PEKÍN.- Las autoridades chinas ultiman la
construcción del nuevo aeropuerto de Pekín-Daxing, un proceso que va a
"toda velocidad" y que se prevé que termine el próximo 30 de junio,
señalaron hoy los responsables del proyecto.
En
declaraciones a los medios en el aeropuerto, el director general del
proyecto, Li Yianhua, afirmó que la construcción, que comenzó en marzo
de 2016, se completará "antes de lo previsto".
Tras dos años y medio de construcción, el Gobierno chino
inaugurará el recinto el próximo 30 de septiembre, coincidiendo con el
70 aniversario de la proclamación de la República Popular China, el 1 de
octubre.
Una vez inaugurado, el de Pekín-Daxing será
el aeropuerto con una sola terminal más grande del mundo, con una
superficie de 103 kilómetros cuadrados y un total de cinco pisos.
También
será el primer recinto aeroportuario en incorporar dos plantas
dedicadas exclusivamente a las llegadas de pasajeros -una para vuelos
domésticos y otra para internacionales-, así como otras dos a las
salidas.
Según Li, el diseño coral de la terminal,
organizada en un único núcleo principal y cinco alas aledañas, permitirá
llegar a cualquier puerta de embarque "en seis minutos" una vez se
pasen los controles de seguridad.
Una de las razones
que motivaron la construcción de este aeropuerto, según sus promotores,
es descongestionar el Aeropuerto Internacional de Pekín Capital (BCIA,
en inglés), el cual sobrepasó por primera vez en 2018 los 100 millones
de pasajeros anuales.
Las autoridades chinas esperan
que para 2025 el nuevo aeropuerto reciba a 72 millones de pasajeros, una
cifra que prevén que "a largo plazo" aumente hasta los 100 millones.
Asimismo,
el de Daxing será el primer aeropuerto del mundo en albergar una
estación ferroviaria de alta velocidad por debajo de su superficie,
aunque los responsables del proyecto no han detallado qué trayectos
cubrirá en el futuro.
De hecho, la inversión conjunta
en todas sus áreas -terminal, estación de alta velocidad, autopista y
alrededores- asciende a 400.000 millones de yuanes (59.600 millones de
dólares o 52.500 millones euros), afirmó a los medios el subdirector de
planificación, Yi Wei.
Situado 45 kilómetros al sur de
la capital, se prevé que el nuevo aeropuerto sea el centro neurálgico
de la zona económica compuesta por Pekín, Tianjin y la provincia de
Hebei (norte del país).
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