BUENOS AIRES.- El
presidente Mauricio Macri pronunció el viernes una ardorosa defensa de
su política de austeridad en el discurso sobre el estado de Argentina
ante el Parlamento, a pesar de la crisis económica que golpea a la
tercera economía de Latinoamérica.
"Hoy
Argentina está mejor parada que en 2015 (cuando asumió). Seguimos
haciendo cambios profundos. Salimos del pantano", dijo en una arenga
vehemente e interrumpida por ovaciones de sus legisladores.
La
primera sesión del Congreso fue turbulenta, en línea con un clima de
campaña para las elecciones generales del 27 de octubre. El mandatario
habló a voz en cuello y por momentos a los gritos y desencajado,
mientras la oposición protestaba y levantaba carteles con la leyenda
"Hay Otro Camino" o "Macri fuera ya".
Al
justificar el severo recorte del gasto público que empujó al país a la
recesión, dijo que "el déficit fiscal es lo que provoca la inflación y
la pobreza". Su objetivo comprometido ante el FMI es "el déficit fiscal
cero".
Macri
dijo que "algunos cambios requieren paciencia" y que "no hay vuelta
atrás" con las políticas que se están aplicando, pese a que la inflación
acumula un 50% interanual, la pobreza crece, cierran fábricas y
comercios y hubo casi 200.000 asalariados despedidos en 2018, según
cifras oficiales.
El
mandatario enfrentó a quienes le gritaban "mentiroso". "Los insultos
hablan de ustedes más que de mí", les respondió enojado en reiteradas
oportunidades. Macri intentará su reelección para otro mandato de 4
años.
Una de las mayores encuestadoras del país, Poliarquía, reveló que 64% de personas desaprueba la gestión de Macri.
Pero
nadie sabe si la mayor rival de Macri en los sondeos, la expresidenta y
senadora peronista Cristina Fernández de Kirchner, presentará su
candidatura. Por ahora la justicia la tiene acorralada con más de una
decena de casos por presunta corrupción.
Macri
no volvió a decir que "la inflación baja", como hace un mes. Las
estadísticas oficiales marcaron 2,9% de alza de precios en enero, lo que
elevó el acumulado interanual a 50%, el más alto en 28 años.
"Estamos en el camino correcto", reiteró el presidente.
Sin
embargo, la recesión hizo caer la economía 2,6% en 2018 y derrumbarla
7% en diciembre en la comparación interanual. Casi 200.000 personas
perdieron su empleo el año pasado, según datos oficiales.
La
diputada de centroizquierda Victoria Donda, hija de desaparecidos y
apropiada en la dictadura, dijo que el discurso "fue de un presidente
que se va del poder".
En
las inmediaciones del Congreso, Olga Alderete, una limpiadora de 46
años que gana 6.000 pesos por mes (150 dólares), dijo: "Que
Macri se vaya, no podemos más, aumenta todo, echa gente, las fábricas
están cerrando".
Por
la noche, centenares de personas se congregaron en la Plaza de Mayo, en
rechazo a la política económica de Macri con carteles con la leyenda
"Fuera Macri", entre otras consignas.
"No
sé a quien le estaba hablando el presidente. Vive en un país que
desconocemos", declaró María, de 77 años, al rechazar el discurso de
Macri ante la Asamblea Nacional.
El
'ruidazo' frente a la sede del gobierno fue convocado como corolario de
manifestaciones similares que se realizaron a lo largo de enero y
febrero en distintos barrios de Buenos Aires para protestar por el
incesante aumento de las tarifas de servicios públicos y transporte.
Centenares
de grandes y medianas empresas han entrado en convocatoria de
acreedores o reclamado entrar al encuadre de Procedimiento de Crisis
para despedir empleados, argumentando que ya no pueden pagarles.
Las
finanzas de Argentina respiran con la ayuda del Fondo Monetario
Internacional (FMI), que le presta 57.000 millones de dólares entre 2018
y 2021.
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