BRASILIA.- La elección en Argentina del peronista Alberto Fernández, a quien el
presidente de Brasil Jair Bolsonaro ha catalogado de “bandido de
izquierda”, prepara el escenario para un choque entre las dos economías
más grandes de Sudamérica que podría hacer tambalear el futuro del
bloque comercial Mercosur.
Bolsonaro dijo a periodistas en Abu Dabi el lunes que los votantes
argentinos habían cometido un error y que no tenía intención de
felicitar a Fernández por su victoria del domingo.
La hostilidad ha puesto de manifiesto las profundas diferencias ideológicas en América Latina.
La
victoria del centroizquierda Fernández, junto con el triunfo el año
pasado del izquierdista Andrés Manuel López Obrador en México, marca el
final de las reformas favorables al mercado en ambos países, dejando más
aislados a los gobiernos conservadores de Chile, Colombia y Brasil.
Las
relaciones entre Brasil y Argentina han sido cordiales y constructivas
desde la vuelta de la democracia en ambos países en la década de 1980.
Pese
a que compiten en los mercados mundiales de granos y carne vacuna, el
Mercosur -que también incluye a Uruguay y Paraguay-, ha fomentado el
intercambio de automóviles y otros productos manufacturados,
convirtiendo a Brasil en el principal socio comercial de Argentina.
Sin embargo, en momentos de dificultades económicas, a los
presidentes les puede resultar tentador apelar a su base de votantes más
dura y subrayar las diferencias sobre cuestiones como Cuba y Venezuela.
Antes de su triunfo del domingo, Fernández publicó un mensaje en
Twitter pidiendo la liberación del expresidente izquierdista de Brasil
Luiz Inácio Lula da Silva, quien fue encarcelado el año pasado en una
causa por sobornos, algo que hizo enojar a Bolsonaro.
El ahora presidente electo argentino también trató al mandatario brasileño de “racista, misógino y violento”.
Bolsonaro dijo el lunes que su gobierno esperará para ver qué posición toma Fernández una vez que asuma en diciembre.
“Veamos cómo se comporta (...) Espero que Argentina no cambie su curso en lo relativo al comercio”.
Los
expertos en política exterior y comercio dicen que las dos economías
son demasiado interdependientes para quebrar al Mercosur.
La mayor amenaza puede ser un acuerdo comercial entre el Mercosur y
la Unión Europea, que ha tomado dos décadas para negociar y enfrenta
resistencia en los países europeos.
“La relación entre Argentina
y Brasil será, en el mejor de los casos, fría durante los próximos tres
años”, dijo Welber Barral, ex secretario de comercio de Brasil, quien
destacó que espera que los grupos industriales de ambos países traten de
“apaciguar” a los gobiernos.
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