viernes, 17 de mayo de 2019

África se enfrenta al reto que representa su creciente población

CIUDAD DEL CABO.-Las economías desarrolladas del mundo se enfrentan a un declive de la fertilidad tan pronunciado que algunas verán cómo sus poblaciones y economías se reducirán en los próximos años. África subsahariana se enfrenta a la situación opuesta: su población se ha más que duplicado en las últimas tres décadas y se espera que se triplique nuevamente para fines de este siglo. Si bien el número cada vez mayor de jóvenes en edad de trabajar crea oportunidades económicas, no queda claro cómo los gobiernos manejarán el auge y si el camino hacia la prosperidad -pasando a la manufactura- todavía está disponible. ¿Los beneficios de un África más poblada superarán los inconvenientes, o son sus problemas demasiado graves y su gobierno demasiado débil?

1. ¿Por qué el auge?
El crecimiento de la población en África subsahariana se debe principalmente a una mejor atención médica, que ha reducido la mortalidad infantil y de bebés y aumentado la esperanza de vida promedio de 50 a 61 desde 2000. La población se ha disparado a unos 1.100 millones y podría alcanzar los 4.000 millones para el 2100, según las Naciones Unidas. Se prevé que tan solo Nigeria se duplicará a 400 millones de personas a mediados de siglo, lo que la convierte en el tercer país más poblado del mundo después de China e India. El producto interno bruto per cápita de África subsahariana ha aumentado 40% desde principios de siglo a 1.652 dólares, en comparación con 1.987 dólares en India. Sin embargo, el petróleo y las riquezas minerales significan que un puñado de naciones son 10 o más veces más ricas que una veintena de otras que siguen siendo extremadamente pobres.

2. ¿Cómo podría beneficiarse África?
Cerca de 60% de los africanos subsaharianos son menores de 25 años, en comparación con un tercio de EE.UU. Este "aumento de la juventud" podría traducirse en una fuerza laboral amplia y enérgica. Pero los beneficios se acumulan solo cuando una mayor prosperidad reduce las tasas de fertilidad. Si la próxima generación tiene menos bebés que sus padres, la proporción de personas en edad de trabajar aumentaría en relación con el número de sus dependientes, principalmente niños y ancianos, creando lo que se conoce como "dividendo demográfico". Las familias más pequeñas permiten que más mujeres obtengan un trabajo remunerado, y los padres y gobiernos pueden invertir mayores recursos en cada niño. Esto es lo que sucedió cuando Asia y Latinoamérica se desarrollaron, pero se prevé que la reducción de la fertilidad en África llevará mucho más tiempo debido a las actitudes culturales profundamente arraigadas y la pobreza generalizada.

3. ¿Cuál es el mayor desafío?
Los trabajos. El Banco Africano de Desarrollo estima que se deben creado cada año más de 10 millones de nuevos empleos solo para absorber la cantidad de jóvenes que ingresan a la fuerza laboral. Una mayor automatización en la fabricación podría exprimir una fuente tradicional de crecimiento del empleo, por lo que algunos países vuelcan su esperanza hacia los servicios. Se han abierto call centers y otros tipos de operaciones de subcontratación en Sudáfrica, Nigeria y República Democrática del Congo. El turismo ha superado a las exportaciones de café y té como la principal fuente de divisas en Ruanda.

4. ¿Qué necesita cambiar?
La educación. Casi un tercio de los niños en África subsahariana no asiste a la escuela, y en promedio solo 4% de la población termina la universidad. La región también lucha por alimentar a su población, y una persona de cada cuatro está clasificada por la ONU como desnutrida. Para ir más allá de la agricultura de subsistencia, los políticos deben invertir miles de millones en servicios públicos e infraestructura tales como agua y electricidad para llegar a una población en rápida urbanización. Malí y Uganda han mejorado las carreteras y los enlaces de transporte para impulsar las exportaciones de mangos y peces, mientras que Etiopía está construyendo la planta hidroeléctrica más grande de África, en el Nilo Azul, para controlar las inundaciones y generar energía. Los gobiernos también deben abordar la degradación ambiental, incluido el empeoramiento de la contaminación y la deforestación.

5. ¿Se puede desacelerar el crecimiento de la población?
Sí, aunque el progreso ha sido lento en comparación con otras regiones. Las mujeres tienen un promedio de 4,8 nacimientos vivos, en comparación con 6,8 a fines de la década de 1970, pero igual es casi tres veces más que en Europa y Norteamérica. Ruanda fomentó la planificación familiar e hizo lo necesario para que los anticonceptivos estuvieran disponibles en las clínicas, lo que redujo su tasa de fertilidad en más de la mitad, a 3,8 en los últimos 20 años. Pero muchos otros países aún se quedan cortos: en promedio, las mujeres de África subsahariana tienen dos hijos más de los que quieren, y en 14 países tienen un promedio de cinco o más hijos.

6. ¿Qué pasa si África no puede asumir a tantas personas?
Los países superpoblados, como Filipinas, India, Bangladesh e Indonesia, han visto cómo una oleada de trabajadores se trasladan al extranjero para llenar puestos de trabajo en lugares más desarrollados y enviar ganancias a casa. Aunque los africanos comienzan a seguir su ejemplo, las salidas se generan cuando las puertas que estaban abiertas para otros ya se están cerrando. En Italia, los líderes populistas están respondiendo al creciente sentimiento antiinmigración al rechazar a los africanos que intentan llegar ilegalmente a Europa a través del Mediterráneo.

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