ARGEL.- El jefe de la patronal argelina ha presentado su dimisión. Ali Haddad, uno de los hombres de negocios más influyentes del país y gran apoyo del régimen del presidente, Abdelaziz Buteflika, abandona el barco, según han anunciado los medios de comunicación locales.
En
su carta de dimisión, Haddad afirma: "He decidido en mi conciencia y
sin presiones, dejar la presidencia del Foro de Líderes de Empresas
desde ahora mismo", proclamando que lo hace para "preservar la
coherencia y la sostenibilidad de la organización". Asumió su cargo en
2014.
La marcha de Haddad es una grieta más en el régimen de Buteflika, que va perdiendo apoyos día tras día
desde que el 22 de febrero se iniciara una ola de protestas pacíficas
para exigir que abandone el poder, que ocupa desde hace 20 años. Es el
primer cargo del círculo presidencial que le abandona.
La dimisión se produce dos días después de que el jefe del Estado Mayor del ejército, el general Ahmed Gaid Salah, propusiera que el presidente sea declarado incapacitado
para ejercer el cargo, en virtud del artículo 102 de la Constitución.
"Es necesario, imperativo, adoptar una solución para salir de la
crisis", dijo el martes Gaid Salah. Nombrado por Buteflika en 2004 al
frente de la institución castrense, el general es también viceministro
de Defensa y uno de los máximos poderes del régimen.
Otros líderes otrora cercanos a Buteflika se apresuraron a alinearse con Gaid Salah. Fue el caso del secretario general de la Unión General de Trabajadores Argelinos
(UGTA), principal sindicato del país, Abdelmayid Sidi Said, y del líder
del partido Reagrupamiento Nacional Democrático (RCD), principal aliado
en el Gobierno del partido de Buteflika, el Frente de Liberación
Nacional (FLN), Ahmed Uyahia.
Este último era primer ministro hasta hace
poco menos de un mes, cuando Buteflika le cesó para atajar la
contestación social.
Abdelaziz Buteflika, de 82 años, se encuentra gravemente afectado por las secuelas de un ictus
que sufrió en 2013 y que le impide la movilidad y le causa problemas de
expresión. Desde hace un lustro no ofrece un discurso público y sus
apariciones han estado contadas. Su anuncio de concurrir a un nuevo
mandato presidencial este año -el quinto desde que ascendió al poder, en
1999-, provocó el rechazo de la ciudadanía, que lleva más de un mes
manifestándose contra él y su círculo. Su marcha atrás y la anulación de las elecciones no han aplacado la ira del pueblo.
Este viernes los argelinos volverán a echar otro pulso al sistema.
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