WASHINGTON.- Varios meses antes del inicio de la epidemia del coronavirus, el
gobierno del presidente Donald Trump eliminó un cargo clave del servicio
de salud pública de Estados Unidos en Pekín que tenía el objetivo de
ayudar a detectar brotes de enfermedades en China, según muestran
investigaciones.
La experta estadounidense en enfermedades, una epidemióloga que
trabajaba en la agencia de control de enfermedades de China, dejó su
cargo en julio, según cuatro fuentes con conocimiento del tema.
Los
primeros casos del nuevo coronavirus habrían aparecido en noviembre y,
cuando los casos explotaron, el gobierno de Trump criticó en febrero a
China por censurar la información sobre el brote e impedir el ingreso de
expertos estadounidenses al país para ayudar.
“Fue
descorazonador verlo”, dijo Bao-Ping Zhu, un experto
chino-estadounidense que ocupó el cargo, creado por los Centros para el
Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) de
Estados Unidos, entre 2007 y 2011.
“Si alguien hubiese estado allí, las
autoridades de sanidad pública y los gobiernos del mundo habrían actuado
mucho más rápido”, agregó.
Zhu y otras fuentes dijeron que la
experta estadounidense, la doctora Linda Quick, entrenaba a
epidemiólogos chinos sobre el terreno y que eran desplegados a epicentros de
brotes para ayudar a rastrear, investigar y contener enfermedades.
Como
empleada estadounidense de los CDC, dijeron, Quick estaba en una
posición ideal para ser los ojos y oídos en terreno de Estados Unidos y
otros países para el brote del coronavirus, y podría haberlos alertado
sobre la creciente amenaza semanas antes.
Ningún otro experto
extranjero fue asignado para liderar el programa después de que Quick
dejó el cargo en julio, según las fuentes. Zhu dijo que un experto
adjunto frecuentemente puede alertar de brotes antes, luego de formar
una relación estrecha con sus homólogos chinos.
Zhu
y las otras fuentes dijeron que Quick pudo entregar información en
tiempo real a Estados Unidos y a autoridades de otros países durante las
primeras semanas del brote, cuando dijeron que el gobierno chino frenó
la difusión de información y entregó evaluaciones erróneas.
Quick
dejó el cargo en medio de una agria disputa comercial entre Estados
Unidos y China, cuando se enteró de que su trabajo con financiamiento
federal, conocido oficialmente como asesor residente del Programa de
Entrenamiento Epidemiológico en Terreno de Estados Unidos en China,
sería terminado en septiembre, dijeron las fuentes.
Los CDC de
Estados Unidos dijeron que se enteraron inicialmente de un “grupo de 27
casos de neumonía” de origen inexplicado en Wuhan, China, el 31 de
diciembre.
Desde entonces, el brote de la enfermedad conocida
como COVID-19 se ha propagado rápidamente por todo el mundo, matando a
más de 13.600 personas, infectado a más de 317.000. La epidemia ha
sobrepasado a los sistemas de salud de algunos países, incluida Italia, y
amenaza con hacer lo mismo en Estados Unidos y otros lugares.
En
un comunicado, los CDC de Estados Unidos dijeron que
la eliminación del cargo de asesor no entorpeció la capacidad de
Washington para recibir información y “no tenía absolutamente nada que
ver con que los CDC no se hayan informado antes de los casos en China”.
La
agencia dijo que la decisión de no tener un asesor residente “comenzó
mucho antes del verano (boreal) y se debió a la excelente capacidad
técnica de China y la madurez del programa”.
Los CDC dijeron que
habían asignado a dos de sus empleados chinos como “mentores” para
ayudar con el programa de entrenamiento. La agencia no respondió a
preguntas sobre el papel específicos de los mentores ni sobre su
competencia.
“Los
CDC han tenido 30 años de sociedad y estrecha colaboración con los CDC
de China”, dijo el comunicado.
“Teníamos el personal correcto para
relacionarnos con China y la capacidad de brindar asistencia técnica
cuando fuera solicitado”, agregó.
Los CDC no ofrecieron comentarios de Quick, quien aún trabaja para la agencia.
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