HONG KONG.-
Los líderes mundiales se apresuraban el jueves a fortalecer los
mercados globales sacudidos por el pánico, inyectando liquidez al
sistema financiero en momentos en que los inversores se están
deshaciendo de sus activos, buscando efectivo ante la escalada de la
pandemia del COVID-19.
Las
autoridades monetarias de Estados Unidos, Europa y Asia recurrieron a
medidas de emergencia después de que la epidemia dejara a sus economías
virtualmente en coma, con consumidores en cuarentena, cadenas de
suministro interrumpidas, el transporte paralizado y las tiendas vacías.
El
total de casos de coronavirus registrados a nivel global alcanza casi
los 219.000, incluidas más de 8.900 muertes asociadas al virus. Más de
20.000 de esos casos fueron notificados en las últimas 24 horas, un
nuevo récord diario.
El
Banco Central Europeo (BCE) lanzó nuevas recompras de deuda por valor
de 750.000 millones de euros (818.000 millones de dólares) tras una
reunión de emergencia a última hora del miércoles, en un intento de
taponar la sangría financiera que el coronavirus está provocando en la
economía de la zona euro y despejar cualquier tipo de duda sobre el
futuro del bloque.
"Momentos
extraordinarios requieren de acciones extraordinarias", dijo la
presidenta del BCE, Christine Lagarde, cuando arrecia la preocupación
por que las tensiones provocadas por la crisis puedan socavar la
cohesión de la zona euro en torno a su moneda única.
En
Estados Unidos, la Reserva Federal puso en marcha su tercer programa de
crédito de emergencia en dos días, con el objetivo de mantener
funcionando al sector de los fondos de inversión del mercado monetario,
de 3,8 billones de dólares, en caso de que los inversores realicen
retiradas súbitas.
El
domingo, la Fed recortó sus tipos de interés a cerca de cero y prometió
compras de activos por cientos de miles de millones de dólares,
mientras que el Gobierno del presidente Donald Trump esbozó un paquete
de estímulo de 1 billón de dólares y una propuesta de rescate.
El
estado crítico de la industria es evidente en Detroit, donde las tres
grandes automotrices -Ford Motor Co, General Motors Co y Fiat Chrysler
Automobiles NV- confirmaron que cerrarán sus plantas en Estados Unidos,
así como sus fábricas en Canadá y México.
La
libra esterlina se hundió a su menor nivel frente al dólar desde 1985,
después de que el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey,
dijera que no descarta ningún escenario al ser preguntado sobre la
posibilidad de entregar dinero a los particulares.
Reino
Unido ordenó el cierre de todas las escuelas desde el viernes, después
de que el número de casos confirmados de coronavirus aumentara un 48% el
miércoles.
Australia
aplicó el jueves unas medidas de alivio cuantitativo históricas tras
una reunión no programada y recortó sus tipos de interés por segunda
ocasión en un mes. Corea del Sur advirtió de una escasez global de
crédito y dijo que creará fondos de emergencia para estabilizar a los
mercados financieros.
Los
bancos centrales de numerosos países emergentes, desde Brasil a India,
han tomado esta semana medidas para comprar deuda soberana y evitar que
se disparen los costes del endeudamiento, lo que añadiría presión sobre
sus economías.
A
pesar de esas medidas, que junto a otras inyecciones de liquidez y
estímulo anunciadas en las últimas semanas han alcanzado niveles no
vistos desde la Segunda Guerra Mundial, casi todos los mercados
bursátiles de Asia cerraron en rojo. Seúl, Yakarta y Manila registraron
pérdidas que activaron la suspensión temporal de las operaciones.
Economistas
de J.P. Morgan proyectan que la economía de Estados Unidos se contraerá
un 14% en el próximo trimestre y que la de China caerá más de un 40% en
el actual, uno de los pronósticos más sombríos sobre la escala
potencial de las repercusiones del virus.
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