LOS ÁNGELES/WASHINGTON.- Mientras los casos de coronavirus se expandían por todo el mundo, los
trabajadores de la sanidad pública encargados de controlar a los
pasajeros que llegaban a los aeropuertos de Estados Unidos estaban cada
vez más alarmados: muchos trabajaban sin las mascarillas más eficaces
para evitar enfermar ellos mismos.
Los inspectores de los Centros de Control y Prevención de
Enfermedades de Estados Unidos pidieron a sus supervisores esta semana
que cambiaran los protocolos oficiales y exigieran mascarillas más
fuertes, según un documento interno. El viernes por
la noche, se enteraron de que sus peores temores se hicieron realidad:
dos inspectores, que trabajan ambos en el Aeropuerto Internacional de
Los Ángeles (LAX), habían dado positivo por el virus.
“Triste
noticia”, escribió un alto cargo del CDC en un correo electrónico el
viernes por la noche a sus colegas sobre los dos trabajadores. El correo
electrónico decía que
los dos empleados estarán en cuarentena hasta el 17 de marzo.
“Mantengamos a nuestros colegas de LAX en nuestros pensamientos”.
La noticia no sorprendió a algunos controladores del CDC.
“Era
inevitable que ocurriera”, dijo un veterano oficial médico del CDC que
participa en las labores de detección y que habló a condición de que no
se revelara su identidad. “Nos están asegurando que estamos a salvo. Si
estuviéramos a salvo, los controladores no estarían enfermando”.
Las
tensiones en los CDC, un organismo que asesora a los sistemas de salud
del país sobre cómo proteger a las personas contra el virus, ponen de
relieve las dificultades a las que se enfrentan los trabajadores de la
salud en todo el país e ilustran un desafío para la administración
Trump, que ha sido objeto de críticas por su respuesta al brote.
El
26 de febrero Trump describió el riesgo del coronavirus como “muy
bajo”. Sin embargo, se han reportado casos en más de la mitad de los 50
estados de Estados Unidos y 19 personas han muerto.
Los médicos,
enfermeras, personal de respuesta a emergencias y trabajadores de la
salud pública de Estados Unidos dicen que están cada vez más preocupados
porque consideran que el material protector y la preparación son
inadecuadas para los trabajadores en las trincheras. Muchos se quejan de
la escasa formación y comunicación en el lugar de trabajo, así como de
la insuficiencia de equipos y personal.
En los CDC, la
portavoz Kristen Nordlund dijo que los inspectores médicos de los
aeropuertos reciben el equipo de protección que necesitan, dependiendo
de sus funciones.
Los CDC recomiendan que los llamados
examinadores “secundarios”, que se reúnen con los pasajeros que han
viajado a ciertos países, como China, usen una mascarilla quirúrgica,
guantes y protección ocular, según Nordlund. Se aconseja a los
inspectores secundarios que se mantengan a unos dos metros de distancia
de los pasajeros que observan y no llevan las mascarillas más
resistentes, las N95, también conocidas como respiradores, porque no
están expuestos a viajeros sintomáticos, dijo.
Las máscaras N95
están diseñadas para proteger a los examinadores de los patógenos más
pequeños como el coronavirus, que pueden penetrar más profundamente
hacia los pulmones. De acuerdo con la Administración de Alimentos y
Medicamentos de Estados Unidos, las mascarillas quirúrgicas no están
diseñadas para bloquear partículas muy pequeñas, como las que se
transmiten por la tos y los estornudos, y no proporcionan una protección
completa al no ajustarse con tanta firmeza.
Nordlund dijo que la
guía de los CDC exige que los examinadores que se reúnan con personas
que muestren señales evidentes de enfermedad usen respiradores N95 y
otros equipos de protección.
Pero las personas infectadas con el coronavirus no necesariamente muestran síntomas obvios de enfermedad.
“Las
mascarillas quirúrgicas no nos protegerán de contraer el virus, solo
nos protegerán de infectar a alguien más”, dijo el empleado de los CDC
que participa en los filtros de detección. “Queremos saber por qué no
podemos usar las mascarillas N-95. Es una locura”.
“También podrías ponerte un pañuelo en la cara para el caso”, añadió el funcionario.
La
portavoz del CDC, Nordlund, remitió preguntas específicas sobre los
controladores del LAX, entre ellas sobre el tipo de protección facial
que llevaban en el trabajo, al Departamento de Seguridad Nacional.
Este organismo no pudo ser contactado inmediatamente para hacer comentarios sobre las mascarillas de los trabajadores.
Mientras
tanto, docenas de médicos y otros empleados del aeropuerto de Los
Ángeles que se cree que han estado en contacto con los afectados han
sido puestos en autocuarentena hasta el 17 de marzo, dijo el empleado de
los CDC.
