BERLÍN.- Alemania puso en marcha
este martes el concurso para otorgar las obras de instalación de su
futura red de telefonía móvil 5G sin excluir a compañías chinas como
Huawei, pese a las amenazas de Estados Unidos de revisar su cooperación
de seguridad si lo hace.
La canciller alemana Angela Merkel dijo
que no quería "excluir a ninguna empresa o actor" de la 5G y anunció al
mismo tiempo que la ley alemana reforzaría la seguridad de las redes.
"Damos su oportunidad a cada uno pero naturalmente no
somos inocentes, sabemos que las leyes en China son muy distintas de las
nuestras", añadió desde Berlín, donde participa en un foro económico.
"Huawei
es un proveedor de equipos importante, que ya estaba presente en
nuestras anteriores redes, será difícil ignorar a empresas así y no es
lo que queremos", dijo por su parte Jochen Homann, el presidente de la
agencia federal de redes en la televisión pública.
Este organismo
público supervisa la subasta que atribuirá un total de 41 bloques de
frecuencias a los cuatro operadores en liza: Deutsche Telekom, Vodafone,
Telefónica/O2 y 1&1/Drillisch.
Huawei no puede acceder a
ninguno de esos bloques pero en su calidad de fabricante de material
–igual que su competidor chino ZTE– ya proporciona a esos operadores
infraestructuras, principalmente antenas, y espera continuar haciéndolo
en el despliegue de la 5G.
Huawei es líder en esta nueva
generación de telefonía e internet móvil por lo que renunciar a sus
servicios podría frenar el desarrollo de esta tecnología, crucial para
Europa.
Pero Estados Unidos considera que las antenas de Huawei
son una especie de caballo de Troya moderno y sospechan que la compañía
transmite datos al gobierno chino obedeciendo a una ley que le obliga a
colaborar.
Por esta razón países como Australia, Japón y Nueva
Zelanda ya excluyeron a los fabricantes de equipamiento chino y otros
están pensando en hacer lo mismo después de que sus servicios de
inteligencia les advirtieran del riesgo.
Estados Unidos está por su parte presionando a Alemania, la primera economía europea.
El
gobierno alemán se ha convertido en uno de los objetivos favoritos de
Donald Trump, que critica tanto su excedente comercial como su poco
gasto militar o su compra de gas ruso.
El embajador estadounidense envió una carta al ministro
alemán de Economía, Peter Altmaier, cercano a Angela Merkel, para
indicarle que si su gobierno no prohíbe a los grupos chinos revisará su
cooperación en materia de información y de ciberseguridad.
La
amenaza se acentuó la semana pasada, cuando el comandante supremo de las
fuerzas aliadas en Europa, el general estadounidense Curtis
Scaparrotti, afirmó que las fuerzas de la OTAN dejarán de comunicarse
con sus colegas alemanes si Berlín se asocia con grupos como Huawei.
"Tememos
que la estructura de sus telecomunicaciones se vea comprometida porque,
en particular con la 5G, el ancho de banda y la capacidad de obtener
datos son increíbles", dijo el general.
Según la revista alemana
Der Spiegel, los expertos en seguridad del BND, los servicios exteriores
alemanes, también tienen dudas.
Pero el ministro alemán del
Interior, Horst Seehofer, declaró la semana pasada que no quería abrir
un nuevo frente con China. Alemania ya está enfrentada al gigante
asiático con un ley para evitar la entrada de capital chino en empresas
consideradas estratégicas.
Según la prensa, el
gobierno alemán estaría buscando una vía intermedia para no excluir a
ningún operador y que consistiría en una serie de medidas que deberían
cumplir todos los prestatarios de la 5G, tanto operadores, como
proveedores y constructores de material.
Esta solución incluiría
entre otras una cláusula anti-espionaje, la obligación de hacer tests en
todos los componentes y de publicar los códigos fuente utilizados.
En algunos casos, el gobierno podría también pedir la
sustitución de equipos ya instalados, lo que significaría excluir a
Huawei de ciertas infraestructuras, sin proscribirlo expresamente,
indica el periódico Handelsblatt.
No hay comentarios:
Publicar un comentario