QUITO.- Ecuador
inicia esta semana la primera ronda de conversaciones con acreedores
para publicar una oferta inicial de reestructuración de deuda a finales
de junio, según personas con conocimiento directo del asunto.
La
administración del presidente, Lenín Moreno, está presionando para
evitar un incumplimiento y recuperar el acceso a los mercados
crediticios. La nación sudamericana planea convocar una llamada con sus
mayores tenedores de bonos, incluido un grupo dirigido por BlackRock
Inc. y Ashmore Group Plc, el miércoles, a medida que busca una brecha
financiera de varios miles de millones de dólares para 2020, dijeron las
personas, que solicitaron el anonimato porque las conversaciones son
privadas.
Ecuador
también quiere asegurar un acuerdo a nivel de personal del Fondo
Monetario Internacional y finalizar 2.400 millones de dólares en préstamos de
China. La mitad del desembolso chino llegará este mes, dijeron las
personas.
Los
eurobonos de referencia de Ecuador por 3.000 millones de dólares con
vencimiento en 2028 han subido a 38,9 centavos por dólar, lo más alto en
casi tres meses.
Pese
al historial de diez incumplimientos externos del país, el segundo
mayor del mundo desde 1800, el Gobierno de Moreno ha obtenido la
aprobación de muchos en Wall Street. Pero ahora está lidiando con una
caída en los precios del crudo y uno de los peores brotes de covid-19 en
América Latina. Ecuador se vio obligado a suspender los pagos de su
deuda en abril. La crisis económica se suma a la presión política antes
de las elecciones presidenciales de febrero 2021.
En
una conferencia telefónica el viernes, el ministro de Economía y
Finanzas, Richard Martínez, indicó que Ecuador quiere una
“reestructuración más amigable” que Argentina. Resaltó el enorme apoyo
de los bonistas en la postergación de los pagos de intereses hasta
mediados de agosto como motivo de optimismo.
Ecuador liquidó acuerdos de
recompra con Goldman Sachs Group Inc. y Crédit Suisse Group AG de
antemano para evitar desencadenar un incumplimiento cruzado. El Gobierno
quiere evitar una situación como la de Argentina en 2001, cuando fue
excluido de los mercados crediticios.
“Argentina
tomó 15 años en volver al mercado”, dijo Martínez. “Ecuador no puede
caer en algo como esto. Sería muy traumático para el país”.
Moreno,
que no tiene la intención de buscar la reelección en febrero, ha
perdido cerca de un 20% en su índice de aprobación. Entretanto, Martínez
tiene cuatro mociones de juicio político pendientes contra él, con una
quinta en proceso.
Opositores políticos han criticado al ministro de
Economía por recortar el gasto en educación al pagar bonos con
vencimiento en marzo de 2020 y liquidar los acuerdos de recompra.
Martínez
ha argumentado que el proceso de reestructuración de la deuda y los
nuevos acuerdos de financiación no podrían lograrse de manera ordenada
sin tomar estas decisiones difíciles.
Se ha reunido en privado con al
menos dos candidatos presidenciales percibidos más favorablemente por
los mercados: el empresario Guillermo Lasso y el exalcalde de Guayaquil
Jaime Nebot.
Aún así, la carrera está abierta.
Algunos inversionistas temen que el descontento público traerá a un
externo y que el riesgo también pesará en las negociaciones con el FMI y
los tenedores de bonos.
“Las
elecciones son inoportunas”, comentó Siobhan Morden, director de
estrategia de renta fija para América Latina de Amherst Pierpont
Securities en Nueva York. “Probablemente requerirá un mayor rendimiento
de salida tras la reestructuración para responder por esos riesgos no
resueltos”.
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