BUENOS AIRES.- La economía de Argentina cayó el año pasado un 2,5 %
afectada por una crisis que estalló en abril y con una recesión que
arrastra nueve meses, una mala noticia a la que se ha sumado este jueves
el dato de desempleo, que acabó en el 9,1 % en el último trimestre de
2018.
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos
(Indec), el Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina registró en el
cuarto trimestre de 2018 un desplome interanual del 6,2 %.
Se
trata de la mayor caída registrada el año pasado y con la que el PIB
sumó tres trimestres consecutivos en negativo en la comparación
interanual.
Los números rojos contenidos en el informe oficial
sobre la marcha de la economía en el cuarto trimestre son contundentes:
las importaciones de bienes y servicios se desplomaron un 26,1 %
interanual y la formación bruta de capital fijo cayó un 25 %.
La bajada del consumo también se acentuó: el público bajó un 5,1 % y el privado, un 9,5 %.
Sólo
se recuperaron las exportaciones, con un alza del 10,4 % respecto al
cuarto trimestre de 2017, en buena medida producto de un tipo de cambio
que, después de la fuerte depreciación experimentada por el peso
argentino en 2018, ha favorecido las ventas al exterior.
"Cuando
escucho 'esto se arregla creciendo'. Y, ¿quién no quiere crecer? Pero
para crecer tenemos que hacer esas cosas de fondo, estructurales, de
base que nos permiten crecer. Es elemental", dijo este jueves el
presidente argentino, Mauricio Macri, en una charla ante integrantes de
su Gobierno.
A raíz de que el PIB de Argentina creciera un 2,7 %
en 2017, la marcha de la economía en 2018 ha sido una de los peores de
los últimos años.
Argentina se vio particularmente afectado desde
abril por una fuerte inestabilidad financiera y las consecuencias de una
dura sequía que golpeó al sector agropecuario, uno de los motores
económicos del país.
Para 2018, la ley de Presupuesto preveía una
expansión económica del 3,5 %, pero esa proyección quedó totalmente
descartada ya en el segundo trimestre, cuando comenzaron a ser evidentes
los signos de deterioro en la economía.
Una de las consecuencias
evidentes de la recesión ha sido el deterioro del mercado laboral, del
que también hay malas noticias este jueves.
Según el Indec, la
tasa de desempleo del cuarto trimestre de 2018 fue del 9,1 %, lo que
implica una subida interanual de 1,9 puntos porcentuales y un avance de
0,1 puntos frente al nivel registrado en el tercer trimestre del año
pasado.
El informe indica que entre octubre y diciembre pasado 1.185.000 personas que buscaban trabajo en Argentina no tenían empleo.
También
empeoró la tasa de subocupación, que en el cuarto trimestre de 2018 se
ubicó en el 12 %, con 1.557.000 personas en esta categoría y un avance
de 1,8 puntos porcentuales respecto de la registrada en igual período de
2017.
En tanto, la tasa de ocupados que demandaron empleo fue del
17,3 %, 2,6 puntos más que en el cuarto trimestre de 2017 y con un
total 2.243.000 personas con trabajo buscando otro.
Según un
informe de la consultora privada Ecolatina, el mercado laboral formal de
Argentina sufrió un "fuerte deterioro", con la pérdida de 191.000
puesto de trabajo en el sector registrado.
Para Ecolatina, las
perspectivas "no son optimistas" de cara a 2019 ya que, aunque la
medición interanual de los indicadores laborales podría mostrar números
positivos recién a fines de año, "en ningún momento se recuperaría lo
perdido en 2018".
Para 2019 el Gobierno de Macri, quien podría
buscar este año su reelección, espera que la economía se contraiga un
0,5 %, aunque pronósticos privados ya proyectan que la caída del PIB
podría llegar al 1,5 %.
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