LONDRES.- Los
productores de petróleo están comenzando a sentir el impacto del nuevo
coronavirus a medida que continúa expandiéndose y que deben tomar
medidas drásticas para atajar el devastador impacto sobre los precios.
Los principales productores del mundo se enfrentan a dos preguntas:
¿cuánto tiempo durará y qué tan severas serán las consecuencias? Las
preguntas, por supuesto, aún nos escapan, pero el grupo de naciones de
la OPEP+ pronto tendrán que sopesar una serie de suposiciones
informadas.
La
reacción inicial es parecida a la de un hormiguero agitado, con
movimientos frenéticos en todas las direcciones en medio de una aparente
falta de coordinación. En días finales de la semana pasada se concretó
su próxima reunión, programada para la primera semana de marzo, que fue
adelantada en un mes.
Esta medida parece haber sido impulsada por Arabia
Saudita, el productor más grande de la OPEP, pero inicialmente recibió
poco apoyo del miembro no OPEP más grande: Rusia.
Uno
de los principales retos a los que se enfrenta la Organización de
Países Exportadores de Petróleo y sus grandes contrapartes productoras
de petróleo es que no tienen idea de cuán grande es el problema que
enfrentan.
En este punto, las estimaciones del impacto de la epidemia en
la demanda de petróleo varían ampliamente. S&P Global Platts prevé
una caída "casi catastrófica" de la demanda mundial de petróleo en 2,6
millones de barriles por día en febrero y de 2 millones de barriles en
marzo en el peor de los casos.
No es de extrañar que los productores
estén en pánico.
China
es, de lejos, el mayor mercado para las exportaciones de crudo de la
OPEP+, y los grandes productores del Golfo Pérsico son particularmente
vulnerables.
Los datos de seguimiento de petroleros compilados por
Bloomberg muestran que casi una cuarta parte de todos los envíos fuera
de la región el año pasado fueron a China. Al agregar los otros tres
grandes compradores asiáticos, India, Japón y Corea del Sur, esa
participación aumenta a dos tercios.
Es
difícil sobreestimar la importancia de China para los equilibrios
mundiales del petróleo. A principios de este mes, las propias
previsiones de la OPEP mostraron que el país más poblado del mundo
representa más de una cuarta parte de todo el crecimiento de la demanda
de petróleo en todo el mundo este año.
La Agencia Internacional de la
Energía vio que tenía un rol aún más importante, con casi 40% de la
demanda incremental en China. La palabra "virus" no apareció en ninguno
de los informes mensuales de esas agencias.
El
virus no afectará a todos los productos derivados del petróleo por
igual. Con prohibiciones de viaje y unas vacaciones extendidas de Año
Nuevo lunar, los combustibles para el transporte serán los más
afectados.
Se esperaba que la gasolina, el combustible para aviones y el
gas/petróleo diésel representaran 55% de la demanda de petróleo de
China este año y casi 60% del crecimiento.
Estos
productos serán los más afectados, y no solo en China. Las
prohibiciones de vuelos a China por parte de muchas aerolíneas,
incluidas British Airways Plc y Delta Air Lines Inc., y las
restricciones de viaje para los turistas chinos tendrán un efecto
negativo en el uso de combustible en otros lugares, particularmente en
países cercanos que son destinos preferidos para grupos de turistas.
Luego,
están todos los otros efectos secundarios. Una menor demanda de los
usuarios finales significa una menor demanda de las refinerías.
Las
principales refinerías estatales chinas pueden recortar las tasas de
ejecución por debajo de 70% para hacer frente a la caída de la demanda,
dijo el consultor de la industria JLC en una nota, mientras que las
tasas operativas en refinerías independientes de propiedad privada en la
provincia oriental china de Shandong podrían reducirse a menos de 50%.
Incluso
antes de que el nuevo coronavirus empezara a afectar el consumo de
petróleo, los productores miembros de la OPEP+ ya estaban en problemas.
El difícil acuerdo de producción que celebraron en diciembre no generó
recortes significativos en los niveles totales de producción, y los
precios han bajado aún más.
El acuerdo expirará a finales de marzo.
Simplemente extender las reducciones no mejorará los balances cada vez
peores entre el suministro y la demanda y, por ende, tomará más prender
los precios del petróleo. Será mucho más difícil acordar mayores
reducciones —por ejemplo, Rusia está en contra— pero es lo único que
elevará los precios ante la desaceleración China.
Ya
hay señales de una desaceleración en curso. Las ventas de cargamentos
de petróleo de América Latina a China se estancaron la semana pasada.
Productores del Golfo Pérsico están recibiendo propuestas preliminares
de sus clientes sobre cuánto petróleo quieren en marzo, y esto indicará
si las refinerías chinas buscan reducir los volúmenes que elevan en las
terminales de exportación de la región.
Ya
se esperaba que los países no pertenecientes a la OPEP, liderados por
EE.UU., Noruega, Brasil y el nuevo productor Guyana, agregaran dos
barriles extra por cada barril adicional consumido este año a nivel
mundial, lo que comprime a la OPEP.
La pérdida de gran parte del
crecimiento de la demanda aplastará al grupo productor bajo el peso de
precios del petróleo en caída a menos que, de manera colectiva, recorten
más la producción.
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