BEIRUT.- A
poco de que se cumpla un mes del inicio de las protestas en el Líbano,
los bancos siguen sin levantar cabeza y ven cada vez más limitada su
actividad por la falta de liquidez, sobre todo en dólares, por las
protestas que los han mantenido cerrados y, ahora, por la huelga.
El
Líbano cuenta con su propia moneda local, la libra libanesa, pero la
mayor parte de los productos de consumo son importados y pagados con los
billetes verdes, pero la falta de dólares ha afectado a los residentes
en el país.
"Hace
unos días necesitaba retirar 1.000 dólares de mi cuenta en el banco
Byblos, pero rechazaron mi pedido. Luego probé una cantidad menor (500
dólares), que también rechazó. Solo pude retirar 200 del cajero
automático", afirma el joven Garabed Khachadour, de 25 años y
estudiante en la Universidad Libanesa.
Agregó
que "la escasez de dólares en el banco, especialmente, y en la ciudad,
en general, está afectando a todos porque todos trabajan con dólares,
incluso los agentes de bolsa", señaló.
Otra
estudiante, llamada Lamis Amhaz, también se ha visto afectada y ahora
cobra por su trabajo en libras libanesas, cuyo valor en el mercado negro
varía cada día, a pesar de que anteriormente fuese fijo.
“Por
lo general, me pagan en dólares mi trabajo de edición por internet y
OMT (servicio de envío de dinero) me transfiere el dinero para que yo lo
recoja, pero esta vez OMT se negó a entregarme el efectivo en dólares
y, en su lugar, lo recogí en libras libanesas", aseveró.
El
problema viene de hace meses y de hecho fue uno de los motivos que
precipitaron las protestas que explotaron el 17 de octubre, en las que
los bancos cerraron casi dos semanas.
Los
bancos son uno de los blancos de estas protestas con las que se busca
levantar el secreto bancario en uno de los países más endeudados del
mundo, con unos 86.000 millones de dólares, alrededor del 150% del
Producto Interior Bruto, de deuda.
En
medio de esta situación, la Unión de Sindicatos de Empleados del Banco
libanés llamó hoy a una huelga que comenzará el martes, por "razones de
seguridad",
"El
sector bancario fue testigo de la inestabilidad de la semana pasada que
condujo a condiciones de trabajo inaceptables", dijo hoy la unión de
sindicatos de empleados en su comunicado.
"Los trabajadores han sido incluso atacados por los clientes", apuntó.
El
gobernador del Banco Central libanés, Riad Salameh, trató hoy de
atemperar los ánimos llamando a la calma y prometió proteger a los
clientes y sus depósitos, subrayando que han tomado "las medidas
necesarias para que no sufran pérdidas".
Las
protestas en todo el Líbano comenzaron el 17 de octubre en respuesta al
plan del gobierno de imponer impuestos a las aplicaciones de mensajería
como WhatsApp o Viber, aunque horas después fue retirada esta medida.
Pero
los manifestantes rápidamente recurrieron a una denuncia más amplia de
corrupción generalizada.El primer ministro libanés, Saad Hariri, anunció
su renuncia ante la oleada masiva de protestas, que no se recuerdan en
el país desde 2005 en la llamada "Revolución de los Cedros",
inclinándose ante una de las demandas clave establecidas por los
manifestantes.
Sin embargo, el presidente del país, Michel Aoun, no ha iniciado consultas para nombrar un nuevo primer ministro.
Los
manifestantes han estado pidiendo un gobierno de tecnócratas ya que los
cargos gubernamentales en el Líbano son asignados por religión en un
país de 18 comunidades religiosas.
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