BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino reglamentó hoy
el impuesto sobre la renta financiera, que gravará los réditos
derivados de inversiones en bonos y plazos fijos, mediante un decreto
publicado en el Boletín Oficial.
El impuesto se
aplicará de manera retroactiva para todo 2018 y estipula el pago de una
tasa entre el 5 % y el 15 % para los rendimientos que excedan los 67.000
pesos anuales (unos 1.730 dólares).
El mínimo del 5 % se aplicará a aquellas inversiones
realizadas en pesos argentinos sobre el monto mínimo estipulado,
mientras que la renta derivada de activos en dólares o en pesos
ajustables por inflación (UVA o CER) tributará al 15 %.
Esta tasa se aplicará sobre la renta de los plazos fijos, la
compra-venta de dólares y el cobro de alquileres, así como la compra de
bonos emitidos por el Estado Nacional o provincial.
Solo quedan exentos del impuesto los fondos en cajas de ahorro,
inversiones en acciones de empresas argentinas y las ganancias resultado
de una valorización de cuotas pertenecientes a fondos comunes de
inversión con un mínimo de 70 % en acciones argentinas.
Esta ley ya fue aprobada por el Gobierno a principio de año y tenía
como plazo final hasta hoy para ser reglamentada a través del decreto en
el Boletín Oficial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario