ESTAMBUL.- La
ministra de Comercio turca, Ruhsar Pekcan, aseguró este viernes que la
decisión de Estados Unidos (EEUU) de retirar a Turquía del Sistema
Generalizado de Preferencias (GSP), un programa de trato comercial
preferente, afectará también a las empresas estadounidenses activas en
el país eurasiático.
"Los
obstáculos al comercio bilateral con EEUU afectan no sólo a las
empresas turcas sino también a las empresas estadounidenses", dijo
Pekcan en una publicación en su cuenta de Twitter.
El GSP es un programa que permite la entrada -libre de impuestos- de miles de productos a ciertos países en desarrollo.
El
presidente estadounidense, Donald Trump, decidió retirar esta madrugada
a Turquía del programa, al considerar que "ya no debe ser designada
como un país en desarrollo beneficiario del GSP por su nivel de
desarrollo económico".
"La
decisión de retirarnos del programa GSP es contraria al objetivo de
volumen comercial de 75.000 millones de dólares anunciado por los
gobiernos de ambos países", señaló la ministra.
Trump
ya avisó el pasado 4 de marzo con una carta al Congreso de su intención
de retirar a Turquía del GSP, sistema en el que fue incluida en 1975
bajo la Presidencia de Gerald Ford.
"En
concreto, en las cuatro décadas y media desde la designación de Turquía
como un país en desarrollo beneficiario del GSP, la economía turca ha
crecido y se ha diversificado", apuntó Trump en la carta.
"Crecimientos
en la renta nacional bruta per cápita, el descenso de las tasas de
pobreza y la diversificación de las exportaciones por parte de los
socios comerciales y por sector son pruebas del aumento del nivel de
desarrollo económico de Turquía", añadió.
La
relación entre Estados Unidos y el país euroasiático se ha deteriorado
en los últimos años por diversos motivos, incluido el apoyo de
Washington a las fuerzas kurdas que han combatido el Estado Islámico
(EI) en Siria.
Turquía
también cuestiona a EEUU que no extradite al predicador Fethullah
Gülen, al que Ankara acusa del aparente golpe de Estado fallido de 2016.
Por
su parte, Washington ha castigado a la economía turca con la imposición
de aranceles al acero y aluminio, que redujo en este último del 50 al
25% y cuya tasa luego aumentó para presionar a Turquía para que liberara
a un sacerdote estadounidense detenido en el país.
"La
eliminación de los aranceles adicionales del 25% sobre las
importaciones turcas de acero es un paso positivo. Sin embargo,
esperamos la erradicación de todos los obstáculos en nuestro comercio
bilateral", concluyó Pekcan.
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