PARÍS.- El
presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció hoy un plan de urgencia
para la sanidad, con más inversión y actuaciones firmes, en respuesta a
la protesta de miles de trabajadores del sector que salieron este
jueves a la calle para defender el sistema sanitario público y denunciar
sus condiciones laborales.
"He
escuchado vuestra rabia", aseguró Macron, quien informó de que se
reforzará de manera urgente la reforma sanitaria impulsada hace un año,
la cual, reconoció, "no va con la rapidez esperada".
La
nueva estrategia será presentada el próximo miércoles por el primer
ministro francés, Edouard Philippe, en Consejo de Ministros.
"Necesitamos
trabajar con determinación y llevar a cabo acciones firmes", afirmó
Macron en un discurso en el noroeste de Francia, donde se encontraba
conmemorando el 101 aniversario del fin de la Primera Guerra Mundial
Insistió
en la importancia de preservar los hospitales públicos porque, si no
funcionan, "el sistema de salud francés tampoco", y consideró que hay
que invertir más.
Reconoció
el trabajo y compromiso de los empleados del sector y dijo que sabe que
sus condiciones laborales son a veces "casi imposibles", en referencia a
turnos de hasta diecisiete horas en el caso de enfermeros o residentes.
El
anuncio de Macron se produjo en una jornada en la que miles de
trabajadores del sector sanitario francés se manifestaron por todo el
país.
La
protesta -convocada por once sindicatos del sector- reunió a médicos,
enfermeros, personal de emergencias, cuidadores y miembros del mundo
educativo sanitario, que demandaron al Gobierno medidas urgentes ante la
crisis hospitalaria.
La
marcha dejó patente el sentimiento de hartazgo generalizado en el
gremio, que afecta a todos los puestos de los hospitales, con pancartas
con lemas como "Nuestros hospitales se ahogan" o "Actuar por la sanidad
pública".
"Protestamos
por la falta de medios y de personal, por salarios estancados y por una
situación profesional precaria que afecta a los cuidados de los
pacientes, que somos todos. Estamos viviendo un momento de represión
social", dijo a Efe la enfermera Nabila, en la marcha de París.
"Los
hospitales no son para ganar dinero", señaló Philippe, fisioterapeuta
en un centro de la capital y que ha constatado una degradación del
sistema público de salud desde hace quince años, "pero -alertó- en los
últimos cinco ha caído en picado".
Para
Mónica Lozano, una fisioterapeuta española que lleva quince años
trabajando en Francia, "cada vez hay más contratos temporales
gestionados por entidades privadas y menos contratos indefinidos
públicos".
El
Gobierno de Macron se enfrenta así a otra protesta, que se suma a las
manifestaciones estudiantiles y a las del movimiento de los "chalecos
amarillos", que este fin de semana celebra su primer aniversario.
Además, el próximo 5 de diciembre el sector ferroviario ha convocado una huelga general indefinida.
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