NUEVA YORK.- Naciones Unidas ha registrado 259 denuncias de abusos y explotación sexual por parte de su personal y socios en 2018, lo que supone un aumento desde las 138 registradas en 2017, según recoge un comunicado.
Aunque el número de denuncias es más alto que el de los dos años
anteriores, el documento del secretario general, António Guterres,
muestra que hay más confianza entre las víctimas y testigos y que se ha
creado una mayor concienciación sobre la necesidad de que los casos salgan a la luz.
El aumento de las denuncias se debe, en parte, a los esfuerzos para
alentar a las víctimas a presentar demandas. Las últimas cifras sugieren
que “los esfuerzos de sensibilización y divulgación están teniendo un
impacto y que hay una mayor confianza en víctimas y testigos y una mayor
conciencia de la necesidad de informar”, indica el informe.
De los 259 casos, 54 implican a las fuerzas de mantenimiento de la paz,
frente a los 62 casos registrados en 2017 y los 103 de 2016. Asimismo,
94 denuncias implican a miembros del personal de Naciones Unidas que no
forma parte de misiones de paz.
Esta cifra ha aumentado respecto a 2017, cuando se registraron 50 de
estas denuncias. Por otra parte, 109 denuncias corresponden a
trabajadores de otras organizaciones que trabajan junto a la ONU en el
terreno y supone una importante subida frente a los 25 casos de 2017.
“Los números muestran que el enfoque del secretario general, centrado
en las víctimas, está siendo efectivo porque más personas confían en
que si cuentan lo que les ha ocurrido su denuncia se investigará”, han
indicado desde la oficina del portavoz de Guterres.
El plan lanzado por Guterres se centra en “prevenir y responder”, explica su portavoz. Entre los progresos destacados en 2018 destaca la creación de un registro que asegura que si una persona es encontrada culpable de abusos sexuales no volverá a ser contratada por ninguna agencia de la ONU en ningún lugar del mundo. Hasta el momento, 29 entidades de la ONU se han sumado a la iniciativa.
Se ha creado también un formulario único para denunciar los
incidentes que “minimiza el número de veces que una víctima o una
testigo tiene que ser entrevistado”. Este sistema se está probando en
tres misiones de la ONU en República Democrática del Congo, República
Centroafricana y Jordania.
Guterres también ha nombrado una defensora internacional de los derechos de las víctimas y a varios en misiones en el terreno.
La rendición de cuentas es una responsabilidad compartida entre la
ONU y los Estados miembros. La ONU no puede abrir una investigación
penal sobre los individuos acusados.
Cuando el supuesto culpable es un civil, la ONU abre una
investigación administrativa y puede llegar a despedir al trabajador si
se prueban las acusaciones. Además, el caso se refiere a las autoridades
nacionales para que tomen más medidas si es necesario.
Si el caso involucra a un militar, el Estado miembro tiene
jurisdicción exclusiva para investigar, pero la ONU trabaja con las
autoridades de ese país para acelerar la investigación.
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