NUEVA YORK.- Casi de la noche a la
mañana el brote de coronavirus transformó a Estados Unidos de un país de
consumo ilimitado a uno repentinamente de gasto reducido debido al
confinamiento y al distanciamiento social.
La crisis ha sido un
desafío para todas las empresas minoristas, con el cierre temporal de
tiendas como Apple y Nike y la compra histérica de alimentos básicos en
supermercados y grandes tiendas como Walmart. Muchos locales siguen
abiertos, pero en medio de una atmósfera de extrañamente escaso consumo.
En general, se espera que la crisis del nuevo coronavirus
afecte las ganancias de minoristas y probablemente acelere una tendencia
hacia las ventas en línea a medida que más tiendas cierren, agilizando
un proceso que ya estaba en marcha antes de la crisis de salud pública.
"Los
estados de cuenta más débiles y las implacables presiones en los
márgenes de ganancia continuarán empujando a los minoristas más pequeños
hacia abajo en la escala de calificaciones y más cerca de un
incumplimiento", dijo Mickey Chadha, de Moody's, en una nota a los
inversores el martes.
"Esto se exacerbará con las distorsiones
extremas causadas por la pandemia de coronavirus. Hay una división cada
vez mayor entre aquellos que tienen la capacidad de resistir el entorno
operativo desafiante y los que no".
Muchas
de las compañías que cerraron sus tiendas, un grupo que incluye Apple,
Nike y Lululemon, son marcas más fuertes, según los analistas.
Las
acciones de Apple en respuesta al virus ilustran la evolución del
brote. El 1 de febrero, el gigante tecnológico cerró todas sus tiendas
chinas debido al coronavirus.
Pero para el fin de semana pasado,
Apple había reabierto todas sus tiendas en China, incluso cuando anunció
que cerraría en otros lugares hasta el 27 de marzo para limitar la
propagación del virus en Europa y América del Norte.
"La forma más efectiva de
minimizar el riesgo de la transmisión del virus es reducir la densidad y
maximizar la distancia social", dijo el presidente ejecutivo de Apple,
Tim Cook, al anunciar que todas sus tiendas fuera de China cerrarían
hasta el 27 de marzo.
Gap, la cadena de ropa orientada a los
jóvenes, también señaló su propia experiencia en Asia mientras redujo
las horas de atención en Estados Unidos y Canadá y cerró temporalmente
más de 100 tiendas en las áreas más afectadas por el coronavirus.
"Si bien estas situaciones son inquietantes y cambian
constantemente, continuaremos tomando decisiones en el mejor interés de
nuestros empleados", dijo la directora ejecutiva entrante de Gap, Sonia
Syngal.
Otras tiendas
como Macy's permanecieron abiertas, pero intensificaron la limpieza de
las áreas más transitadas y los baños en respuesta al brote.
"Nuestras
tiendas están abiertas para atender a nuestros clientes y esperamos
verlos pronto. Sin embargo, entendemos que en el entorno actual, algunos
clientes prefieren no visitar una tienda", dijo el presidente ejecutivo
de Macy's, Jeff Gennette, en una carta a los clientes.
El brote
sin duda impulsará el crecimiento de las ventas en línea aún más rápido,
como lo demuestra el anuncio de Amazon el lunes por la noche: planea
contratar a 100.000 trabajadores de almacén para satisfacer la creciente
demanda.
Sin embargo, los analistas advierten que las redes de distribución y envío de comercio electrónico no son inmunes al virus.
"Todas
las partes de la economía y la cadena de suministro son vulnerables",
dijo Neil Saunders, director de GlobalData Retail. "Eso incluye
compañías de entrega y pedidos en línea".
Si las cadenas de
suministro se ven afectadas por brotes de coronavirus, eso significará
demoras en las entregas, dijo Saunders, quien espera que el gasto del
consumidor sea débil en general.
"La demanda en toda la economía
va a ser baja", dijo citando el repentino impacto en los mercados. "La
gente no está de humor para gastar dinero".
El analista minorista
Jan Rogers dijo que las tiendas de departamento probablemente sean las
que más sufran la respuesta del coronavirus, en parte por el impacto en
el tráfico del centro comercial.
FedEx no respondió directamente a
las preguntas sobre si la compañía tiene empleados con coronavirus,
pero una portavoz dijo que el gigante de los envíos estaba tomando las
precauciones sugeridas por la Organización Mundial de la Salud.
"La
seguridad y el bienestar de los miembros de nuestro equipo es nuestra
prioridad principal", dijo la vocera, añadiendo que la compañía está
"alentando" a su personal "a tomar en serio cualquier signo de
enfermedad y buscar atención médica según sea necesario".
UPS dijo que el negocio
normal continúa en la mayoría de los lugares, pero las entregas en
algunas partes de Europa se han detenido debido al cierre de tiendas o
restricciones en áreas de varios países europeos, incluidos España e
Italia.
"Estamos atendiendo a nuestros clientes como de costumbre,
excepto donde esté limitado por restricciones gubernamentales", dijo un
portavoz de UPS, y agregó que la compañía "no comenta sobre la
condición médica de sus empleados".
"Si algún empleado experimenta síntomas como fiebre o
infección respiratoria, se le indica que busque tratamiento médico de
inmediato".
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