WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Donald Trump, aludió a España e Italia como dos
de los países que más han sufrido las consecuencias "devastadoras" de la
pandemia de COVID-19, durante una rueda de prensa sobre la situación
del coronavirus en Estados Unidos.
Trump mencionó a España tras citar cómo está afectando la propagación
de la nueva enfermedad a las siete principales potencias mundiales: “En todo el mundo la gente está muriendo. Recibí una llamada del G-7 y sus economías están hechas jirones, están destrozadas (…) Japón, Alemania y Francia (…) Mire lo que le pasó a España. Es increíble. Simplemente ha sido destrozada y tantos otros países están destrozados. Así que nadie pensó que esto pudiera pasar, una cosa así. Es muy, muy triste”.
No es la primera vez que Trump cita la gestión del Gobierno de Pedro
Sánchez. La semana pasada citó el error del Ejecutivo español por la partida de 58.000 test fallidos de China. “Eso no puede suceder en EEUU”, criticó Trump, porque el material se prueba, se analiza y se investiga.
Por otro lado, Trump reiteró que quiere enviar a expertos a China para investigar cómo surgió el brote de coronavirus y ha asegurado que mantienen conversaciones constantes con el país asiático, pese que a sus peticiones han sido rechazadas en varias ocasiones.
“Estamos hablando con China. Hablamos con ellos hace mucho tiempo acerca de ir. Queremos ir”, ha incidido el presidente Trump durante la rueda de prensa de este domingo en la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos anunció que continúan las negociaciones con los demócratas en el Congreso para aprobar las ayudas económicas a las pequeñas empresas del país y espera que en las próximas horas se llegue a un acuerdo.
“Me gustaría comenzar diciendo que continuamos negociando con los
demócratas para reponer los fondos de las pequeñas empresas de Estados
Unidos. Creo que nos estamos acercando a un acuerdo. Se ha realizado un buen trabajo y podríamos tener una respuesta mañana, veremos qué es exactamente lo que ocurre”, ha avanzado.
Trump también ha señalado que el Gobierno está trabajando para volver a utilizar la Ley de Producción de Defensa,
después de que ya lo hiciera para garantizar la producción de
ventiladores, pero está vez para asegurar la fabricación de
bastoncillos.
En ese sentido, ha explicado que el Gobierno está cerca de sellar un acuerdo con una compañía para la fabricación mensual de 20 millones de bastoncillos, un material del que se ha tenido carencias,
de acuerdo con las quejas de muchos gobernadores, quienes han criticado
la falta de herramientas para poder llevar a cabo las pruebas del
Covid-19.
Hasta el momento, ha apuntado Trump, más de cuatro millones de personas han sido sometidas a las pruebas del COVID-19 en Estados Unidos
y ha criticado a los gobernadores de los estados por demandar a
Washington que las lleve a cabo cuando ellos “quería tener un control
total” sobre otras cuestiones durante la gestión de la crisis.
“Querían tener un control total sobre la apertura de sus estados,
pero ahora quieren que nosotros, el Gobierno Federal, hagamos las
pruebas”, ha criticado Trump, para quien las pruebas deberían ser un
asunto “local”.
La Ley de Producción de Defensa es una normativa de la Guerra Fría
–data de la Segunda Guerra Mundial pero terminó de desarrollarse en
1950, durante la guerra de Corea– que confiere al presidente del país “poderes de guerra” para acelerar la producción nacional de suministros médicos para combatir la pandemia del Covid-19. Trump la activó a finales de marzo.
Por su parte, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha destacado que las áreas metropolitanas de Nueva York, Detroit, Nueva Orleans y Denver han superado ya los peores momentos de la pandemia y en algunos de los casos han logrado cierta “estabilidad”.
“El área metropolitana de Nueva York, que incluye Nueva Jersey, Long
Island, Connecticut y Rhode Island, parece haber pasado su pico. La de
Detroit también parece haber pasado su punto máximo y es estable, como
la de Denver y la de Nueva Orleans, que es en realidad la más estable de todas las áreas“, ha asegurado.
En cuanto a los estados de California y Washington, las cifras de contagios siguen siendo “bajas y constantes“,
mientras que el Gobierno, ha dicho, continúa “observando detenidamente
las áreas metropolitanas de Chicago, Boston y Filadelfia”.
Tras la intervención de Pence, Trump respondió a algunas preguntas
más de los medios de comunicación, algunos de los cuales, como la cadena
CNN, volvió a cuestionarle por qué aprovecha su comparecencia diaria para elogiarse a sí mismo en vez de a los profesionales que se encuentran trabajando contra el nuevo coronavirus.
“Estoy defendiendo a esas personas. También estoy defendiendo a médicos y enfermeras.
No tiene nada que ver conmigo, pero nunca me tratarán de manera justa
muchos de ustedes, y lo entiendo”, ha concluido antes de abandonar la
rueda de prensa.
EEUU alcanzó este domingo las 40.461 muertes a causa del coronavirus, cuando estados como Texas se preparan para poner en marcha las primeras medidas que les permitan avanzar paulatinamente hacia la reapertura de actividades tras el confinamiento ordenado por los gobernadores para evitar la propagación de la pandemia.
Según registros difundidos por la Universidad Johns Hopkins, 755.553 personas han contraído el COVID-19 en Estados Unidos, el país más afectado actualmente por la enfermedad.
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