ROMA.- Los ‘chalecos naranjas’ en Italia, que se consideran «primos» de los ‘chalecos amarillos’ de Francia y que son un nuevo movimiento, todavía minoritario que niegan la existencia del coronavirus, se han manifestado este martes en Roma para pedir el fin del actual Gobierno de Giuseppe Conte.
El movimiento está dirigido por un excarabinero de 73 años llamado Antonio Pappalardo que entre otras cosas considera la COVID-19 «un engaño para controlar a los pueblos», y defiende la salida de Italia de la Unión Europea, el regreso a la lira, la eliminación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y que Italia elija a un nuevo Gobierno.
El movimiento está ahora en la picota informativa después de que el
pasado sábado organizara dos manifestaciones en Milán y en Roma, en la
que sus participantes acudieron con gritos como «libertad» y «dignidad»,
sin mascarillas y sin respetar la distancia de seguridad de al menos un
metro entre personas para evitar contagios, en un momento en el que el
país trata de controlar la curva de transmisiones.
En estas concentraciones pidieron, igual que harán este martes en la de la capital italiana, el fin del gobierno que dirige Giuseppe Conte y el comienzo de uno nuevo, que cuente con una asamblea constituyente que apruebe una nueva ley electoral y la vuelta a la lira italiana.
La protesta en Roma de este martes ha tenido lugar horas después y en
la misma plaza del Popolo en la que ha arrancado este martes por la
mañana la manifestación de los partidos de derecha, encabezados por la
ultraderechista Liga, contra el Ejecutivo, a pesar de que siguen
prohibidas en el país las aglomeraciones.
Giorgia Meloni, líder de la formación ultranacionalista Hermanos de
Italia, ha marcado distancias este martes en una entrevista en el diario
‘Repubblica’: «Es otro movimiento, otra manifestación«, ha dicho, aunque ha reconocido que entiende el malestar de la gente.
Pappalardo, que dirige a estos ‘chalecos naranjas’, es un personaje particular y en una reciente entrevista al diario ‘Corriere’ dejó algunas perlas como que
el coronavirus es una invención para someter a los pueblos y establecer
un nuevo orden mundial, que las mascarillas son perjudiciales y que no
cree en las vacunas.
Dijo que es «uno de los mejores músicos del mundo» y que sus obras
han sonado «en lugares donde solo Mozart y Beethoven habían tocado»,
pero también que en el Vaticano se le considera «un genio iluminado por Dios».
El periodista Claudio Cerasa, autor de libros como Le catene della sinistra (Las cadenas de la izquierda) subraya este martes en el diario Il Foglio que actualmente los ‘chalecos naranjas’ son minoritarios, pero advierte de que no
se les debe subestimar porque existe el peligro de que con sus
discursos populistas pasen de ser «una reunión de cuatro idiotas» a «un
movimiento de masas».
No hay comentarios:
Publicar un comentario