NUEVA YORK.- Más de una veintena de relatores
especializados en Derechos Humanos de Naciones Unidas han denunciado la
existencia de un "racismo sistémico" en Estados Unidos que, combinado
con un exceso de fuerza en la actuación policial, ha generado en el país
un entorno propio del antiguo "régimen de los linchamientos" a la
población negra durante la primera mitad del siglo XX.
La muerte el pasado 25 de mayo del ciudadano de raza negra George
Floyd en Mineápolis bajo custodia policial y por la que cuatro agentes
han sido imputados, uno de ellos por asesinato en segundo grado y el
resto por complicidad, ha generado en el país la mayor ola de protestas y
disturbios vista desde la agresión policial al también afroamericano
Rodney King por la Policía de Los Ángeles en 1991.
Los expertos de la ONU perciben "una reciente avalancha de
asesinatos" contra la población afroamericana caracterizados por su
"impunidad", "particular desprecio o depravación o la vida humana, y el
uso de espacios públicos para ejercer control, todos ellos
características de los linchamientos".
Los expertos remiten a la historia de la segregación racial en
Estados Unidos aprovechando la conmemoración del 99 aniversario de la
masacre perpetrada en Tulsa (Oklahoma) por supremacistas blancos contra
el centro económico de la población negra de la ciudad.
Las imágenes del ahora expolicía Derek Chauvin aplastando con su
rodilla el cuello de Floyd durante casi nueve minutos "remueve las
conciencias y evocan el mismo terror que el antiguo régimen de los
linchamientos pretendía inspirar en Estados Unidos".
Así las cosas y dado "el historial de impunidad de violencia
racial, los ciudadanos negros de Estados Unidos tienen motivo para temer
por sus vidas", según los relatores de la ONU, que enlazan directamente
los orígenes del sistema policial estadounidenses con las antiguas
"patrullas de esclavistas"; un legado de "terror racial que permanece
evidente en las actitudes policiales de hoy en día", apuntan.
Los relatores remiten al caso del joven Ahmaud Arbery, asesinado a
tiros en Georgia el 25 de febrero de este año por un grupo de hombres
que le persiguieron en una furgoneta.
"Según los testimonios, uno de los asesinos se irguió sobre su
cadáver y le llamó 'puto negrata'", lamentan los relatores, antes de
sentenciar que "los últimos momentos de la vida de Ahmaud estuvieron
protagonizados por una persecución efectuada por una partida de
linchamiento idéntica a las vistas durante la era de la segregación".
Asimismo, los expertos han declarado su preocupación sobre la
violencia policial durante la represión de las protestas en el país. En
su documento, califican la actuación de las fuerzas de seguridad como
desproporcionada, "marcada por la violencia, los arrestos arbitrarios,
la militarización de las operaciones" y la persecución a los medios de
comunicación en lo que solo es "la punta del iceberg de una injusticia
racial presente en el sistema de justicia norteamericano".
Por todo ello, los relatores de la ONU, entre ellos la relatora
especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias,
Agnès Callamard, o su homólogo sobre tortura y otros tratamientos
inhumanos o degradantes, Diego García-Sayán, exigen al Gobierno de EEUU
que aplique inmediatamente las recomendaciones para la reforma policial
declaradas por la Casa Blanca en 2015, durante la administración de
Barack Obama y que contemplan la limitación de la inmunidad policial,
del uso de armamento militar y el uso obligatorio de cámara en las
detenciones.
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