BUENOS AIRES.- Para muchos argentinos es
una "semana negra". Después del triunfo del peronista Alberto Fernández
en las elecciones de Argentina, el Banco Central limitó hasta el 10 de
diciembre a 200 dólares por persona la compra mensual de divisas para
proteger las reservas internacionales.
Es el caso de Alejandra,
una empleada de 53 años. Para saldar deudas con el banco que se hicieron
impagables con tasas del 100%, contrajo un préstamo personal y para
cancelarlo debe desembolsar 500 dólares mensuales.
"Es una situación muy angustiante. (...) Yo tengo cuenta
en dólares, pero mi marido no y estamos desesperados tratando de abrir
una", explica.
Quienes tengan una cuenta en dólares podrán comprar
hasta 200 por mes, pero para aquellos que no la posean y deban comprar
la divisa en efectivo, el límite es la mitad.
"Si no podemos tener una cuenta cada uno, tendremos que comprar todos
los meses 300 dólares a los 'arbolitos' (venta informal) con un costo
enorme", añadió.
La incertidumbre y una inflación que sumó 37,7% entre enero y
septiembre empujó a muchos argentinos a comprar dólares, algo que se
acentuó en las semanas previas a la elección donde el peronista de
centroizquierda se impuso al presidente liberal Mauricio Macri.
Los bancos desbordaron ante la cantidad de personas que demandaron dólares o que por temor vaciaron sus cuentas en divisas.
Pero pasados los comicios
las casas bancarias están vacías. En contraste, las filas son cada vez
más largas en las llamadas 'cuevas', casas de cambio ilegales que ven
ahora revitalizado su negocio.
En las calles que cruzan la
céntrica peatonal Florida también proliferan los llamados 'arbolitos',
un ejército de hombres y mujeres que ofrecen "el mejor cambio" ilegal y
libre de control alguno.
Sin embargo comprar a los 'arbolitos' tiene su costo: este
martes ese tipo de cambio cotizaba a 69 pesos por billete verde, tres
por encima del cambio oficial.
Acostumbrados
a sufrir descalabros económicos, la medida del Banco Central no
sorprendió. En septiembre, ya se habían acotado las compras de
ahorristas a 10.000 dólares mensuales en una economía diezmada, con alta
inflación, aumento de la pobreza (35,4%) y una deuda de casi 100% del
PBI según las calificadoras de riesgo.
"El 'cepo' (control de
cambios) en sí, a mí me parece bien y lo tendrían que haber hecho antes
para que no se fugaran tantos miles de millones desde las primarias" de
agosto, señaló Bruno Söllner, un empresario de 58 años que importa
pigmentos para pinturas y los revende como insumo industrial.
Analistas vaticinan que
la medida, presentada como transitoria, se prolongará más allá de
diciembre, cuando asuma Fernández, aunque con algunas variantes.
Desde
las primarias, el Banco Central perdió 22.000 millones de dólares. Tan
solo el viernes se fugaron 1.755 millones dejando a las reservas en
43.503 millones.
Tras asumir en diciembre de 2015 Macri eliminó las
restricciones cambiarias que había impuesto su antecesora Cristina
Kirchner, pero debió reinstaurarlas tras las primarias al cabo de varios
días de presiones sobre la moneda, a contramarcha de las políticas
aperturistas que había defendido.
Apenas instaurados los
controles, el mercado buscó artilugios para evadirlos. Aparecieron vías
de escape financiera tan originales como sus nombres: "dólar puré",
"rulo" y "bucle" para acceder a divisas mediante operaciones con bonos y
títulos que dejan fuertes ganancias en su reventa.
Pero el endurecimiento del cepo cambiario trajo más dolores de cabeza.
"Cuando vendemos nos pagan con un cheque a 30 días con un
tipo de cambio del día en que se generó la factura, pero cuando cobramos
ese dólar cotiza muy por encima", explicó Sergio, de 56 años, que vende
software y hardware a empresas multinacionales.
A muchos argentinos la medida no los afecta porque sus ingresos no les alcanzan para ahorrar en dólares.
Otros, con mayores recursos, optaron por retirar ahorros y abrir cuentas en otros países, donde se sienten más seguros.
Temen
que se repita la crisis de 2001 en Argentina, cuando debido a una
corrida bancaria el gobierno impuso restricciones a los retiros de
depósitos.
Patricio, que se dedica al negocio inmobiliario,
retiró 17.000 dólares unos días antes de las primarias. Ahora los guarda
en su casa.
Pero sus verdaderos ahorros están entre Uruguay y Paraguay, donde también hace negocios. "Ni loco dejo un dólar aquí", asegura.
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