CARACAS.- El colapso del mercado
petrolero asestó un nuevo golpe a la arruinada economía de Venezuela,
altamente dependiente de su menguada producción de crudo, ahora acosada
por sanciones de Estados Unidos.
"Es brutal el golpe", afirmó el
jueves el presidente de Venezuela Nicolás Maduro. "El petróleo
venezolano cayó de 48 o 49 dólares el barril a 24 o 25 dólares", dijo.
El valor del crudo se derrumbó desde el lunes a sus peores
cotizaciones en casi 30 años en medio de una guerra de precios entre
Arabia Saudita y Rusia y la esperada caída de la demanda mundial por la
pandemia del coronavirus
Para Venezuela la crisis del mercado petrolero no pudo caer en peor momento.
Tras
años de falta de inversión, malos negocios y corrupción, la producción
de la petrolera estatal PDVSA cayó a pique y está en los niveles de
mediados de los años 40.
Venezuela perdió además a Estados Unidos
como principal cliente después de que Washington bloqueó sus compras de
crudo para forzar la renuncia del socialista Maduro a quien considera un
dictador.
"Nos persiguen los barcos, amenazan a los países que
nos quieren comprar y ahora tenemos la caída brutal de precios", dijo
Maduro ante periodistas.
El crudo venezolano se ha vuelto tóxico para el mercado.
Dos
navieras del grupo petrolero ruso Rosneft fueron sancionadas por
Washington por transportar crudo venezolano; la segunda de ellas este
mismo jueves.
Para atraer a compradores que temen sanciones de la
Casa Blanca, PDVSA rebaja sus precios, ya de por sí, bajos, según
analistas y agentes del mercado.
En
seis años de una crisis política y social que no parece tener fin, la
economía se contrajo en 65%, los venezolanos están ahogados en la
hiperinflación, empresas extranjeras huyeron o fueron estatizadas y los
servicios básicos colapsaron.
La capacidad de producción de PDVSA,
que en 2018 generaba más de 90% de las divisas que entraban al país, se
redujo en dos tercios.
En 2008 colocaba en el mercado unos 3,2
millones de barriles por día. El mes pasado, reportó a la OPEP una
producción de 865.000 barriles diarios.
Luis
Arturo Bárcenas, economista de la firma Ecoanalítica, estima que en un
"escenario conservador de exportaciones y precios" Venezuela perderá
este año ingresos por entre 4.500 y 7.500 millones de dólares.
Otros especialistas creen que la pérdida será de unos 9.000 millones.
"Es
difícil proyectar, porque el mercado está muy inestable, pero
indudablemente (se trata de) un impacto muy alto", dice Bárcenas.
Ya considerada en cesación de pagos, los menores ingresos petroleros complicarán más a Venezuela.
El
país sufrirá por la disminución de venta de barriles que le generan
liquidez, pero también porque contrajo deudas, especialmente con China,
que serían pagadas en petróleo.
"Por un lado Venezuela recibirá
menos ingresos (...) y por otro el precio impactará en la deuda que
pagas en barriles. A medida que el precio baje tendrás que dar más
barriles" como pago, dice Bárcenas.
El economista Jesús Casique de la firma Capital Market Finance, cree que "Venezuela tiene riesgo de caer en default con China".
Los vencimientos con China en 2020 son por 3.200 millones de dólares, según Ecoanalítica.
El
FMI proyectó una caída del PIB de 10% en 2020 para Venezuela. Casique
cree que el crack del petróleo podría elevar esa cifra "cuatro o cinco
puntos".
Antes, el mayor cliente de Venezuela era Estados Unidos y actualmente es India.
En
2018, Venezuela exportaba a Estados Unidos medio millón de barriles por
día, 41% de su producción, mientras que 25% iba a China y 22% a India,
según la agencia estadounidense de energía.
Hoy, según Ecoanalítica, India compra el 43% de la producción venezolana.
"Las refinadores de India, como Reliance, pararán las compras" por temor a las sanciones, estimó Bárcenas.
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