LONDRES.- La canciller Angela Merkel está desplegando por fin el gran arsenal
de gasto de Alemania. Sin embargo, el nuevo paquete de estímulo que se
dispone a debatir con sus socios de la coalición socialdemócrata puede
quedarse corto en algunas áreas cruciales.
La respuesta de
Alemania al coronavirus ha sido relativamente impresionante. El ministro
de Finanzas Olaf Scholz, socialdemócrata, aprobó a finales de marzo un
presupuesto suplementario que incluye un endeudamiento de 156.000
millones de euros.
Este importe equivale a casi el 5% de la producción
económica de 2019, es similar en escala a las medidas de Reino Unido y
supera el estímulo anunciado por Francia, España e Italia, donde el
impacto de la pandemia en el crecimiento económico ha sido más
pronunciado.
Scholz y Merkel quieren incrementar las ayudas con un nuevo
paquete de estímulos que podría tener un valor de entre 75.000 y 80.000
millones de euros, según el semanario Bild am Sonntag.
Los
detalles todavía están por negociar, pero los primeros indicios apuntan a
que quizá no traiga un ansiado impulso a la inversión en
infraestructuras. Es cierto que Scholz propuso un plan de 57.000
millones de euros para mejorar las finanzas de los municipios, que son
responsables de gran parte de las inversiones del país en carreteras y
escuelas.
Sin embargo, los conservadores de Merkel se han opuesto a esta
iniciativa, según informó Reuters el 16 de mayo. Incluso si aceptan,
las infraestructuras podrían no beneficiarse mucho ya que los fondos
también se destinarán a compensar la pérdida de ingresos fiscales. Y en
el pasado, el dinero asignado al gasto de inversión local se ha
infrautilizado debido a la burocracia y a las limitaciones de capacidad
de la industria de la construcción de Alemania.
Tampoco
hay muchos indicios de que Scholz y Merkel estén solucionando la enorme
brecha de la infraestructura digital del país.
Alemania ocupa el puesto
12 de 28 en el Índice de Economía y Sociedad Digital de la Comisión
Europea de 2019, en parte debido a su lento despliegue de la banda ancha
ultrarrápida y a la escasa cobertura de internet móvil 4G.
Por contra,
Reino Unido ocupó el 5º lugar en el índice y su ministro de finanzas
Rishi Sunak está preparando un importante impulso de gasto para mejorar
la cobertura de la banda ancha y el transporte, según un artículo del
Financial Times publicado el domingo.
El partido de Merkel está a
favor de los recortes de impuestos y los desembolsos en efectivo a las
familias. Scholz está de acuerdo con esto último. Pero el riesgo es que
los consumidores ahorren en lugar de gastar estas ayudas, dada la
comprensible preocupación por las perspectivas económicas y el empleo.
Lejos de ayudar a la recuperación, eso aumentaría el superávit de
ahorro. Es posible que la nueva bazuca fiscal de Alemania no acierte en
el blanco.
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