viernes, 17 de mayo de 2019

"Sacarnos de la lista de trato preferencial afectará también a EEUU", dice Turquía

ESTAMBUL.- La ministra de Comercio turca, Ruhsar Pekcan, aseguró este viernes que la decisión de Estados Unidos (EEUU) de retirar a Turquía del Sistema Generalizado de Preferencias (GSP), un programa de trato comercial preferente, afectará también a las empresas estadounidenses activas en el país eurasiático.

"Los obstáculos al comercio bilateral con EEUU afectan no sólo a las empresas turcas sino también a las empresas estadounidenses", dijo Pekcan en una publicación en su cuenta de Twitter.
El GSP es un programa que permite la entrada -libre de impuestos- de miles de productos a ciertos países en desarrollo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió retirar esta madrugada a Turquía del programa, al considerar que "ya no debe ser designada como un país en desarrollo beneficiario del GSP por su nivel de desarrollo económico".
"La decisión de retirarnos del programa GSP es contraria al objetivo de volumen comercial de 75.000 millones de dólares anunciado por los gobiernos de ambos países", señaló la ministra.
Trump ya avisó el pasado 4 de marzo con una carta al Congreso de su intención de retirar a Turquía del GSP, sistema en el que fue incluida en 1975 bajo la Presidencia de Gerald Ford.
"En concreto, en las cuatro décadas y media desde la designación de Turquía como un país en desarrollo beneficiario del GSP, la economía turca ha crecido y se ha diversificado", apuntó Trump en la carta.
"Crecimientos en la renta nacional bruta per cápita, el descenso de las tasas de pobreza y la diversificación de las exportaciones por parte de los socios comerciales y por sector son pruebas del aumento del nivel de desarrollo económico de Turquía", añadió.
La relación entre Estados Unidos y el país euroasiático se ha deteriorado en los últimos años por diversos motivos, incluido el apoyo de Washington a las fuerzas kurdas que han combatido el Estado Islámico (EI) en Siria.
Turquía también cuestiona a EEUU que no extradite al predicador Fethullah Gülen, al que Ankara acusa del aparente golpe de Estado fallido de 2016.
Por su parte, Washington ha castigado a la economía turca con la imposición de aranceles al acero y aluminio, que redujo en este último del 50 al 25% y cuya tasa luego aumentó para presionar a Turquía para que liberara a un sacerdote estadounidense detenido en el país.
"La eliminación de los aranceles adicionales del 25% sobre las importaciones turcas de acero es un paso positivo. Sin embargo, esperamos la erradicación de todos los obstáculos en nuestro comercio bilateral", concluyó Pekcan.

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