LONDRES.- Boris Johnson está atascado. Contra
todo pronóstico, logró un acuerdo para el brexit durante las
conversaciones en Bruselas, pero no logró ratificarlo en el Parlamento
del Reino Unido, y ni siquiera puede obtener las elecciones que quiere
para romper el estancamiento.
El
primer ministro británico intentó por tercera vez el lunes lanzar una
votación rápida para terminar con el callejón sin salida y fue rechazado
nuevamente por la Cámara de los Comunes.
Sin
embargo, las señales indican que no tendrá que esperar mucho para el
disparo de salida en la tercera campaña de elecciones generales del país
en cuatro años tumultuosos. Intentará nuevamente el martes hacer que el
Parlamento permita una elección anticipada, esta vez utilizando una
ruta legal más fácil.
“No
permitiremos que continúe esta parálisis”, dijo Johnson a
parlamentarios después de la votación. “De una forma u otra, debemos
proceder directamente a una elección”.
Casi
tres años y medio después de que el Reino Unido votara por abandonar la
Unión Europea, el país sigue encerrado en el limbo de su relación a
largo plazo con el sólido bloque comercial de 500 millones de dólares,
el cual no está más cerca de la claridad.
Más
temprano el lunes, enviados de gobiernos europeos analizaron el caos
político del Reino Unido desde una sala de reuniones en Bruselas.
Decidieron
que Gran Bretaña necesita más tiempo para resolver sus planes y
acordaron extender el plazo del jueves –la fecha en que el país debía
salir del bloque– hasta el 31 de enero.
Eso
permite una ventana clara para que los políticos británicos sometan sus
visiones rivales para el brexit a los votantes en una elección general.
Johnson y su equipo dicen que el Parlamento está roto y “muerto”, y
necesita ser disuelto.
Quieren
un gobierno de mayoría conservadora, pero para activar esa elección
necesitaban que una “súper mayoría” de dos tercios de los parlamentarios
voten por él. El tercer intento de Johnson de ganar esa votación
fracasó el lunes, y dijo que propondrá un proyecto de ley de una línea,
una legislación básica, que cambiará la fecha establecida por ley para
las próximas elecciones al 12 de diciembre.
Solo
necesitará una mayoría simple en los Comunes, en lugar de dos tercios
de los parlamentarios, para que se apruebe la ley. Los legisladores de
oposición de los Demócratas Liberales y el Partido Nacional Escocés han
indicado que están dispuestos a respaldar una moción de ese tipo, aunque
su apoyo aún no es seguro.
El
riesgo para Johnson es que los políticos podrían tratar de enmendar su
proyecto de ley de una línea para establecer condiciones en las
elecciones que no le gusten.
De
cualquier manera, Johnson dejó en claro que está renunciando a su
intento de ratificar su acuerdo para el brexit en el Parlamento antes de
las elecciones. “No hay apoyo” entre los parlamentarios para impulsar
la ley que implemente su acuerdo de divorcio en el poco tiempo
disponible, dijo.
Con el Reino Unido todavía en la UE, es probable que la votación se convierta en un referéndum indirecto sobre el brexit.
Potencialmente,
será la oportunidad final para que los votantes elijan entre los
partidos que ofrecen detener el brexit o forzar la salida a cualquier
costo.
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