FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves llevar a cabo más operaciones de liquidez a largo plazo temporalmente y mejorar las condiciones de las que ya había aprobado para que el sistema financiero tenga suficiente liquidez ante la crisis generada por la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, la facilidad de depósito continuará en el
-0,5%, lo que ha supuesto una decepción para quienes esperaban que
también se tocaran los tipos de interés. Prueba de que las medidas de
Chritine Lagarde no han gustado es que las bolsas europeas han recibido
con caídas su munición contra el COVID 19.
El BCE informó tras una reunión del Consejo de Gobierno de que quiere
“proporcionar un apoyo de liquidez inmediato al sistema financiero de
la zona del euro, aunque no ve signos materiales de tensiones en los
mercados de dinero, ni escasez de liquidez en los sistemas bancarios”.
Antes de que se difundiera el comunicado con las conclusiones de la
reunión celebrada este jueves en Francfort, los analistas anticipaban un
paquete que incluía ahondar en los tipos negativos, lo que finalmente
no se ha producido.
La entidad deja inalterados los tipos de interés que cobra a los
bancos por el exceso de reservas a un día (la facilidad de depósito), en
el -0,50%, los tipos de interés aplicables a las operaciones
principales de financiación, que son las subastas semanales, en el 0%, y
las tasas que cobra a los bancos por prestarles a un día (la facilidad
marginal de crédito) en el 0,25%.
Además, el BCE va a comprar deuda adicional de la zona del euro por
valor de 120.000 millones de euros hasta finales de año, “asegurando una
fuerte contribución” del programa de compras de bonos del sector
privado. Estas nuevas compras de deuda en combinación con las ya
existentes apoyarán unas condiciones de financiación favorables para la
economía real en momentos de aumento de la incertidumbre.
También va
conducir más operaciones de liquidez a largo plazo temporalmente y
mejorar las condiciones de las que ya había aprobado para que el sistema
financiero tenga suficiente liquidez ante la crisis que ha generado la
pandemia de coronavirus.
El BCE quiere “proporcionar un apoyo de liquidez inmediato al sistema
financiero de la zona del euro, aunque no ve signos materiales de
tensiones en los mercados de dinero, ni escasez de liquidez en los
sistemas bancarios”.
La entidad dará a los bancos toda la liquidez que
soliciten en las nuevas operaciones de liquidez a un interés similar a
la tasa a los depósitos bancarios, que es ahora del -0,50 %. Estas
operaciones cubrirán el periodo de tiempo hasta la subasta a largo plazo
que ya estaba prevista para junio de este año.
Las subastas de refinanciación a largo plazo que estaban previstas
entre junio de 2020 y junio de 2021 tendrán ahora unas condiciones más
favorables. “Estas operaciones apoyarán el préstamo bancario a los más
afectados por el brote de coronavirus, especialmente a las pymes”.
El
tipo de interés de esas operaciones entre junio de este año y junio del
próximo año será 25 puntos básicos por debajo de la tasa de interés de
las subastas semanales, que es ahora del 0%, por lo que será del -0,25%.
Para los bancos que presenten mucho el BCE ofrecerá una tasa más baja y
hasta junio de 2021 puede ser de 25 puntos por debajo de la facilidad
de depósito, es decir del -0,75%.
El Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés “continúen en
los niveles actuales, o en niveles inferiores”, hasta que observe que
las perspectivas de inflación se sitúan en un nivel algo por debajo del 2
% y que esto se refleje también en la evolución de la inflación
subyacente de forma consistente.
Lagarde comparó esta semana la crisis
que ha causado el coronavirus con la crisis financiera de 2008 e instó a
los líderes políticos europeos a actuar. Este jueves ha remachado esa
idea, pidiendo a los gobiernos de la zona del euro una respuesta de
política fiscal “ambiciosa y coordinada para apoyar las empresas y los
trabajadores en riesgo” por el coronavirus. A su juicio, son los
gobiernos y otras instituciones políticas quienes deben actuar para
afrontar el reto y mitigar el impacto económico.
En cualquier caso, el BCE comprará deuda de la zona del euro “durante
el tiempo que sea necesario para reforzar el impacto acomodaticio de
sus tipos oficiales” y espera que finalicen poco antes de que comience a
subir los tipos de interés oficiales. Las compras de deuda pública y
privada se producen desde noviembre a un ritmo mensual de 20.000
millones de euros.
El Consejo de Gobierno prevé seguir reinvirtiendo
íntegramente el principal de los bonos adquiridos que vayan venciendo
durante un período prolongado tras la fecha en la que comience a subir
los tipos de interés.
Bajan también las exigencias de capital para los bancos de la zona
del euro, lo que les permitirá que operen temporalmente por debajo de
sus actuales requerimientos de capital. “El BCE considera que estas
medidas temporales serán mejoradas con la relajación apropiada del
colchón de capital anticíclico (CCyB) por parte de las autoridades
macroprudenciales nacionales”, ha señalado el organismo.
“El coronavirus
está demostrando ser un ‘shock’ significativo para nuestras economías.
Los bancos necesitan estar en una posición de seguir financiando a los
hogares y las empresas que experimentan dificultades temporales. Las
medidas de supervisión acordadas hoy están dirigidas a apoyar que los
bancos sirvan a la economía y a atajar los desafíos operativos”, ha
explicado el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea
Enria.
Los supervisores están dialogando con la banca sobre medidas
individuales, como aplazar inspecciones presenciales o extender las
fechas límite para implementar las recomendaciones procedentes de
inspecciones ya realizadas.
“Los colchones de capital y liquidez se han
diseñado con el objetivo de permitir a los bancos sobreponerse a
situaciones estresadas como esta. El sector bancario europeo ha
construido una cantidad significativa de estos colchones”, ha indicado
el BCE.
Los analistas esperan, por otro lado, que el BCE revise a la baja sus
previsiones de crecimiento e inflación. En diciembre el BCE pronosticó
un crecimiento del 1,1% en 2020 y del 1,4% en 2021 y 2022, con una
inflación del 1,1% este año; del 1,4% el próximo, y del 1,6% en 2022.
Tras haberse desplomado el lunes, las bolsas europeas caían hoy de
nuevo con fuerza después de la decisión del presidente estadounidense,
Donald Trump, de suspender todos los viajes desde Europa a EEUU. Y los
acuerdos del BCE no han contribuido precisamente a revertir esa
situación.
De hecho, Wall Street ha abierto con fuertes caídas y ha
tenido que recurrir a una nueva suspensión de sus operaciones durante
quince minutos, por segunda vez en una semana.
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