BERLÍN.- El consejo asesor del Gobierno
alemán, los llamados "cinco sabios", desaconsejaron este martes de forma
tajante la fusión entre el Deutsche Bank y el Commerzbank, las dos
mayores entidades del país, cuyas conversaciones se anunciaron
oficialmente este domingo.
"Desde cualquier punto de
vista es una idea muy mala", aseguró Isabel Schnabel, la experta de los
cinco en cuestiones financieras, al ser interrogada sobre la posible
operación empresarial en la presentación del informe de primavera del
consejo asesor.
A su juicio, "no es la solución" para los problemas de
ambos bancos porque el supuesto ahorro de costes que se pretende
alcanzar mediante despidos y cierre de filiales es "difícil de hacer
realidad" y es "políticamente controvertido".
Además,
se crearía un enorme "campeón nacional", algo que va contra la gran
lección de la crisis financiera de 2008 de evitar los gigantes de
carácter sistémico cuya caída puede desestabilizar completamente la
estructura financiera nacional y que supone un "enorme" rescate con
dinero público.
Según Schnabel, si el objetivo de
Berlín con esta apuesta es "reforzar" el sector bancario nacional, lo
mejor sería que el Gobierno alemán se retirase del negocio y dejase más
"margen" a las entidades para mejorar su "rentabilidad".
No obstante, consideró, alentar la fusión supondrá justo lo contrario,
esto es, una mayor implicación del Gobierno alemán en el sector
bancario, en forma de "mayores garantías".
Su
compañero en el consejo asesor Lars Feld lamentó que el Gobierno alemán
lleve una década "desactivando" los problemas derivados de los bancos
"demasiado grandes para caer", para irse ahora "al lado contrario del
espectro" y apoyar la fusión.
Feld fue más allá al
enmarcar la posición de Berlín dentro de la nueva política industrial
alemana, presentada recientemente por el ministro de Economía, Peter
Altmaier, y que criticó por considerarla intervencionismo estatal: "Es
el camino erróneo".
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