PARÍS.- La exministra de Sanidad de Francia Agnès Buzyn, que en febrero abandonó
ese puesto para ser candidata del partido gobernante a la alcaldía de
París, criticó este martes que el presidente del país, Emmanuel Macron,
autorizara los comicios municipales, pese a que ella le alertó de la
gravedad de la situación del coronavirus.
En una entrevista en el diario Le Monde, Buzyn deja constancia de que escribió a Macron a mediados de enero para advertirle de los casos que se estaban dando en China y de que a finales de ese mes le comentó al primer ministro francés, Edouard Philippe, que esas elecciones no se podrían celebrar.
Pese a todo, cuando el candidato macronista Benjamin Griveaux dimitió el pasado 14 de febrero tras la filtración de vídeos y mensajes suyos de contenido sexual, aceptó sustituirle y pelear por el consistorio de la capital por el partido La República en Marcha.
“Desde el principio solo pensaba en una cosa: el coronavirus.
Se tendría que haber parado todo, fue una farsa. Pasé miedo en cada
mitin”, indicó Buzyn, que en la primera vuelta del pasado
domingo quedó en tercer puesto, por detrás de la actual regidora de la
capital, la socialista Anne Hidalgo, y de la conservadora Rachida Dati.
Horas antes de que este lunes el Gobierno pospusiera hasta nueva orden la segunda vuelta, del día 22, ella misma decidió parar su campaña “por la situación sanitaria”.
La exministra admitió que nadie la presionó para aceptar la candidatura y reconoció en Le Monde que lo hizo con la convicción de que podía ganar, pero dijo que era consciente de que no le veía futuro a esos comicios, que en la primera ronda registraron una abstención récord superior al 50 por ciento.
“Cuando abandoné el ministerio lloré porque sabía que la ola del tsunami estaba por llegar.
Me fui sabiendo que las elecciones no se celebrarían”, sostuvo Buzyn,
hematóloga de 58 años que no descarta volver a ejercer la medicina ahora
que los hospitales necesitan personal “porque va a haber miles de
muertos”.
Sus palabras, hechas públicas a posteriori y el mismo día en que
Francia puso en marcha un confinamiento estricto durante al menos 15
días para detener el avance del coronavirus, han provocado polémica en el país.
“Hay que comprobar si lo que dice es verdad. ¿Lo supo y previno tres meses antes? ¿Por qué no se hizo nada?
¿Se da cuenta de que compromete su responsabilidad penal y la de
quienes advirtió? La misión de información decidida esta mañana en la
conferencia de presidentes en la Asamblea Nacional debe examinar esa
confesión”, pidió en Facebook el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
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