domingo, 22 de marzo de 2020

Temor en Gaza a una crisis humanitaria tras registrar los dos primeros casos por coronavirus

GAZA.- La ONG israelí Gisha responsabilizó a Israel de la falta de recursos en Gaza para hacer frente a la pandemia de coronavirus, tras más de una década de bloqueo, y le instó a levantar todas las restricciones, después de que el enclave palestino registrara este domingo los dos primeros casos de COVID-19.

“El grave estado de la infraestructura civil básica y los servicios esenciales, inadecuados incluso en tiempos ‘normales’, ahora representa una amenaza para la vida humana“, alertó la ONG.
La alarma saltó este domingo cuando el Ministerio de Sanidad de Gaza confirmó los dos primeros infectados por el COVID-19 que habían regresado de Pakistán.
Estas dos personas han sido puestas en cuarentena en un hospital de campaña en el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, para evitar la propagación del virus dentro del superpoblado enclave.
Más de dos millones de personas residen en la Franja de Gaza, donde “la mayor parte del agua del grifo no es apta para el consumo y la electricidad solo está disponible de manera intermitente”, denunció Gisha, que considera la política de bloqueo impuesta por Israel “el principal factor”.
Hasta este domingo, Gaza era el único punto de Oriente Medio sin casos de coronavirus, mientras las organizaciones internacionales que trabajan en la franja alertaban de que el deteriorado y sobrecargado sistema sanitario no podrá hacer frente a un contagio masivo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) envió el miércoles centenares de kit de prueba y equipos de protección médica en una operación coordinada con las autoridades israelíes, que controlan el único paso de bienes que tiene el enclave.
Israel impuso en 2007 un estricto bloqueo de bienes y personas, después de que el movimiento islamista Hamás expulsara a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y se hiciera con el control de Gaza que hoy gobierna de facto.
Desde entonces, las restricciones israelíes impiden la entrada de materiales denominados de “doble uso”, y que Israel considera que pueden ser utilizados para desarrollo de armamento, lo que incluye equipos médicos y materias primas.
“Israel debe rescindir las limitaciones existentes sobre la salida de bienes de la franja y permitir la entrada de todos los artículos necesarios para las autoridades locales”, afirmó hoy la ONG.
También solicitó protección para los residentes palestinos que viven bajo ocupación en Cisjordania, área separada geográficamente de Gaza y afectada por la presencia militar israelí.
El primer ministro de la ANP, Mohamed Shtayeh, endureció este domingo las medidas preventivas y extendió el confinamiento total a todo el territorio de Cisjordania donde hasta el momento se han contabilizado 59 casos de la enfermedad, de los que 17 se han recuperado.

Por otra parte, el Gobierno sirio reconoció este domingo su primer infectado por COVID-19 en una persona procedente del extranjero, informó la agencia estatal SANA, después de que ONG hayan asegurado que hay más casos en el territorio del país árabe.
“Se registra el primer caso de coronavirus en Siria en una persona procedente del extranjero”, aseguró el ministro de Sanidad sirio, Nizar Yazigi, en declaraciones recogidas por la agencia.
Afirmó que se han tomado “las medidas necesarias para tratar” con el paciente, sin identificar la nacionalidad de la persona ni de dónde procedía.
Siria era uno de los pocos países que quedaban en el mundo sin registrar casos del nuevo coronavirus.
El responsable de Salud de la provincia de Rif Damasco, Yasin Nanous, afirmó este domingo a SANA que habían tomado muestras de 31 sirios de un total de 138 que habían llegado el martes de países donde se había registrado brotes de coronavirus, aunque todas esas dieron negativo.
Nanous aseguró que el laboratorio de referencia del país ha incrementado su volumen de 10 a 15 tests diarios a 30 a 40 por día.
En los últimos días, el Gobierno sirio ha ido tomando una serie de medidas para confinar a su población, como el cierre de fronteras y negocios salvo los de primera necesidad, para así evitar la propagación de la pandemia.
A pesar de ser el primer caso reconocido por Damasco, en los últimos días tanto la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos como el colectivo de activistas Deir el Zur 24 han informado de casos de personas infectadas en el territorio sirio.
El Observatorio, ONG cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con colaboradores en el terreno, afirmó que en la ciudad de Al Mayadín, en Deir al Zur, hay 15 casos confirmados, de los cuales 11 son iraníes, uno de los países más tocados por la pandemia, así como 4 iraquíes pertenecientes a milicias pro Teherán, aliadas de Damasco y presentes en ese lugar limítrofe con Irak.
Sin embargo, el Gobierno sirio ha insistido en que no ha habido casos en su país hasta este domingo.
El pasado 19 de marzo, el Gobierno sirio apeló a la comunidad internacional a levantar las sanciones económicas contra Siria por la amenaza del coronavirus, según SANA.
Además de en los territorios controlados por el Gobierno, se teme que el coronavirus llegue a zonas que escapan a su control, como en la provincia de Idlib, donde se levantan campos informales de desplazados por la ofensiva lanzada el pasado abril contra el último feudo opositor en el país.

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