miércoles, 7 de julio de 2010

El PE pide a los Gobiernos que acepten reforzar el poder de las autoridades europeas de supervisión financiera

ESTRASBURGO.- Los principales grupos políticos de la Eurocámara -populares, socialistas, liberales y verdes- aprobaron hoy una declaración en la que exigen a los Gobiernos de los 27 Estados miembros que acepten reforzar el poder de nuevas autoridades europeas de supervisión financiera que se van a crear para prevenir crisis como la actual.

Los eurodiputados decidieron no votar sus enmiendas legislativas a la reforma, pese a que así estaba previsto, para dejar la puerta abierta a un acuerdo en primera lectura con los Estados miembros. Ello permitirá seguir negociando al menos hasta septiembre. Si el Parlamento hubiera votado este miércoles, habría sido necesario ir a una segunda lectura, lo que alargaría los plazos y pondría en riesgo el objetivo de que las autoridades empiecen a trabajar en enero de 2011.

En su declaración, los grupos políticos de la Eurocámara resaltaron que la pelota está ahora en el tejado de los Gobiernos y que corresponde a los Veintisiete presentar una posición que sea aceptable para las dos partes.

Los parlamentarios reiteraron su disposición a negociar pero dejaron claro que están unidos en su exigencia de que se dote a las autoridades europeas de supervisión con suficientes poderes para prevenir futuras crisis y reforzar el mercado interior.

La reforma, que fue pactada por los Veintisiete en diciembre, creará tres nuevas autoridades europeas de supervisión (bancaria, bursátil y de seguros), que tendrán poderes de mediación cuando haya discrepancias entre los reguladores nacionales de los países en los que opera una entidad transfronteriza.

Reino Unido, que no quiere ceder poderes a autoridades europeas, levantó sus reservas tras obtener un mecanismo de salvaguarda que le permitirá apelar ante una instancia política, el Ecofin, las decisiones que le perjudiquen.

Sin embargo, la Eurocámara, que tiene poderes legislativos en la materia, quiere reforzar los poderes de estas autoridades. En primer lugar, propone que la autoridad bancaria se encargue de supervisar directamente a aquellas entidades cuya quiebra ponga en riesgo todo el sistema financiero (too big to fail).

También quiere que tenga poderes para prohibir temporalmente operaciones que amenacen la estabilidad financiera, como las ventas a corto y para dirigir decisiones directamente a los bancos que creen riesgos en el caso de que éstas sean ignoradas por el supervisor nacional correspondiente.

Finalmente, el Parlamento reclama crear dos nuevos fondos, un fondo de garantía de depósitos y un fondo de rescate de bancos, que serán financiados por las propias instituciones en función de los riesgos que asuman, para evitar que sean los contribuyentes los que deban cargar con el coste de las crisis financieras.

Reino Unido se opone a reforzar las competencias de las autoridades europeas de supervisión, lo que hace improbable el acuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario