martes, 12 de noviembre de 2019

Los reyes de España visitan La Habana y refuerzan la cooperación con Cuba


LA HABANA.- Recorrieron la ciudad vieja, firmaron acuerdos de cooperación y se reunieron con autoridades. Los reyes de España iniciaron este martes una histórica visita a La Habana, que cumple 500 años, un gesto político en momentos en que Cuba enfrenta los rigores de las sanciones estadounidenses.

Felipe VI y Letizia fueron recibidos por el presidente Miguel Díaz-Canel, tras depositar flores ante el monumento al héroe José Martí en la Plaza de la Revolución, con el gigantesco rostro del Che Guevara como telón de fondo.
El rey y el presidente sostuvieron luego conversaciones oficiales en el Palacio de la Revolución. "En cordial encuentro reconocimos las positivas relaciones bilaterales existentes, basadas en históricos lazos familiares y culturales que fortaleceremos", tuiteó Díaz-Canel.
Esta es la primera visita de Estado de un monarca español a la isla, una de las últimas colonias latinoamericanas en separarse de Madrid, en 1898.
La visita de los reyes, que arribaron a La Habana la noche del lunes, ocurre en un momento de festividades para la capital cubana, que anualmente atrae a millones de turistas seducidos por sus calles detenidas en el tiempo y se apresta a celebrar el aniversario de su fundación, el 16 de noviembre de 1519.
Pero el contexto político no es para celebrar: la llegada en enero de 2017 de Donald Trump a la Casa Blanca puso fin al histórico acercamiento entre Cuba y Estados Unidos que propició su antecesor Barack Obama.
Acusado de oprimir a su pueblo y de apoyar militarmente a Nicolás Maduro en una Venezuela en crisis, el gobierno cubano ha sufrido una lluvia de sanciones que ha afectado principalmente a su población, víctima de la escasez de gasolina.
En este clima, Cuba busca el apoyo de aliados tradicionales como Rusia y Venezuela, pero también de la Unión Europea (UE).
"El viaje de los reyes a la isla puede interpretarse como un respaldo a las relaciones económicas, políticas, culturales y de cooperación", consideró Raynier Pellón, experto del Centro de Investigaciones de Política Internacional en La Habana.
Este es "un mensaje claro para la Casa Blanca", dijo el académico cubano Arturo López-Levy, de la universidad estadounidense Holy Names.
De hecho, el rey y Díaz-Canel presenciaron la firma de un acuerdo para impulsar la cooperación de España.
El pacto, rubricado por el canciller español Josep Borrell y su homólogo cubano Bruno Rodríguez, "está dotado de 57,5 millones de euros" para impulsar proyectos de cooperación en Cuba, según medios estatales.
Tercer socio comercial de Cuba después de China y Venezuela -con intercambios de 1.390 millones de dólares en 2018-, España no ha dudado en criticar la política de Trump hacia la isla.
La activación del Título III de la ley estadounidense Helms-Burton, que amenaza con enjuiciar a las compañías extranjeras presentes en Cuba, es "un abuso de poder al que nos oponemos", denunció Borrell en mayo.
Ante la preocupación de las numerosas empresas españolas que operan en la isla, el jefe de gobierno, Pedro Sánchez, prometió continuar "alentando las inversión en Cuba", cuando visitó la isla en 2018.
Felipe, vistiendo una guayabera celeste, y Letizia, de sobrio vestido blanco, recorrieron este martes las calles adoquinadas de La Habana Vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982.
Hicieron un alto para almorzar en una "paladar", como se le conoce en Cuba a los restaurantes privados que se han abierto paso en la economía estatal. Antes Letizia paseó también con la primera dama de Cuba, Lis Cuesta.
El miércoles tendrán un recorrido guiado por el historiador de La Habana, Eusebio Leal, y el jueves viajarán a Santiago de Cuba (sudeste), en escala final.
Felipe y Letizia abandonarán la isla antes de la fecha oficial del 500° aniversario de La Habana, que tendrá celebraciones el viernes y sábado a las que se espera asistan varios líderes latinoamericanos.
"Es un motivo muy claro", dijo el académico Carlos Malamud, del Real Instituto Elcano, de Madrid, y tiene que ver "con el deseo del gobierno de evitar un contacto incómodo con Daniel Ortega (Nicaragua) y Nicolás Maduro (Venezuela)", aliados de Cuba con los que Europa tiene diferencias.
Felipe tampoco planea reunirse con la disidencia, lo que llevó al senador estadounidense Marco Rubio (republicano por Florida) a escribir a los reyes de España exhortándolos a sostener "un diálogo privado" con opositores cubanos para que conozcan "las violaciones de derechos humanos y la censura a la que son sometidos".
Rubio, una de las voces más influyentes en Washington respecto a la política hacia Cuba y Venezuela, también les pidió interceder por la liberación del opositor José Daniel Ferrer, detenido desde el 1 de octubre. 

“Viva Felipe, viva España”

“Viva Felipe, viva España”, exclamaron el martes decenas de sorprendidos cubanos al ver al rey Felipe recorriendo La Habana Vieja para ver de cerca su Catedral y otros sitios emblemáticos de la ciudad en el primer viaje de Estado de un monarca español a la isla, una antigua colonia del país europeo.
Más temprano, Felipe VI y su esposa Letizia se entrevistaron con el presidente Miguel Díaz-Canel y colocaron una corona de flores en el monumento a José Martí, un héroe de la independencia de Cuba en el siglo XIX.
El rey mantuvo conversaciones a puerta cerrada con Díaz-Canel, en las que acordaron continuar desarrollando las relaciones políticas y económicas bilaterales, dijeron medios estatales de la isla. España es el tercer socio comercial de Cuba y uno de sus principales inversores.
Algunos políticos españoles y miembros de la disidencia han criticado el viaje, al sostener que legitima el sistema unipartidista del país en un momento de represión gubernamental. 
Otros, sin embargo, lo ven como una señal de apoyo en momentos en que la nación de gobierno comunista atraviesa una crisis económica debido al recorte del suministro de petróleo de su aliado Venezuela y el incremento de las sanciones comerciales de Estados Unidos.
En La Habana Vieja, un barrio colonial de capital, la reina Letizia, acompañada de Lis Cuesta, esposa del presidente cubano, visitó una escuela de enseñanza de oficios bajo un intenso sol.
Letizia “estaba interesada en la estructura arquitectónica y la historia de la ciudad”, dijo el profesor Ariel Machado poco después de escuchar la conferencia en la escuela. 
“A pesar de la distancia geográfica, finalmente estamos estrechamente conectados”, agregó.
Vistiendo una guayabera azul de lino, Felipe se unió a Letizia en la Catedral, donde en medio de una avalancha de fotos y videos escuchó los gritos de bienvenida. 
Los monarcas españoles habían llegado el lunes para una estancia de tres días en conmemoración de la capital cubana, fundada por un conquistador español el 16 de noviembre de 1519 y considerada una de las joyas arquitectónicas de América Latina.
“Es un acto de justicia histórica”, dijo Xulio Fontecha, casado con una cubana y quien es presidente de la asociación de empresarios españoles en Cuba. “El rey y la reina deberían haber venido antes”, agregó.

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