El domingo por la mañana, unas doce horas
después de que esta noticia se publicara por primera vez, los CDC
emitieron una nueva guía para los examinadores secundarios, diciendo que
los respiradores N95 son “ahora opcionales”.
El
Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos no
respondió a las preocupaciones específicas de seguridad planteadas por
los trabajadores sanitarios del país. Sin embargo, una portavoz del
departamento dijo que la Administración está trabajando con las empresas
que fabrican estos materiales, incluyendo las mascarillas N95, “para
que podamos organizar rápidamente contratos de compra de suministros y
proteger a la población estadounidense”.
Robert Kadlec,
secretario adjunto de Salud y Servicios Humanos para la Preparación y
Respuesta, dijo en una comparecencia en el Senado el jueves que
históricamente el plan para proteger a los trabajadores de la salud de
primera línea ha sido centrarse en la gripe normal, que puede evitarse
con vacunas o tratada con antivirales. El coronavirus no es un tipo de
gripe.
No preparar más respiradores para un brote como el
coronavirus fue un “pequeño desliz y tiene implicaciones significativas
para el día de hoy”, testificó Kadlec.
Este responsable dijo que
el Gobierno acaba de autorizar la compra de 500 millones de
respiradores, que espera recibir en los próximos 6-12 meses. “Así que la
cifra aumentará”, dijo. Anteriormente, los funcionarios habían dicho
que tenían 13 millones a mano.
La escasez de material médico,
máscaras N95 incluidas, está poniendo en peligro a los trabajadores
sanitario en todo el mundo, según dijo el 3 de marzo la OMS, que pidió a
los Gobiernos que actúen rápidamente para aumentar los suministros y
detener la especulación y el acaparamiento.
Los inspectores de los CDC en los aeropuertos son parte del personal
sanitario en riesgo. Sin embargo, un experto en salud que participó en
la respuesta del Gobierno de EEUU dijo que el problema era más
generalizado. Los primeros en responder, tanto estatales como locales,
bomberos, personal de servicios médicos de emergencia y la policía,
están expresando la misma alarma.
“Sabemos el nivel de
experiencia y formación que necesitan las personas que ponemos en
primera línea, pero no estamos ni siquiera cerca de tenerlo”, dijo el
experto, que no tenía autorización para hacer comentarios de manera
oficial.
El jueves, el
sindicato National Nurses United (NNU) publicó una encuesta nacional
entre enfermeros en la que concluyó que menos de la mitad de los
encuestados dijeron que su empresa les había informado de cómo reconocer
y responder a posibles casos de coronavirus. Menos de una quinta parte
dijo que sus jefes cuentan con un protocolo para atender a los empleados
con exposición sospechosa o confirmada, y menos de una tercera parte
dijo tener suficiente equipo de protección a mano en el trabajo en caso
de que los casos aumenten, según la NNU.
“Tienen todo esto
escrito, pero luego vamos y hablamos con nuestras enfermeras en estas
instalaciones y absolutamente nada de esto se está implementando”, dijo
Jane Thomason, la principal higienista industrial de la División de
Salud y Seguridad de la National Nurses United. “Estamos viendo que la
mayoría de las empresas no están preparadas”.
La NNU ha
solicitado a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de
Estados Unidos (OSHA) que adopte una norma temporal de emergencia para
exigir la protección de los trabajadores sanitarios en una epidemia de
enfermedades infecciosas.
En todo el
mundo, hay ahora más de 110.000 casos confirmados de coronavirus en 105
países, con cerca de 3.800 muertes, la mayoría de ellas todavía en
China, informa la OMS. Pero el número relativamente pequeño de casos en
Estados Unidos hasta ahora ya está poniendo a prueba los límites de los
preparativos del país.
En el estado de Washington, con cerca de
70 casos hasta ahora, el rápido aumento de los casos sospechosos
desbordó las protecciones establecidas en los hospitales y centros de
salud.
Un médico de un importante grupo hospitalario
escribió por correo electrónico a sus colegas profesionales de todo el
país que su personal está agotando rápidamente los suministros de equipo
de protección y encontrándose con dificultades para equipar
adecuadamente a los trabajadores con mascarillas. “No es sostenible”,
dijo.
El correo electrónico del 3 de marzo, compartido por un destinatario con la condición de que el nombre y la
afiliación del médico no se revelaran, decía que el gran volumen de
casos había hecho fracasar los planes de apartar temporalmente a los
trabajadores que habían estado potencialmente expuestos al virus.
El
doctor mencionó como ejemplo que el tratamiento de solo dos pacientes
llevó a la exposición potencial de 350 personas. En lugar de mantener a
los trabajadores en sus casas, el médico dijo que les permitían trabajar
y los monitorizaban por si presentaban síntomas.
“Han sido cuatro largos días”, escribió.
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