WASHINGTON/SANTIAGO.- Miles de personas fueron despedidas en una semana en Estados Unidos
debido a las drásticas medidas adoptadas para luchar contra el
coronavirus, un argumento que blandirá el gobierno de Donald Trump para
que el Congreso apruebe un paquete de reactivación económica de 1 billón
de dólares, según trascendió este jueves.
El
Departamento de Trabajo de Estados Unidos publicó estadísticas
preocupantes sobre el mercado del empleo que detallan que los pedidos
semanales de subsidios por desempleo aumentaron fuertemente (+70.000)
como consecuencia del impacto económico de la pandemia, hasta las
281.000 nuevas solicitudes en datos corregidos por variaciones
estacionales en la semana que terminó el 14 de marzo.
Este es el nivel más alto desde septiembre de 2017, precisó la
entidad en un comunicado. La cifra es "claramente atribuible a los
impactos" del coronavirus, señaló el ministerio, que añadió que en
numerosos estados hubo un aumento de los despidos vinculados a la
pandemia, especialmente en los sectores de la hotelería, los
restaurantes y el transporte.
Medidas como el cierre de bares o
restaurantes, la cancelación de vuelos, eventos y viajes por turismo
para contener la expansión del COVID-19 llevan a muchos sectores a una
caída de actividad. En Estados Unidos, muchos empleos del sector
servicios son precarios, pagados por día o semanalmente. Cuando la
coyuntura se deteriora son las primeras víctimas, pues no existe una red
de seguridad social como ocurre en Europa o en países de América
Latina.
Por
su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
estima que la crisis del coronavirus ocasionará una contracción del 1,8
por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional, lo que podría
llevar a que el desempleo suba en diez puntos porcentuales y a que haya
35 millones más de pobres.
Así lo expresó la secretaria ejecutiva
de la CEPAL, Alicia Bárcena: "América Latina y el Caribe, así como
otras regiones emergentes, se verá afectada negativamente", declaró y
recordó que la región creció a una tasa estimada de apenas 0,1 por
ciento en 2019, y que los últimos pronósticos realizados en diciembre
pasado preveían un crecimiento del 1,3 por ciento para 2020.
Sin embargo, "las proyecciones han sido revisadas a la baja
significativamente en el actual escenario", señaló, antes de anunciar
que la CEPAL estima un aumento del desempleo en diez puntos porcentuales
que llevaría a que -de un total de 620 millones de habitantes- el
número de pobres en la región suba de 185 a 220 millones de personas. En
tanto, las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67 a 90
millones.
Según Bárcena, la crisis del COVID-19 pasará a la
historia como una de las peores que el mundo ha vivido y tendrá efectos
devastadores sobre la economía mundial, seguramente más intensos y
distintos que los sufridos durante la crisis financiera global de
2008-2009, y que los países latinoamericanos y caribeños no estarán
ajenos a ellos, ya que serán impactados a través de varios canales.
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