PARÍS.- Varios países intentaban
controlar este miércoles sus reservas de mascarillas y material de
protección, indispensables para el personal sanitario que lucha contra
la epidemia de coronavirus, que llevó al gobierno italiano a ordenar el
cierre de escuelas durante dos semanas.
Italia, primer foco
europeo de la epidemia, donde se produjeron 107 decesos y 3.089 casos,
tomó medidas excepcionales: el cierre de todas las escuelas y
universidades a partir del jueves y hasta el 15 de marzo.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, no ha
descartado que los hospitales acaben desbordados "si se da un
crecimiento exponencial" de los casos graves. "No solo Italia sino
ningún país del mundo podría afrontar una situación así", advirtió.
Ante la fuerte demanda de
geles desinfectantes, mascarillas, guantes y trajes de protección,
Francia decidió confiscar las reservas y la producción de mascarillas y
Rusia y Alemania prohibieron el miércoles la exportación de material
médico de protección.
La enfermedad de COVID-19 afecta ya a 81
países y territorios y ha contagiado a más de 94.000 personas y causado
más de 3.200 muertes en todo el mundo.
En este contexto, el ministro alemán de Salud, Jens Spahn,
habló por primera vez de "pandemia" cuando dijo que "la epidemia de
coronavirus en China [se había] transformado en una "pandemia mundial".
Por
otro lado, ante el declive del tráfico aéreo causado por la epidemia,
la aerolínea Lufthansa anunció el miércoles que mantendrá en tierra a
150 de sus aviones, una quinta parte de su flota.
La falta de equipamiento
en China, donde apareció la epidemia en diciembre y ha causado desde
entonces más de 3.000 muertes, provocó el contagio de miles de
trabajadores sanitarios y la muerte de varias decenas de ellos, lo que
está llevando a dedicar plantas de fabricación de pañales, chaquetas y
teléfonos móviles para fabricar mascarillas y trajes de protección.
Frente
al riesgo de que se disparen los contagios, las autoridades cancelan o
aplazan cualquier acto que implique a un gran número de personas.
En Londres, los productores de la nueva entrega de James
Bond, "No time to die" ("Sin tiempo para morir") anunciaron que
aplazarán su estreno mundial, previsto en abril, a noviembre.
Las
competiciones deportivas también se han visto afectadas: en Italia,
todos los partidos, incluidos los de fútbol, deben celebrarse a puerta
cerrada hasta el 3 de abril.
Dos grandes eventos deportivos están
en suspenso: la Eurocopa (del 12 de junio al 12 de julio) y los Juegos
Olímpicos de Tokio (24 de julio al 9 de agosto).
Por su parte,
Arabia Saudita ordenó la suspensión "temporal" de la peregrinación de la
"Umrah", que se puede realizar en cualquier momento del año.
En Francia, el santuario
de Lourdes, visitado cada año por millones de personas, anunció el
cierre de sus piscinas, donde se sumergen anualmente 350.000 peregrinos
en busca de un milagro.
El Louvre, el museo más visitado del mundo, que cerró el domingo, reabrió sin embargo este miércoles.
En el plano económico, las organizaciones internacionales intentan frenar el impacto.
La
presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina
Georgieva, declaró el miércoles que la crisis sanitaria requiere "una
respuesta global", mientras que los países miembros de la institución
prometieron brindar "todo el apoyo necesario para limitar el impacto" de
la epidemia, "convencidos" de su capacidad para "restaurar el
crecimiento".
La Reserva Federal estadounidense recortó por
sorpresa el martes sus tasas de interés de referencia, una medida
inédita desde la crisis financiera de 2008.
El Banco Mundial anunció un plan de emergencia de 12.000 millones de dólares para ayudar a los países a contener la epidemia.
Aunque
es demasiado pronto para cuantificar con precisión el impacto económico
del coronavirus, el FMI confirmó que, en 2020, el crecimiento mundial
sería "inferior" a 2019, pero precisó que era "difícil predecir" cuánto.
El virus
sigue propagándose por el mundo, pero el ritmo de contagios disminuyó en
dos de los países más castigados: China y Corea del Sur.
En Irán, 92 personas fallecieron por la enfermedad y se registraron 2.922 casos, 586 de ellos en las últimas 24 horas.
España anunció este martes su segundo muerto, un hombre de 82 años que tenía enfermedades crónicas, según las autoridades.
Cada vez quedan menos países a salvo de la epidemia.
Chile, Argentina, Polonia, Senegal, Hungría, Eslovenia y el territorio
británico de Gibraltar, al sur de España, anunciaron sus primeros casos.
También se detectaron dos casos dentro de las instituciones europeas.
Irak anunció un muerto.
En Estados Unidos, donde se detectaron un
centenar de casos y 11 muertes, el Congreso decidió desbloquear más de
8.000 millones de dólares contra la epidemia.
El gobernador de
California, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia después de
anunciar que un paciente murió por el coronavirus cerca de la capital,
Sacramento, la primera víctima registrada fuera del estado de
Washington.
Además, Israel (donde hay 15 casos), en previsión del
aumento de visitantes con motivo de la Pascua judía, que empieza dentro
de un mes, decidió ordenar un aislamiento de dos semanas para los
viajeros procedentes de Francia, Alemania, Suiza, España y Austria.
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