciara el 5 de septiembre de 2017 el final de ese amparo, decisión que debía entrar en vigor desde el 5 de marzo de 2018.
Esta joven incluso planteó a los magistrados que “abran a todos otra
vez” este programa, ya que en la actualidad no se reciben nuevas
solicitudes.
“Un día nos tocó lluvia durante seis millas (unos 9,6 kilómetros)
derecho, pero nuestra última meta era llegar aquí a la Corte Suprema,
entonces ahora que estamos aquí es mucha emoción”, relató esta chica,
quien destacó que no dejaron vencer por el frío o la lluvia.
De su experiencia, destacó que DACA le permitió estudiar y, hablando
en general, consideró que empezaron “a triunfar en este país: empezamos a
trabajar, a hacer otros logros”.
“Ahorita como están estos tiempos hemos visto el miedo que tiene
nuestra comunidad. Y para mí lo que DACA hizo en estos tiempos
específicamente es que cuando salga de mi casa tengo más oportunidad de
regresar con mi familia y no ser deportada”, destacó esta joven
vinculada a la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de
Los Ángeles (CHIRLA, en inglés).
Y aún son muchos los jóvenes indocumentados
Luis, un joven nacido en el estado de Mato Grosso, en Brasil, se unió
hace semana y media en Pensilvania a la marcha con rumbo a la capital
estadounidense, pero su petición, además de DACA, es por quienes, como
él, viven desde niños en este país y están indocumentados.
“Estoy aquí en América por 15 años ya, nosotros
aplicamos por mi ciudadanía y todavía no ha llegado. Yo no puedo aplicar
para DACA porque no soy elegible”, comentó, al indicar que ya que
había cumplido 17 años cuando este plan entró en vigor el 15 de junio
de 2012.
Luis defendió DACA, pero también recordó que es una solución temporal.
“Necesitamos una reforma migratoria, por eso estamos aquí luchando todos juntos. Y somos asiáticos, somos de Etiopía, hay gente de todas partes del mundo, eso es para todos”, defendió.
“Estoy aquí para mostrar mi ejemplo. Me dicen que sin papeles no soy
nadie en este país, pero estoy aquí para probarles que sí somos alguien.
Mi mamá es alguien, vinimos aquí por educación. Nuestro país pasa por
dificultades que en América la gente no puede entender, no sabe los
sacrificios que tenemos que hacer”, sostuvo.
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