ROMA.- El presidente de la patronal
italiana, Vincenzo Boccia, considera esencial que las empresas y los
bancos europeos acuerden fusiones transfronterizas para crear "gigantes
económicos" capaces de enfrentarse a guerras comerciales, como la
derivada de las tensiones entre Estados Unidos y China.
"El
desafío de la Unión Europea (UE) está en el exterior (no entre los
países miembros). Los gigantes que tenemos delante son China y Estados
Unidos. El mundo empresarial europeo invita a los gobiernos a darse
cuenta de que la rivalidad está entre continentes", asegura Boccia.
Afirma que si la UE quiere evitar sufrir en exceso las
consecuencias de esta guerra comercial, que es "un mal para todos", debe
dejar a un lado las diferencias internas entre los distintos Estados y
"responder con fuerza y de forma unida" a la amenaza de imposición de
aranceles por parte de la Administración del presidente estadounidense,
Donald Trump.
"La UE es ya un gigante económico y
tiene que convertirse también en un gigante político. Tenemos que
responder a la guerra comercial con fuerza y unidos", subraya el
presidente de Confindustria, que es como se llama la patronal italiana.
Argumenta
que la política europea tiene que encaminarse hacia "una única
dirección" para evitar que cada país actúe de forma individual y se
protejan los intereses comunes.
En este contexto,
Boccia es favorable a que se potencien las fusiones transfronterizas
entre bancos y entre empresas para crear "gigantes económicos europeos,
con capacidad de enfrentar retos" de gran envergadura como los actuales.
Preguntado por una hipotética fusión entre el banco
italiano UniCredit y Commerzbank, segundo banco comercial privado de
Alemania, Boccia rechaza comentar directamente decisiones empresariales,
pero observa que la entidad italiana es fuerte y que "es positivo que
los bancos fuertes" avancen hacia la construcción de "un sistema
bancario robusto y competitivo".
La idea de una UE
unida choca contra las posturas euroescépticas del actual Gobierno
italiano, formado por el antisistema Movimiento Cinco Estrellas y la
ultraderechista Liga, que ya mantuvieron el pasado año un enfrentamiento
con Bruselas por los Presupuestos Generales de 2019.
El
ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, ha afirmado
recientemente que el Ejecutivo podría superar el techo del 3 % del
déficit respecto al producto interior bruto (PIB) si lo considerara
necesario, y estas declaraciones han disparado la prima de riesgo hasta
los 290 puntos.
"No podemos vivir continuamente en
campaña electoral, no podemos hacer promesas ligeras a los italianos
(...) No se puede utilizar a la UE como excusa para no afrontar los
problemas de Italia. Dada la elevada deuda pública que tenemos, no
podemos permitirnos incrementar el déficit", opina.
Se
muestra convencido de que "Italia tiene un gran potencial" y destaca
que las grandes empresas han generado beneficios en el primer trimestre
del año, pero evidencia que aún persisten desigualdades sociales y
territoriales, y que el país no termina de crecer al ritmo que lo hacen
otros socios europeos.
De hecho, Italia salió en el
primer trimestre del año de una recesión técnica en la que había entrado
a finales de 2018, tras acumular retrocesos del 0,1 % en el tercer y
cuarto trimestre, pero su crecimiento sigue siendo débil y organismos
italianos e internacionales pronostican un crecimiento próximo a cero
para este 2019.
"Se necesita realismo y pragmatismo.
Hay que reducir la deuda recortando el gasto público, destinando
recursos que favorezcan el crecimiento, hay que aprobar una reforma
fiscal que beneficie a empresarios y trabajadores y hay que tener una
visión a medio plazo", asegura.
Entre los deberes
pendientes del país, cita la necesidad de disminuir la tasa de
desempleo, que en marzo se situó en el 10,2 %, y especialmente la tasa
de paro juvenil, que alcanzó el 30,2 %, y apuesta por que el Gobierno,
los sindicatos y las empresas abran una mesa de negociación que derive
en un plan de inclusión realista de los jóvenes en el mercado laboral.
Finalmente,
se refiere a la difícil situación que atraviesan dos empresas del país,
Banca Carige, intervenido por el Banco Central Europeo (BCE) desde
enero, y Alitalia, en administración concursal desde mayo de 2017.
La
gestora de fondos estadounidense BlackRock abandonó recientemente las
negociaciones para salvar al banco italiano, y Boccia afirma que ahora
se está buscando atraer a otro inversor "internacional o italiano" para
encontrar una solución de mercado y eludir la recapitalización cautelar
con dinero público.
Y sobre Alitalia, que no logra
atraer inversión privada, el presidente de la patronal cree necesario un
plan estratégico que sanee sus cuentas y que no conlleve pérdidas para
los italianos.
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