PARÍS.- Estados Unidos y China
quedaron el jueves supuestamente a un paso de cerrar un acuerdo
comercial que cancelaría una andanada de aranceles a productos chinos
por valor de 160.000 millones de dólares programada para ser disparada
el domingo.
La noticia entusiasmó a los inversores e impulsó a Wall
Street y generó un sentimiento de apaciguamiento de un conflicto entre
las mayores economías del planeta que lleva casi 20 meses y que tiene en
vilo a la economía mundial.
Pero, ¿cómo quedan ambas partes?
- Aranceles en suspenso -
Si efectivamente Trump canceló los aranceles del domingo, será la segunda vez en el año en que desiste de una amenaza.
En octubre había advertido que subiría los aranceles de 25% a 30% a productos chinos importados por 250.000 millones de dólares.
Sin
embargo, más tarde aplazó y finalmente canceló la amenaza, al anunciar
el 11 de octubre que Pekín y Washington habían llegado a un "sustancial
acuerdo fase uno". Desde entonces, sin embargo, ese acuerdo se negoció
pero no se concretó.
China, de su lado, demoró la aplicación de
tarifas aduaneras a 16 categorías de artículos estadounidenses hasta
setiembre de 2020.
Productos chinos importados por 350.000
millones de dólares están actualmente sujetos a aranceles impuestos en
la guerra comercial. Trump espera que con eso, Pekín ponga fin a
prácticas comerciales que considera ilegales.
Los aranceles
planeados para el domingo incluyen productos muy populares como
teléfonos móviles, calzado y juguetes. De aplicarse, virtualmente todos
los bienes que China vende a Estados Unidos estarían castigados por
aranceles.
Pekín, en tanto, casi ha llegado al tope de sus
posibilidades de aplicar aranceles a los productos que importa de
Estados Unidos, por unos 120.000 millones de dólares.
Informes de prensa señalaron el jueves que ambas partes alcanzaron un acuerdo al que solo le falta el visto bueno de Trump.
En un tuit, Trump dijo el jueves: "Estamos MUY cerca de un GRAN ACUERDO con China. Ellos lo quieren, ¡y nosotros también!"
- Principales obstáculos -
Funcionarios
chinos dijeron que la mayoría o todos los aranceles impuestos por Trump
deben ser eliminados además de los que eventualmente puedan aplicarse
desde el domingo.
Según medios de prensa, Washington también
ofreció reducir hasta en 50% los actuales aranceles a productos chinos
por 360.000 millones de dólares.
Trump también instó a Pekín a
comprometerse a realizar grandes compras de productos agrícolas
estadounidenses, tomar medidas adicionales para respetar la propiedad
intelectual, terminar con la transferencia forzosa de tecnología y abrir
sus mercados a los servicios financieros estadounidenses.
Hasta
ahora, Washington dice que las sanciones al gigante chino de
telecomunicaciones Huawei, al cual acusa de violar sanciones a Irán y de
ser una herramienta de espionaje, es un caso aparte.
No obstante,
las sanciones a Huawei siguen siendo un mecanismo que le permitiría a
Washington hacer concesiones a Pekín y Trump ha dicho que las dos cosas
pueden resolverse juntas.
- Secuelas económicas -
El
conflicto deprimió el comercio bilateral. Hasta octubre, el comercio en
ambos sentidos había caído 9%, a 469.800 millones de dólares, según el
Departamento de Comercio estadounidense.
Las exportaciones estadounidenses a China cayeron 15% y las importaciones 9%.
El
litigio llevó a una caída general del sector manufacturero, incluido el
de Estados Unidos, y generó incertidumbre para las empresas, las cuales
han detenido inversiones.
Aunque más lentamente, la economía
estadounidense crece por encima de lo esperado. China también se
ralentizó y en el tercer trimestre tuvo su expansión más débil en 27
años.
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