AUSTIN.- El derrumbe del petróleo
tras el inicio de una guerra de precios desatada por Araba Saudita es un
duro golpe para los productores de crudo de esquisto en Estados Unidos.
El
barril de crudo WTI en Nueva York tuvo este lunes su peor caída desde
la primera guerra del Golfo en 1991, con un descenso de más de 30% a
inicio de la jornada, hasta los 27 dólares, un nivel de precios al cual
muchos pozos de petróleo de esquisto en Estados Unidos dejan de ser
rentables.
¿La razón? La decisión de Arabia Saudita de bajar drástica
y unilateralmente el precio del crudo tras el fracaso de las
negociaciones de la OPEP con Rusia la semana pasada para recortar
producción y frenar la caída de las cotizaciones.
El sector del
petróleo y gas de esquisto, que se benefició de nuevas técnicas de
fracturación hidráulica de la roca y de perforación horizontal para
multiplicar desde hace unos diez años la cantidad de pozos explotados en
Texas, Nuevo México, Dakota del Norte o Pensilvania, "no será borrado
por completo" del mapa, sostuvo Andrew Lebow, especialista del mercado
energético de Commoditiy Research Group.
"Pero -sostuvo- es seguro
que se encamina a un período difícil", añadió. "Si el barril permanece
alrededor de los 30 dólares, algunas empresas podrían quebrar", señaló.
Algunos
gigantes, que llegaron tarde al boom de este tipo de extracción -muy
cuestionada por los ambientalistas-, pero que aumentaron sus inversiones
recientemente, podrán sin embargo resistir según Lebow.
El lunes
en la bolsa de Nueva York se hundían de todas formas: ExxonMobil caía
8%, Chevron 13% y ConocoPhillips 23% hacia las 16H00 GMT.
Las
compañías estadounidenses más especializadas en el esquisto como
Chesapeake Energy (-19%) o Whiting Petroleum (-33%) sufrían severas
caídas en bolsa.
El boom del
esquisto, que permitió a Estados Unidos convertirse en el mayor
productor mundial de oro negro por delante de Rusia y Arabia Saudita,
requirió miles de millones de dólares que bancos e inversores prestaron,
con tasas de interés particularmente bajas.
El total adeudado por
firmas de prospección y producción en Estados Unidos y Canadá es de
unos 86.000 millones de dólares, a reembolsar entre 2020 y 2024, según
un informe de mediados de febrero de la agencia Moody's. Un 62% de esa
deuda es considerada como especulativa.
"Seguramente hay muchas
conversaciones tensas actualmente entre los productores y los bancos,
negociaciones sobre una posible extensión de plazos de pago", adelantó
Lebow.
Según este experto, cuanto mayor es la empresa más resiste
un precio bajo para seguir con la explotación "en la medida en que tiene
acceso a crédito más barato y que puede tener economías de escala".
La
localización de los pozos es un factor relevante, según los analistas
de JPMorgan Chase, para quienes el precio de corte para que la
explotación sea rentable se ubica en unos 45 dólares en algunos lugares
de Texas, y en 55 dólares el barril en zonas de Delaware.
Si el
barril de petróleo WTI se mantiene por debajo de 45 dólares, eso
afectará el ritmo de crecimiento que había tomado este tipo de
producción de crudo.
Para Andy Lipow, de Lipow Oil Associates, el
destino de los pequeños productores dependerá de las medidas que tomen, o
no, para protegerse de una caída de precios.
La caída de los
precios del petróleo se produce además en medio de un desbarranque
bursátil por la incertidumbre ligada a la epidemia del nuevo
coronavirus.
No hay comentarios:
Publicar un comentario