CIUDAD DEL CABO.-Las
economías desarrolladas del mundo se enfrentan a un declive de la
fertilidad tan pronunciado que algunas verán cómo sus poblaciones y
economías se reducirán en los próximos años. África subsahariana se
enfrenta a la situación opuesta: su población se ha más que duplicado en
las últimas tres décadas y se espera que se triplique nuevamente para
fines de este siglo. Si bien el número cada vez mayor de jóvenes en edad
de trabajar crea oportunidades económicas, no queda claro cómo los
gobiernos manejarán el auge y si el camino hacia la prosperidad -pasando
a la manufactura- todavía está disponible. ¿Los beneficios de un África
más poblada superarán los inconvenientes, o son sus problemas demasiado
graves y su gobierno demasiado débil?
1. ¿Por qué el auge?
El
crecimiento de la población en África subsahariana se debe
principalmente a una mejor atención médica, que ha reducido la
mortalidad infantil y de bebés y aumentado la esperanza de vida promedio
de 50 a 61 desde 2000. La población se ha disparado a unos 1.100
millones y podría alcanzar los 4.000 millones para el 2100, según las
Naciones Unidas. Se prevé que tan solo Nigeria se duplicará a 400
millones de personas a mediados de siglo, lo que la convierte en el
tercer país más poblado del mundo después de China e India. El producto
interno bruto per cápita de África subsahariana ha aumentado 40% desde
principios de siglo a 1.652 dólares, en comparación con 1.987 dólares en India.
Sin embargo, el petróleo y las riquezas minerales significan que un
puñado de naciones son 10 o más veces más ricas que una veintena de
otras que siguen siendo extremadamente pobres.
2. ¿Cómo podría beneficiarse África?
Cerca
de 60% de los africanos subsaharianos son menores de 25 años, en
comparación con un tercio de EE.UU. Este "aumento de la juventud" podría
traducirse en una fuerza laboral amplia y enérgica. Pero los beneficios
se acumulan solo cuando una mayor prosperidad reduce las tasas de
fertilidad. Si la próxima generación tiene menos bebés que sus padres,
la proporción de personas en edad de trabajar aumentaría en relación con
el número de sus dependientes, principalmente niños y ancianos, creando
lo que se conoce como "dividendo demográfico". Las familias más
pequeñas permiten que más mujeres obtengan un trabajo remunerado, y los
padres y gobiernos pueden invertir mayores recursos en cada niño. Esto
es lo que sucedió cuando Asia y Latinoamérica se desarrollaron, pero se
prevé que la reducción de la fertilidad en África llevará mucho más
tiempo debido a las actitudes culturales profundamente arraigadas y la
pobreza generalizada.
3. ¿Cuál es el mayor desafío?
Los
trabajos. El Banco Africano de Desarrollo estima que se deben creado
cada año más de 10 millones de nuevos empleos solo para absorber la
cantidad de jóvenes que ingresan a la fuerza laboral. Una mayor
automatización en la fabricación podría exprimir una fuente tradicional
de crecimiento del empleo, por lo que algunos países vuelcan su
esperanza hacia los servicios. Se han abierto call centers y otros tipos
de operaciones de subcontratación en Sudáfrica, Nigeria y República
Democrática del Congo. El turismo ha superado a las exportaciones de
café y té como la principal fuente de divisas en Ruanda.
4. ¿Qué necesita cambiar?
La
educación. Casi un tercio de los niños en África subsahariana no asiste
a la escuela, y en promedio solo 4% de la población termina la
universidad. La región también lucha por alimentar a su población, y una
persona de cada cuatro está clasificada por la ONU como desnutrida.
Para ir más allá de la agricultura de subsistencia, los políticos deben
invertir miles de millones en servicios públicos e infraestructura tales
como agua y electricidad para llegar a una población en rápida
urbanización. Malí y Uganda han mejorado las carreteras y los enlaces de
transporte para impulsar las exportaciones de mangos y peces, mientras
que Etiopía está construyendo la planta hidroeléctrica más grande de
África, en el Nilo Azul, para controlar las inundaciones y generar
energía. Los gobiernos también deben abordar la degradación ambiental,
incluido el empeoramiento de la contaminación y la deforestación.
5. ¿Se puede desacelerar el crecimiento de la población?
Sí,
aunque el progreso ha sido lento en comparación con otras regiones. Las
mujeres tienen un promedio de 4,8 nacimientos vivos, en comparación con
6,8 a fines de la década de 1970, pero igual es casi tres veces más que
en Europa y Norteamérica. Ruanda fomentó la planificación familiar e
hizo lo necesario para que los anticonceptivos estuvieran disponibles en
las clínicas, lo que redujo su tasa de fertilidad en más de la mitad, a
3,8 en los últimos 20 años. Pero muchos otros países aún se quedan
cortos: en promedio, las mujeres de África subsahariana tienen dos hijos
más de los que quieren, y en 14 países tienen un promedio de cinco o
más hijos.
6. ¿Qué pasa si África no puede asumir a tantas personas?
Los
países superpoblados, como Filipinas, India, Bangladesh e Indonesia,
han visto cómo una oleada de trabajadores se trasladan al extranjero
para llenar puestos de trabajo en lugares más desarrollados y enviar
ganancias a casa. Aunque los africanos comienzan a seguir su ejemplo,
las salidas se generan cuando las puertas que estaban abiertas para
otros ya se están cerrando. En Italia, los líderes populistas están
respondiendo al creciente sentimiento antiinmigración al rechazar a los
africanos que intentan llegar ilegalmente a Europa a través del
Mediterráneo.
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