VIENA.- Un millón y medio de barriles diarios (mbd) de crudo es la drástica reducción de suministros petroleros
que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) planteará
este viernes a Rusia y a otros nueve productores aliados. "Hemos
acordado apoyar un recorte de 1,5 (mbd)", señaló el ministro iraní de
Petróleo, Biyán Zangané, en declaraciones a la prensa tras concluir la
178 conferencia ministerial de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP).
Según el comunicado final de la reunión, que duró unas tres horas, el
recorte se dividió en un millón de barriles para la OPEP y medio millón
para sus aliados. Esta ha sido la conferencia de la OPEP más breve en
años, quizá porque los ministros obedecieron al llamamiento de las
autoridades sanitarias austríacas de reducir al máximo el tiempo de
debates, para limitar el riesgo de contagio por el coronavirus.
Así las cosas, varias fuentes que pidieron el anonimato confirmaron
que la reducción está supeditada a la aceptación de sus aliados,
liderados por Rusia. Pero Moscú se ha mostrado hasta ahora reacio a cerrar el grifo en este momento, cediendo a la presión de Arabia Saudí, que viene impulsando un amplio recorte desde hace meses.
El último intento de Riad fue un encuentro bilateral y a puerta
cerrada de su ministro de Energía, Abdelaziz bin Salmán, y su homólogo
ruso, Alexandr Novak, ayer miércoles en Viena, previo a la participación
de ambos en un comité en el que el enviado del Kremlin habría dejado
claro su rechazo.
A diferencia del reino wahabí, cuyo presupuesto necesitaría un barril
de crudo en torno a los 70 dólares, Rusia puede en estos momentos vivir
con un nivel de precios actual (de poco más de 50 dólares para el crudo Brent),
ha asegurado el presidente ruso, Vladimir Putin. En este sentido, ha
abogado por mantener sin cambios los recortes y extender su validez hasta finales de 2020, asunto que ya obtuvo este jueves la luz verde de la OPEP.
Novak volverá a negociar nuevamente el viernes con la OPEP, y los
analistas vaticinan un compromiso a medio camino como posible resultado,
que estiman podría ser un recorte en torno a 1 mbd, el volumen
defendido inicialmente por Arabia Saudí. La nueva rebaja de producción
propuesta se sumaría a otras que ha adoptado la llamada OPEP+ (OPEP y
aliados) para evitar que un exceso de suministros, causado sobre todo
por el auge del petróleo de esquisto en Estados Unidos, cause un
desplome de los precios.
El último acuerdo, sellado en diciembre, profundizó a partir de enero
pasado hasta 1,7 mbd el recorte ya vigente en 2019, de 1,2 mbd. A ello
se añadieron otros 0,4 mbd que Riad dejó de bombear voluntariamente. Es
decir que, de aprobarse un volumen de entre 1 y 1,5 mbd, el grupo de 23
países habría retirado del mercado entre 3,1 y 3,6 mbd desde octubre de
2018, una limitación de la oferta sin precedentes en el mercado
petrolero.
La incógnita para los productores es si será suficiente para frenar
el abaratamiento del oro negro y por cuánto tiempo deberán mantener
cerrados los grifos. La respuesta es incierta pues nadie sabe las
dimensiones que de la propagación del virus de Wuhán (COVID-19) y su
impacto en la economía y la demanda mundial de petróleo, pero ahora los
expertos coinciden en destacar que es una crisis sin precedentes.
La OPEP calculaba en febrero que la epidemia desacelerará el consumo
de petróleo en un 19 % este año, sobre todo por la caída de la actividad
industrial y el transporte aéreo en China, principal importador de
crudo de Arabia Saudí y otros socios de la OPEP.
De momento, la propuesta de los socios es extender hasta diciembre
los recortes vigentes, mientras que el adicional propuesto ahora tendría
vigencia solo hasta junio, cuando los ministros vuelvan a reunirse (el
día 9) para evaluar la situación y ver si reajustan los niveles de su
producción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario