WASHINGTON.- Estados Unidos adoptó
este miércoles un plan de ayuda social de unos 100.000 millones de
dólares destinado a los trabajadores directamente afectados por las
consecuencias del coronavirus, mientras los congresistas y la Casa
Blanca negociaban un plan de estímulo económico que podría alcanzar los
1,3 billones de dólares.
El presidente Donald Trump anunció haber
ratificado las medidas horas después de que el Senado, de mayoría
republicana, las aprobara con 90 votos a favor y ocho en contra.
Fruto de duras negociaciones entre demócratas,
republicanos y la Casa Blanca, el plan de ayuda busca reforzar la
protección social de los estadounidenses ante la pandemia que dejó hasta
el momento más de 110 muertos en Estados Unidos, donde se han detectado
más de 7.300 casos.
El texto ya había sido adoptado en la
madrugada del sábado por la Cámara de Representantes, de mayoría
demócrata, con 363 votos a favor y 40 en contra.
El documento denominado
"Las familias primero, ley sobre la respuesta al coronavirus" prevé
pruebas gratuitas para cualquier persona que las necesite, incluidas
aquellas que no tengan seguro.
La ley también incluye bajas por
enfermedad de "emergencia", con hasta dos semanas de licencias pagadas
para los empleados a jornada completa y, en el caso de los trabajadores a
tiempo parcial, un periodo equivalente al número de horas trabajadas
habitualmente, repartido en dos semanas.
Senadores republicanos pidieron que el monto de las licencias pagadas tuviera un tope, como condición para apoyar el texto.
Estados
Unidos no tiene un sistema de cobertura sanitaria universal y millones
de estadounidenses no tienen seguros o están mal asegurados, y no todos
los empleados gozan de licencias pagadas.
Esta ley prevé también
un acceso más fácil al seguro de desempleo así como a los bonos
alimentarios, especialmente para los niños que ya no van a la escuela
por el coronavirus, y desbloquea fondos federales para financiar el
programa "Medicaid", que cubre gastos sanitarios de los estadounidenses
más pobres.
"Es un proyecto bienintencionado elaborado por los
demócratas de la Cámara y el equipo del presidente Donald Trump para
intentar aportar nuevas medidas de apoyo a los trabajadores
estadounidenses", declaró el jefe de la mayoría republicana en el
Senado, Mitch McConnell.
"Sin embargo, el texto de la Cámara
tiene verdaderas lagunas", añadió, insistiendo en que el Senado
permanecerá en sesión mientras no adopte "un paquete de medidas mucho
más atrevido, que deberá incluir un apoyo significativo a las pequeñas
empresas del país".
El senador se refería así a la próxima serie de medidas previstas, que están siendo negociadas.
Steve
Mnuchin, el secretario de Tesoro encargado de negociar con el Congreso,
alertó a los senadores republicanos sobre el riesgo de una tasa de
desempleo del 20% si no se aprueba un plan de estímulo económico de 1,3
billones de dólares para paliar el impacto del nuevo coronavirus.
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