PEKÍN.- La concesión de nuevos préstamos bancarios en China se redujo más de
lo esperado en octubre, hasta el nivel más bajo en 22 meses, aunque es
probable que la caída se deba a factores estacionales, y se espera que
los responsables económicos continúen aplicando medidas de apoyo a la
ralentizada economía en los próximos meses.
Los reguladores
chinos llevan más de un año intentando fomentar los préstamos bancarios y
reducir los costes de financiación, especialmente para las empresas
pequeñas y privadas que generan una parte considerable del crecimiento
económico y del empleo del país.
Pero la demanda interna sigue siendo lenta a medida que la inversión y
el consumo se debilitan, mientras que la escalada de las tensiones
comerciales entre Estados Unidos y China perjudica a las exportaciones,
lo que según algunos observadores del mercado hace necesarias más
medidas de estímulo.
“Creemos que el banco central tendrá que
flexibilizar la política monetaria de manera más agresiva en los
próximos meses para impulsar un cambio en el crecimiento del crédito y
evitar que la actividad económica se ralentice de manera demasiado
abrupta”, dijo Julian Evans-Pritchard, de Capital Economics, en una nota
de análisis.
Los bancos chinos concedieron 661.300 millones de yuanes (94.550
millones de dólares) en nuevos préstamos en yuanes en octubre, la cifra
más baja desde diciembre de 2017, según los datos del Banco Central, que
se publicaron el lunes, con una fuerte caída a partir de septiembre y
por debajo de las expectativas de los analistas.
Los analistas
encuestados por Reuters predijeron de media que los nuevos préstamos en
yuan caerían a 800.000 millones de yuan en octubre, por debajo de los
1,69 billones de yuanes de septiembre.
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