MADRID.- La actividad del sector manufacturero de España ha entrado
por primera vez desde noviembre de 2013 en terreno recesivo, según el
Índice de Gerentes de Compra (PMI), que bajó a 49,9 puntos desde los
52,4 del mes de enero, como consecuencia de la desaceleración generalizada a nivel europeo ante el 'Brexit' y las dificultades del sector del automóvil.
Una
lectura del índice PMI inferior a 50 puntos implica contracción de la
actividad en el sector, mientras que un resultado superior a este umbral
supone expansión.
En el caso de los nuevos pedidos, estos registraron una contracción por primera vez desde julio de 2016, principalmente
como consecuencia del declive de los nuevos pedidos para exportaciones.
El deterioro de los nuevos pedidos de clientes extranjeros fue el
primero en casi seis años, reflejando el debilitamiento de la demanda en
los países europeos y la caída de las ventas a China.
Asimismo,
ante la menor entrada de pedidos, los trabajos pendientes se redujeron
por segundo mes en los últimos tres meses, mientras que el nivel de
dotación de personal se mantuvo prácticamente sin cambios, registrando
el ritmo de incremento más débil de los últimos cinco años.
"La
desaceleración en el sector está estrechamente relacionada con un
entorno de fabricación mundial cada vez más desafiante, especialmente en
otros países europeos", ha señalado Paul Smith, economista de
IHS Markit, apuntando que el "Brexit" y los persistentes desafíos en la
industria automotriz están teniendo un impacto en la demanda.
"Dado
que es poco probable que los desafíos mencionados se resuelvan a corto
plazo, parece que el crecimiento inevitablemente se verá limitado en los
próximos meses", ha añadido.
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